"Cuando Anthony no despertó, mi mamá le echó agua fría": nuevos detalles de la muerte del niño de 10 años a manos del novio de su madre
Un juez de la Corte Superior de Los Ángeles ordenó este lunes que la transcripción del gran jurado sobre el juicio de la madre y el novio acusados del asesinato y tortura de su hijo de 10 años, Anthony Ávalos, se hiciera pública. Las declaraciones de una de las hermanas del menor detallan cómo el pequeño sufrió una infinidad de abusos antes de morir.
Heather Barron, de 29 años, y su novio Kareem Leiva, de 32, fueron imputados a principios de noviembre con cargos que los hacen elegibles para la pena de muerte por el fallecimiento del menor luego de innumerables maltratos físicos, al igual que por el abuso de otros dos niños. Ambos se han declarado no culpables de este crimen que ha sacudido a la comunidad del sur de California.
Tras una solicitud en corte de los abogados del diario Los Angeles Times y miembros de la familia de la víctima, la mayoría de los documentos que detallan el caso fueron revelados. "Este es un asunto en el que hay un alto interés del público", dijo el juez Kathleen Kennedy, quien tomó la decisión. "La prensa es los ojos del público y el público tiene el derecho a saber".
Cientos de pruebas, incluyendo historiales médicos, fotos de la escena del crimen y otros materiales, fueron revelados junto con la transcripción del caso. Sin embargo, algunos videos y fotos de la víctima quedan aún selladas hasta la próxima audiencia de los acusados, programada para enero.
El fiscal del caso, Jonathan Hatami, describió al gran jurado en su acusación inicial lo que supuestamente hicieron Leiva y Barron al niño previo a su muerte el 20 de junio de este año: "El reporte forense documentó heridas en todo el cuerpo de Anthony". Y agregó que las heridas estaban sobre todo en el lado y el área de la cadera, en sus brazos e incluso en sus pies.
Hatami aseguró que el menor tenía golpes y moretones en todo su cuerpo, incluyendo su cara, nariz y frente. Además, mostraba marcas circulares en su estómago y abajo de su pezón, múltiples heridas en ambas rodillas y en su espalda, contusiones y costras en las cuatro extremidades. "El reporte forense indicó que había un trauma en su cabeza y cerebro, así como múltiples traumatismos en su cuerpo", expuso.
Según detalles previamente conocidos, después de que el menor expresó que le gustaban los niños, el novio de su madre (Leiva) la emprendió contra él durante los siguientes días: le pegó con un cinturón, con una manguera de una aspiradora y el cable de esta, lo azotó contra la pared y el piso, le echó salsa picante en la cara, lo colgó bocabajo, lo dejó caer de cabeza y hasta lo obligó a arrodillarse sobre arroz.
El hombre le prohibió usar el baño, lo encerró sin comida ni agua en su cuarto por días en su apartamento en Lancaster. "Esta evidencia va a mostrar claramente que Leiva y Barron son en últimas responsables por la tortura y eventual muerte de Anthony", advirtió el fiscal al gran jurado, un grupo de 25 personas de la comunidad que escuchaban las evidencias y argumentos presentados por la Fiscalía y son quienes decidían si la acusación estaba justificada o no.
"La evidencia mostrará que Barron, quien es la madre biológica de Anthony, y Leiva, quien pesa 200 libras, torturaron brutalmente y asesinaron intencionalmente al pequeño de 10 años", dijo al terminar su acusación Hatami.
Las torturas: arrodillarse en arroz y cargar ladrillos
El gran jurado también escuchó el testimonio de la hermana menor de Anthony, Destiny, de 8 años. De acuerdo al fiscal, ella también fue abusada por la pareja.
Hatami le mostró a la niña varias fotos de ella y sus hermanos. La pequeña le dijo al gran jurado quiénes eran, incluyendo a su madre y el novio de esta.
"¿Todavía amas a tu mamá?", preguntó el fiscal a la niña. "Sí", respondió ella, quien también dijo que extraña a Anthony. Luego Hatami le mostró otra foto y le pidió que describiera lo que estaba pasando allí. Destiny contó que fue un día que otro de sus hermanos, de 7 años, "se metió en problemas" y Leiva lo obligó a arrodillarse en la esquina. "Si no hacías eso y llorabas porque te dolía, te ponían arroz y te hacían arrodillar en él", explicó y dijo que a ella también la forzaban a hacerlo.
La menor aseguró que cuando les hacían eso les dolía y cuando el castigo terminaba, ella tenía que limpiar el desorden. "¿Había sangre en el arroz?", le preguntó Hatami. "Sí", afirmó y añadió que su padrastro los presionaba con los pies para que sintieran más fuerte el arroz. Los niños lloraban, pero él no los dejaba levantar hasta que dejaran de llorar, de acuerdo con la hermana de Anthony.
