Propaganda vintage: cuando los eslóganes de Clinton se parecían a los de Nixon y los de Trump (un poco) a los de Kennedy

La parafernalia electoral de los 60 y los 70 ha inspirado los mensajes que vinieron después. Clinton y Trump pueden verse ahora reflejados en estos objetos de campañas opuestas.

Cinco niñas vestidas con trajes de papel con los candidatos presidenciales de 1968.
Cinco niñas vestidas con trajes de papel con los candidatos presidenciales de 1968.
Imagen Oregon Historical Society-George Moore Collection

El primer candidato al que apoyó Hillary Clinton, de adolescente, fue Barry Goldwater, el conservador republicano que fue derrotado abrumadoramente en 1964 por Lyndon Johnson.

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Clinton, de una familia tradicional de una pequeña ciudad a las afueras de Chicago, fue cambiando de partido en aquella década. 1968 fue el año de la revolución política también para ella, que pasó de posiciones moderadas republicanas hasta el descubrimiento del feminismo y el partido demócrata de Jimmy Carter.

Una banda para las chicas que apoyaban a Barry Goldwater en 1964.
Una banda para las chicas que apoyaban a Barry Goldwater en 1964.
Imagen The Museum of Democracy/Wright Family Collection

A la vez, algunos de los mensajes de los republicanos de 1960 y 1970 parecen más modernos que los que utiliza ahora Donald Trump.

Mirando a la propaganda electoral de la campaña de Clinton este año se encuentran rastros y símbolos que se parecen a los republicanos de aquellos años. Con Trump se encuentran similitudes con el lenguaje anti-inmigrante de George Wallace o el propio Goldwater. Pero también algunos eslóganes parecidos a los que utilizaba Kennedy en 1960 para representar el cambio.

La Sociedad Histórica de Nueva York muestra ahora una colección de parafernalia electoral de las campañas desde 1960 a 1972. En ella se encuentran algunos mensajes de campañas republicanas que este año se parecen más a los de Clinton que a los de Trump, tal vez por la particularidad de las dos campañas.

El anuncio con el juramento a la bandera.

En 1964, el equipo del republicano Goldwater sacó un anuncio titulado We Will Bury You en que utilizaba imágenes de Nikita Khrushchev amenazando a los embajadores occidentales en la embajada polaca en Moscú y las alternaba con las de niños recitando el juramento a la bandera en una escuela de Estados Unidos. Los niños repetían las palabras mientras el líder soviético decía: “Os enterraremos”, en referencia al capitalismo.

El mensaje del miedo en contraste con la promesa del futuro y la inocencia es un recurso habitual en las campañas políticas, pero este uso específico de los niños se parece mucho al de uno de los últimos anuncios a favor de Hillary Clinton este año.

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En el anuncio de 2016, pagado por el grupo Priorities USA, las imágenes de los niños recitando el juramento se alternan con imágenes de Trump utilizando palabras malsonantes o insultando a algún colectivo.

En otros aspectos, como el proteccionismo y los ataques a los inmigrantes, la propaganda de Trump sí se parece más a la de su homólogo republicano en 1964.

Pero Goldwater incluso mostraba algún guiño internacional en sus ataques contra los demócratas con anuncios en chino.

Un cartel de Barry Goldwater en chino contra la poíltica exterior demócrata.
Un cartel de Barry Goldwater en chino contra la poíltica exterior demócrata.
Imagen María Ramírez

El multiculturalismo de Nixon

El candidato republicano en 1968 tenía mensajes que ahora sorprenderían a la campaña de Donald Trump, que ha centrado su ascenso en votantes hombres y blancos.

La campaña de Nixon mostraba en sus carteles a personas de todos los colores e incluso repartía chapas con las distintas nacionalidades para que hicieran campaña a su favor, por muy minoritarias que fueran: “eslovenos por Nixon”, "checos por Nixon", “sirios por Nixon”.

Un cartel de la campaña de Nixon en 1972.
Un cartel de la campaña de Nixon en 1972.
Imagen María Ramírez

Éste es el mensaje que representa ahora mejor a la campaña de los demócratas. Su victoria, de hecho, depende directamente de las comunidades más diversas del país, en particular de los negros y los hispanos.

Los jóvenes

Nixon también apostaba por el voto joven, el que tradicionalmente se ha ido con los demócratas.

En 1968, un anuncio suyo alababa a los jóvenes que podían "cambiar el mundo".

La victoria de Clinton depende ahora de su capacidad de movilizar a los jóvenes y aunque en el caso de Nixon no era tan exagerado, la competición a tres (también se presentaba el racista George Wallace) le daba una oportunidad de presentarse como el conservador más moderado y centrista.

Richard Nixon con jóvenes seguidores en una parada de campaña en 1972.
Richard Nixon con jóvenes seguidores en una parada de campaña en 1972.
Imagen The Richard Nixon Presidential Library and Museum (NARA)


El cambio

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La campaña de John F. Kennedy es conocida por los primeros debates televisivos, que revolucionaron la carrera de 1960 y que probablemente le hicieron ganar unas elecciones muy ajustadas. Pero las canciones y chapas eran aún muy básicas.

El jingle del cambio en 1960 es una buena de demostración de la simplicidad de los mensajes.

Su mensaje a favor del cambio lo acerca más a los eslóganes de Trump. Para Clinton, el mensaje del cambio es más difícil de explotar por su dilatada carrera política y su participación en la actual Administración.

“El cambio que ya llega tarde” y “depende de ti, depende sólo de ti" de Kennedy se parecen más al "soy tu voz” de Trump.

Los insultos

Los más imaginativos y los más ofensivos con los insultos en los años 60 eran los demócratas. Este año, los ataques más agresivos se encuentran en las camisetas, las chapas y las palabras del candidato republicano.

Así invitaban los demócratas a destronar a Nixon.

Un W.C. y un papel higiénico contra Richard Nixon en la campaña de 1972.
Un W.C. y un papel higiénico contra Richard Nixon en la campaña de 1972.
Imagen María Ramírez