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Guerra al 'overstay': pondrán más de 5,000 sensores biométricos para evitar que la gente se quede al expirar su visa

El gobierno de Donald Trump distribuirá los terminales en los puertos de entrada marítimos, terrestres y aeropuertos de Estados Unidos en un nuevo impulso de su política de 'tolerancia cero'.
29 Abr 2019 – 12:47 PM EDT
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El gobierno de Donald Trump anunció que desplegará más de 5,000 sensores biométricos de huellas digitales en los puertos de entrada al país. El plan tiene como objetivo verificar tanto la entrada como la salida de extranjeros que llegan con una visa al país y se queden más allá del tiempo autorizado por el Servicio de Aduanas y Control Fronterizo (CBP).

La compañía Integrated Biometrics, diseñador y fabricante del sistema, anunció este lunes que el CBP desplegará las estaciones en los puertos de entrada marítimos, terrestres y aeropuertos de Estados Unidos, todo ello como parte del programa US-VISIT.

Dicho programa fue diseñado tras los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 durante el gobierno de George W. Bush (2001-2009).

La nueva tecnología “procesará de forma rápida y precisa a casi 1 millón de personas que ingresan a Estados Unidos diariamente”, dijo la empresa. La mayoría de estos escáneres recién adquiridos ya están en funcionamiento en los aeropuertos más transitados de la nación, incluidos Atlanta, Chicago, Dulles, LAX, Boston, Detroit, JFK, San Francisco y Miami.

“Miles más se instalarán en puertos de entrada controlados por el CBP en los próximos meses”, agregó.

La última extensión

A mediados de febrero el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), bajo cuyo mando opera la CBP, anunció que había comenzado a recolectar huellas dactilares adicionales de visitantes internacionales que llegan al Aeropuerto Internacional de Miami, Florida, una de las terminales aéreas más transitadas del país.

El cambio, anunció entonces el gobierno, buscaba mejorar la seguridad y facilitar el viaje de extranjeros al permitirle a las autoridades federales verificar y chequear la identidad de viajeros de una manera más exacta y eficaz.

"La tecnología biométrica ha revolucionado nuestra capacidad de evitar que individuos peligrosos entren a Estados Unidos desde el 2004. Nuestro avance a la recolección de 10 huellas digitales está apoyado y basado en nuestro éxito, permitiéndonos así enfocar más nuestra atención en ponerle alto a posibles riesgos de seguridad", comentó en esa ocasión Robert Mocny, director del programa US-VISIT.

El US-VISIT coteja las huellas dactilares de un individuo con las bases de datos del DHS (de violadores de las leyes de inmigración) y del FBI (de criminales y terroristas conocidos o sospechosos).

El gobierno argumenta que los resultados de la verificación ayudan a sus agentes tomar decisiones sobre visas y permisos de entrada.

Desde que el programa US-VIST comenzó a operar en el 2004, el DHS ha utilizado información biométrica para prevenir el uso de documentos falsos, proteger a los visitantes del robo de identidad y detener y prevenir la entrada de criminales y personas que violan las leyes de inmigración, asegura el gobierno.

Guerra al ‘overstay’

El anuncio de la ampliación del sistema de registro de visitantes extranjeros ocurre una semana después de que Donald Trump firmara un memorando presidencial donde le ordena a los secretarios de Estado (DOS) y Seguridad Nacional (DHS) que presenten en un plazo de 120 días "recomendaciones" para poner fin al 'overstay' o incumplimiento del tiempo de permanencia autorizado para los extranjeros que ingresan con visa a Estados Unidos.

"Tenemos leyes que deben cumplirse para mantener a los estadounidenses seguros y para proteger la integridad de un sistema donde, en este momento, hay millones de personas que esperan en la fila para venir a Estados Unidos a buscar el sueño americano", dijo el mandatario.

La medida, parte de la política de 'tolerancia cero', fue emitida el mismo día que el gobierno publicó en el registro federal (diario oficial estadounidense) una nueva regla que castigará a los países que demoren o rechacen a sus connacionales deportados por Estados Unidos.

El memorando señala que el principal objetivo es "combatir" la violación del plazo de permanencia autorizado de aquellos extranjeros que entran con visas de no inmigrante al país, principalmente visas tipo B1/B2 para viajes de negocios y/o turismo, cuya estadía máxima no debe exceder los seis meses (180 días).

El documento precisa que el DHS también "explorará formas de reducir el 'overstay' en los países que participan en el Programa de Visa Waiver", una treintena de naciones cuyos ciudadanos no requieren visa para ingresar a Estados Unidos y pueden permanecer hasta un máximo de 90 días.

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