La niña continuó contando los abusos a los que eran sometidos Anthony, ella y sus otros hermanos: en ocasiones los hacían parar en una esquina del apartamento desde que llegaban de la escuela hasta las 8:00 pm, así como los ponían a caminar de rodillas con libros y pesas encima de sus espaldas. Si se les caía el peso que llevaban, tenían que volver a empezar y hacerlo otra hora.
Otra de las hermanas de Anthony testificó que una vez, como castigo, le hicieron cargar un ladrillo al pequeño dentro de la casa. "Alguien lanzó un ladrillo en nuestro auto, entonces él (Leiva) lo trajo a la casa para que Anthony lo cargara", dijo al jurado la niña. El fiscal le preguntó si su hermano estaba triste y ella contestó que sí, que este estaba llorando. "¿Y qué hizo tu mamá?", contrapreguntó Hatami. "Ella estaba en el cuarto gritándole que dejara de llorar", contestó.
"Cuando Rafael, yo y Anthony estábamos en problemas, nos ponían en el arroz y Kareem nos golpeaba con el cinturón en los pies", relató la menor. "Dolía, entonces llorábamos".
Dentro de las torturas reveladas por los hermanitos de Anthony, también contaron que su padrastro los ponía a pelear entre sí, a golpearse y maltratarse, mientras su madre veía todo esto y no hacía nada para detenerlos. Por el contrario, si se equivocaban en alguno de los castigos impuestos por Leiva, ella los obligaba a volver a empezar.
Además detallaron lo que les daban de comer: sándwich de mantequilla de maní o mantequilla de maní con tortillas y si se quejaban, les ponían salsa picante . "Ellos decían que como nos portábamos mal no podíamos tener comida real. Decían que eso era un privilegio", contó una de las niñas.
El día que Anthony murió
Los peores castigos sucedieron durante los últimos cinco días de vida de Anthony. Su hermana describió lo que sucedió el día en que el pequeño ya no resistió más: "Lo lastimaron tantas veces y una mañana se despertó y estaba actuando un poco extraño, entonces mi mamá dijo que lo iban a llevar al hospital, pero Anthony dijo que quería dormir y mi mamá lo dejó y cuando se despertó mi mamá dijo que él no estaba respirando".
"La noche anterior Kareem lo había levantado del suelo por los brazos y lo había dejado caer", recuerda la menor. "Él hizo eso unas 10 veces". Cuando Anthony no despertó al otro día, la mamá le echó agua fría y luego lo bajó por las escaleras. "Se veía congelado", describió la niña. Fue entonces cuando Barron llamó al 911 y aseguró a los paramédicos que su hijo había sufrido una caída, pero los detectives abrieron inmediatamente una investigación por las graves lesiones que tenía.
Los paramédicos lo llevaron a un hospital, donde finalmente perdió la vida.
El Departamento de Servicios para Niños y Familias del condado de Los Ángeles (DCFS) está bajo el ojo del huracán, pues recibió decenas y decenas de quejas sobre el abuso del que era víctima el pequeño, pero lo dejó seguir en custodia de su madre y el novio de esta. El organismo investigó 88 denuncias de abuso desde 2013 y aún así Anthony continuó hasta el día de su muerte en esa vivienda.
Cuando la Policía o los trabajadores sociales iban a la casa, la menor aseguró que les mentía porque su madre la obligaba a no hablar de su padrastro o lo que él les hacía. Leiva también golpeaba a la madre de los menores, de acuerdo a su relato, en el que señaló que solo ella, su otro hermano y Anthony eran castigados todos los días, pero no los demás niños.
Estas declaraciones fueron hechas a puerta cerrada y solo en presencia del gran jurado, ni la defensa ni los acusados estuvieron presentes. Estas audiencias son secretas y las transcripciones permanecen selladas hasta que el gran jurado toma una decisión, que en este caso fue acusar a Leiva y a Barron del asesinato y tortura de Anthony.
Esta semana también se supo que el fiscal Hatami mostró nuevas acusaciones por abuso sexual contra el acusado, las cuales son relevantes al caso y advirtió al juez que la Fiscalía podría presentarlas durante lo que queda del juicio.
"Sabemos que Anthony Ávalos está en el cielo con una pequeña sonrisa en el rostro hoy", dijo el abogado de la familia de la víctima, Brian Claypool, después de que se hicieron públicos los nuevos detalles. "Este caso es más grande que Anthony, necesitamos tener más transparencia para asegurarnos de que esto nunca vuelva a pasar a ningún otro niño".