Un hombre de 75 años fue acusado de asesinato en segundo grado, luego de que admitiera que mató a su esposa porque no podía cuidar de ella ni pagar los tratamientos médicos que requería, porque eran muy costosos.
Un anciano confiesa que mató a su esposa hospitalizada porque no podía pagar sus cuentas médicas ni cuidar de ella
Al estar en la habitación Wiggs confesó a su hijo que había asesinado a su madre. El personal del hospital le oyó decir: “Yo lo hice, yo la maté, yo la ahogué”, según una declaración recopilada por la fiscalía.

Ronnie Wiggs confesó lo que hizo a su hijo y el personal médico lo escuchó y lo denunció, por lo que fue arrestado, informó la oficina de la fiscalía del condado de Jackson, en Missouri, en un comunicado el 4 de mayo.
De acuerdo con la fiscalía, el viernes pasado la mujer estaba recibiendo un procedimiento para poder recibir su tratamiento de diálisis. Tras un par de horas en el hospital, el personal médico se percató que no respiraba y comenzaron a realizar las maniobras de resucitación.
El personal médico consiguió restablecer el pulso, pero determinaron que tenía muerte cerebral e hicieron los preparativos para extraerle los órganos, según el comunicado de la fiscalía.
En ese momento, Wiggs ya se había retirado del hospital, por lo que los médicos lo contactaron para continuar con los trámites de su esposa, pero el hombre dijo que su auto no servía, así que no podía ir.
Fue entonces que los médicos llamaron al hijo de la pareja y fue él quien fue a recoger a Wiggs a su casa para que pudiera ir al hospital.
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De acuerdo con la fiscalía, al estar en la habitación Wiggs confesó a su hijo que había matado a su madre. El personal del hospital le oyó decir: “Yo lo hice, yo la maté, yo la ahogué”, según una declaración recopilada por la fiscalía.
El hombre fue detenido por el personal de seguridad del hospital y después entregado a un agente del departamento de policía de Missouri.
Sin embargo, hasta ese momento la víctima no había sido declarada oficialmente muerta. Los médicos informaron a los investigadores que la mujer no tenía funciones cerebrales e iban a suspender cualquier medida de salvamento. La mujer, de quien no se reveló el nombre ni la edad, murió el sábado.
Tras su detención, el hombre confesó a un detective más detalles de su crimen. Dijo que había tapado la nariz y la boca de su esposa para evitar que gritara, según la declaración.
Wiggs también dijo que estaba deprimido y que no podía hacerse cargo de los cuidados y las facturas médicas de su esposa, por ello había intentado matarla en otras dos ocasiones.
El hombre confesó que había intentado matar a su mujer mientras estaba en un centro de rehabilitación, pero que ella se despertó y le dijo que no volviera a hacerlo, según la declaración.
En otra ocasión, lo intentó otra vez mientras estaba hospitalizada, pero no falló porque estaba conectada a varios monitores, contó Wiggs a la policía.
La fiscalía programó una audiencia para este jueves para revisar si es posible fijar una fianza de $250,000.
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