Arrestan a pareja que lavaba dinero en NY para el cártel de Sinaloa

Los hermanos Salgado parecían un par de turistas paseando por el centro de Manhattan. Sin embargo, en dos horas acudieron a siete bancos, a depositar en cada uno de ellos poco menos de 10,000 dólares, para sacar las ganancias criminales sin, creyeron, levantar sospechas.

Francisco y Alejandra Salgado, captados por las autoridades federales, aparentemente paseando en NY.
Francisco y Alejandra Salgado, captados por las autoridades federales, aparentemente paseando en NY.
Imagen DEA vía AP

Agentes federales detectaron a un hombre y a una mujer que paseaban con el aspecto de turistas por el centro de Manhattan. Sin embargo, en dos horas acudieron a siete bancos, a depositar en cada uno de ellos poco menos de 10,000 dólares para, según los fiscales, sacar miles de millones de dólares en ganancias de EEUU sin llamar la atención de los reguladores bancarios.

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La historia, relatada por The Associated Press, cuenta que los cárteles de la droga recaudan buena parte de sus ganancias en el mercado estadounidense tal como introducen la cocaína y otras drogas: mediante cruces furtivos de la frontera.

James Hunt, jefe de la oficina de Nueva York de la agencia antidrogas DEA, indicó que, no obstante, el uso de los bancos sigue siendo uno de los métodos. Los depósitos son pequeños porque los bancos deben informar al gobierno de cualquier depósito superior a 10,000 dólares. Además, tienen la ventaja de que si los investigadores los descubren es poco el dinero confiscado, y las penas para los depositantes suelen ser menores.

Los dos personajes captados por las autoridades eran hermanos: los Salgado. Cobraban por lavar hasta 1 millón de dólares al mes, recaudados a vendedores ligados al cártel narcotraficante de Sinaloa, según los fiscales. Alejandra Salgado, de 59 años, era supervisada por un líder de esa organización criminal.

La vigilancia en Nueva York comenzó cuando su nombre apareció en una investigación de células de lavado de dinero en el sur de California, Michigan y Arizona, realizada por investigadores de la DEA, el Departamento de Seguridad Nacional, la agencia impositiva IRS y agencias locales.

Los detalles en los archivos de los agentes federales y los fiscales del área de la droga permitieron a la AP conocer cómo operaban los Salgado. Anteriormente, Alejandra cruzaba la frontera transportando dinero en un auto.

Pero luego los líderes del cartel le dieron la tarea de depositar fondos en cuentas bancarias abiertas bajo nombres falsos y emitir cheques a favor de una compañía agrícola de San Diego controlada por el cartel.

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En una conversación grabada por los investigadores, ella dice que la tarea era "molesta", pero menos peligrosa que la anterior. Después que su jefe le dijo que había "mucho trabajo" para ella en Nueva York, se fue con su hermano, residente legal con dirección en Alaska, a Manhattan donde se instalaron en un hotel a mediados de 2013.

Ella prefería recibir el dinero de los 'dealers' en el centro en lugar de los territorios de operaciones de éstos en el Bronx o Washington Heights, por razones de seguridad.

"Como dijo un amigo: ' Este es un negocio para gente ruda''', dijo en una conversación con un agente encubierto. "Y todo se basa en la confianza". Ya estaban siendo investigados cuando los hermanos efectuaron una veintena de depósitos por montos entre 8,100 y 9,600 dólares en bancos de diversos barrios de Manhattan.

Valió la pena seguir el rastro del dinero para " conocer las prácticas" de los carteles, dijo la fiscal especializada en drogas Bridget G. Brennan, cuya oficina estuvo a cargo del caso. En la audiencia en que sentenciaron a Francisco Salgado, su abogado Jeffrey Taub lo describió como un participante menor en "una situación poco feliz".

Las penas por lavado suelen ser menores que las de la justicia federal en casos de asociación ilícita. Los hermanos se declararon culpables a cambio de penas entre uno y cuatro años.

El abogado de Alejandra Salgado, Robert W. Georges, dijo que su clienta será deportada cuando purgue su condena, algo que ella acepta. " Siente remordimientos y quiere reanudar su vida en México", dijo Georges.

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La cárcel y la deportación probablemente no era lo que Salgado tenía en mente cuando dijo a un agente encubierto, en una conversación telefónica grabada, que ser correo de fondos era una buena manera de ganarse la vida en el mundo traicionero de las drogas.

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