Los videos parecen de películas: agentes enmascarados, algunos de ellos sin identificaciones oficiales, rompen vidrios de automóviles particulares para extraer a sus pasajeros.
Vidrios rotos, persecuciones y golpes: la escalada violenta de ICE en sus operaciones (algunas contra ciudadanos)
Desde inmigrantes en pasillos de cortes hasta ciudadanos estadounidenses. Los casos de detenciones violentas se multiplican alrededor del país mientras los agentes buscan cumplir con las exigencias de Trump para llevar a cabo deportaciones masivas.

Después, los agentes tiran al suelo a uno o varios individuos para subirlos a un vehículo sin identificación oficial.
Pero las escenas no son ficción. Corresponden a algunas de las tácticas violentas que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) está utilizando para arrestar a miles de inmigrantes en el país.
La escalada ocurre mientras la agencia busca cumplir con las cuotas de detenciones diarias y deportaciones masivas que les exige el presidente Donald Trump.
Algunos casos han quedado registrados en videos de medios o testigos en el lugar. Uno de los más recientes fue el de la inmigrante de origen ecuatoriano Mónica Moreta Galarza. Un agente de ICE la empujó al suelo en el pasillo de una corte de inmigración en Nueva York mientras ella le suplicaba que no arrestaran a su esposo. La familia salía de una audiencia de asilo en el tribunal.
Tras el incidente, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) anunció la suspensión del agente mientras se llevaba a cabo una investigación. Según un reporte de la cadena CBS News, el fin de semana el oficial fue reincorporado a sus funciones.
“Un cheque en blanco para la brutalidad”
Organismos de derechos humanos y defensores de inmigrantes han condenado las tácticas violentas de ICE y acompañado a los afectados a presentar demandas.
La familia de un inmigrante sacado de un vehículo por agentes de ICE de forma violenta en Boston presentó una demanda en junio contra el gobierno por la actuación de las autoridades.
Un video mostró a varios agentes romper el vidrio de la camioneta en la que iba el inmigrante, identificado como Daniel Flores Martínez, a una celebración por el día de las madres. Lo bajaron a la fuerza y lo tiraron al suelo. La familia, aún a bordo del vehículo, imploraba que dejaran al hombre.
En la queja presentada sobre el caso contra el gobierno por la organización Lawyers for Civil Rights, se detalló que Flores iba con su esposa, Kenia Guerrero, y sus tres hijos, todos ciudadanos estadounidenses.
“Los agentes del orden público no pueden abrir la puerta del vehículo sin justificación. El interior de un vehículo, en su conjunto, está protegido por la Cuarta Enmienda contra intrusiones irrazonables”, dijo el abogado Iván Espinoza-Madrigal, director ejecutivo del organismo que defiende a la familia. “La aplicación de las leyes migratorias no puede ser un cheque en blanco para la brutalidad".
Ciudadanos de EEUU sufren la violencia de ICE
Ciudadanos estadounidenses han quedado atrapados en medio de la escalada violenta de ICE mientras la agencia busca cumplir con las cuotas de arrestos marcadas por el gobierno de Trump.
Muchos de ellos han interpuesto demandas en contra del gobierno por haberlos maltratado, herido y detenido de forma injustificada.
Uno de los casos es el de Rafie Ollah Shouhed, dueño de un autolavado en Los Ángeles, quien sufrió varias fracturas de costillas, traumatismo torácico y lesiones en el codo, además de síntomas de traumatismo craneoencefálico, según la demanda. Shouhed es ciudadano estadounidense naturalizado, nacido en Irán.
Las imágenes de videovigilancia del interior del autolavado muestran a un agente federal corriendo por un pasillo. Se topa con Shouhed y lo derriba al suelo. En los videos fuera del autolavado, se ve a Shouhed caminar hacia un agente federal que parece estar deteniendo a uno de sus empleados. Shouhed forcejea brevemente con un segundo agente, antes de que un tercero lo derribe al suelo.
Otros ciudadanos estadounidenses también han presentado demandas de derechos civiles contra el gobierno por haber sido detenidos injustamente durante operativos migratorios en el sur de California.
Entre ellos se encuentra Andrea Vélez, quien fue detenida el 24 de junio camino a su trabajo en el centro de Los Ángeles. Estuvo encerrada dos días y enfrentó un cargo por obstrucción a un agente federal, que finalmente fue retirado.
También está el caso del ciudadano Brian Gavidia. Un video tomado por un amigo el 13 de junio lo mostró siendo empujado contra una cerca por agentes federales mientras gritaba: "¡Nací aquí en los Estados Unidos!".
Gavidia, aterrorizado, fue liberado unos 20 minutos después de que demostró a los agentes que era estadounidense, del mismo modo que le pasó a otro ciudadano detenido en un lavadero de autos en Los Ángeles, de acuerdo con la demanda.
El caso de la queja en Los Ángeles llegó hasta la Corte Suprema luego de que una jueza federal restringió las redadas de ICE en la ciudad. Pero el máximo tribunal revirtió el fallo inferior que había prohibido la detención de personas en función de su raza, idioma, trabajo o ubicación.
La polémica por agresiones contra periodistas
ICE también ha actuado con violencia en contra de periodistas. El martes tres periodistas fueron empujados por un agente migratorio en los pasillos de la corte de inmigración de Nueva York, el mismo lugar donde otro agente empujó al suelo a la mujer ecuatoriana.
Un video muestra cómo dos de los periodistas terminan en el suelo luego de que un agente les grita con insultos que no pueden subir a un elevador en el que otros agentes llevaban a un inmigrante presuntamente detenido.
Uno de los periodistas fue hospitalizado a raíz de las lesiones sufridas. El Comité para la Protección de Periodistas (CPJ), con sede en Nueva York, criticó a ICE por la violencia.
“Los periodistas deben ejercer su profesión sin temor a sufrir acoso ni daños”, dijo en una publicación Jodie Ginsberg, directora ejecutiva del CPJ. “El gobierno estadounidense debe demostrar que defiende la Primera Enmienda y la libertad de prensa. Actualmente, sus acciones no hacen más que socavar las protecciones a las que tiene derecho la prensa”.
Además de esas agresiones, organismos también han exigido que ICE respete el derecho de los estadounidenses a manifestarse en contra de sus acciones. La Unión de Americana de Libertades Civiles (ACLU) le exigió que cese el uso de gas pimienta y otros químicos en contra de manifestantes en Chicago. "El simple hecho de que a la administración no le guste la realidad de que muchas personas en el área de Chicago y en todo el país se oponen ferozmente a sus políticas imprudentes y violentas de aplicación de la ley inmigratoria, no es motivo para responder con estas tácticas peligrosas que arriesgan lesiones físicas graves”.
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