Una vez más la estela de Donald Trump en campaña es acompañada por escenas de violencia. Sucedió este martes cuando manifestantes protestaron a las afueras del Centro de Convenciones de Albuquerque, Nuevo México, donde el virtual nominado republicano pedía el voto.
¿Fortalecen a Trump las protestas violentas?
Es probable que escenas de tensión como las de este martes en Nuevo México continúen hasta el final de la campaña. Los demócratas están divididos sobre cómo afrontarlas.
Por:Fernando Peinado
Antes de sus discursos, la campaña de Trump pide por megafonía a sus seguidores que no usen la violencia.
Imagen AP
Las hogueras, puertas rotas y piedras volando por el aire recordaron a los disturbios que estallaron en marzo en el centro de Chicago cuando activistas hispanos y afroamericanos consiguieron que el empresario cancelara su evento, como se habían propuesto.
En esta ocasión la protesta había sido convocada con fines pacíficos por grupos de activistas hispanos que consideraban "un insulto" la visita del empresario al estado, el más latino del país. Muchos portaban banderas de México, algo que Trump resaltó en un tuit en la mañana del miércoles.
"Los manifestantes en Nuevo México eran bandidos que ondeaban la bandera de México. El mitin dentro fue grande y bonito, pero fuera, ¡criminales!", tuiteó.
Otros eventos de campaña del empresario se han visto salpicados por imágenes desagradables como las de jóvenes con las caras ensangrentadas en Carson, California. En muchas otras ocasiones, la tensión ha sido alta pero no llegó a las manos. A menudo partidarios y detractores intercambian insultos separados por la policía.
Tensa recta final
Es probable que las protestas continúen hasta el final de la campaña, dado que Trump ha hecho poco para calmar los ánimos y su repudio sigue siendo alto entre buena parte de la población.
Cada vez que es interrumpido en sus discursos, el empresario suele responder con provocaciones. Este martes cuando varios entre el público en Albuquerque gritaron en su contra, él respondió con un: "Vuelvan donde su mami" y "¡Sáquenlos de aquí!".
"¿Este niño quién es?, parece que todavía usa pañales", se burló de un joven que protestaba.
Otras veces ha dicho que le gustaría golpearles y ha prometido pagarle el abogado a los seguidores suyos que se vean involucrados en violencia.
Pero desde hace poco, antes de sus discursos los asistentes escuchan por megafonía un mensaje en que se les pide que no usen las manos contra los que protestan y que en su lugar reaccionen gritando: "Trump, Trump, Trump".
Después de los sucesos del 12 de marzo en Chicago, el candidato ha parecido querer evitar los eventos en el centro de las grandes ciudades. Así, un día después canceló un evento en Doral, uno de los suburbios de Miami, después de que activistas proindocumentados concocaran una protesta por Facebook.
Pero lo cierto es que las protestas suelen enaltecer los ánimos de los votantes de Trump, quienes se sienten atacados injustamente y resaltan que ellos no tratan de boicotear los eventos de los candidatos demócratas.
Por ahora es improbable que hayan conseguido dañar la imagen del empresario y más bien podrían tener un efecto contrario al deseado por sus organizadores, al movilizar a los seguidores del candidato republicano.
Tres días después de los disturbios de Chicago, Trump arrasó en las primarias del 15 de marzo en Illinois, Florida y Carolina del Norte cuando los votantes aún tenían frescas en la retina las perturbadoras imágenes.
"Impedir una violencia mayor"
Mientras, los que reaccionan abiertamente contra Trump suelen decir que lo hacen como expresión de frustración y rabia. Algunos confían en que su agitación pueda servir para alertar al país del riesgo de un Trump presidente. En Tampa, Florida, la joven Dezeray Lyn que en marzo estuvo a punto de llegar a los puños con un votante del republicano, parecía dispuesta a convertirse en martir.
"Estoy tratando de impedir una violencia mayor. Corremos el riesgo de que mucha gente acabe muriendo por las políticas racistas de Trump. Él está creando la violencia", le dijo a Univision tras su riña.
Una de las convocantes de la manifestación de este martes en Albuquerque, Cecilia Frescas, le dijo a Univision este miércoles que la acción había sido planeada como un evento pacífico y familiar con momentos para la poesía y la danza que lamentó pasaron desapercibidos para la mayoría de medios de comunicación.
Como muchos otros detractores de Trump, Frescas entiende que el comportamiento más agitado de algunos se explica como una reacción a la retórica y propuestas "incendiarias" del candidato.
""Al final la protesta se volvió caótica, pero son emociones verdaderas", dijo Frescas, que pertenece al Southwest Organizing Project, un grupo de activistas de color de Nuevo México.
Dilema demócrata
La violencia en las protestas contra Trump plantea un dilema para los demócratas, que están divididos sobre cómo afrontarlas.
La probable rival demócrata de Trump, Hillary Clinton, ha culpado a Trump de incitar la violencia que estalla en sus eventos y le ha llamado "pirómano político".
En una entrevista en marzo con MSNBC, Clinton animó a protestar contra Trump de modo pacífico y advirtió del peligro de boicotear sus discursos.
"Creo que, sabes, tiene más sentido probablemente marchar con carteles, participar en protestas pacíficas fuera de los eventos. Pero lo mejor que pueden hacer es organizarse contra alguien que incita a la violencia, que es beligerante, que está dividiendo nuestro país y hacer que pierda por la fuerza de los votos", dijo Clinton.
Bernie Sanders, que de joven fue arrestado por promover la desobediencia civil, ha dicho que "no debería sorprendernos que haya una respuesta" contra Trump.
El senador por Vermont también ha llamado al republicano un "mentiroso patológico" por acusar a su campaña de organizarlas.
Mientras, el presidente Barack Obama ha recomendado evitar los boicots.
En un discurso de graduación en la Howard University en Washington DC, Obama lanzó un mensaje a quienes protestan contra Trump, sin mencionar su nombre.
"No lo hagan. No importa lo ridículo u ofensivo que puedan encontrar las cosas que salen de su boca. Porque como solía decirme mi abuela, cada vez que habla un loco, manifiesta su propia ignorancia" dijo Obama.
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