Neal Scott, un hombre negro que vivía en la calle, ha entrado y salido varias veces de prisión por poseer drogas. En mayo de 2015 vivió su último arresto. Le encontraron una pequeña cantidad de cocaína y una pipa de crack. Le dieron cinco años de prisión, pero nadie le ofreció un tratamiento para rehabilitarse.
Cada 25 segundos alguien es arrestado en EEUU por posesión de drogas para consumo personal
Human Rights Watch presentó este miércoles un informe que pone en cifras la criminalización de quienes consumen drogas, detenidos hasta tres veces más que aquellos que cometen otros delitos, como homicidio e incluso violaciones.

La historia está en la primera página del informe 'Every 25 seconds: the human toll of criminalizing drug use in the United States', publicado este miércoles por Human Rights Watch (HRW). El documento plantea que en el país la policía realiza incluso tres veces más arrestos por posesión de droga que por otros crímenes –incluidos homicidios, robos o violaciones sexuales.
"Cada 25 segundos en Estados Unidos alguien es arrestado por el simple acto de tener drogas para su uso personal", se lee en el reporte en el que también contribuyó la organización de protección de los derechos civiles, ACLU.
En números, esto equivale a más de 1.25 millones de detenciones por esta causa cada año. Además, el castigo se resume en años de prisión, incluso por poseer cantidades de droga tan pequeñas como el equivalente a una bolsita de azúcar para el café.
Un asunto racial

Uno de los hallazgos de la investigación es que el factor racial influye en los arrestos a pesar de que blancos y negros utilizan drogas en tasas similares. En el país, "los adultos afroamericanos están dos veces y media más propensos a ser arrestados por posesión de narcóticos que los blancos", se lee en el informe.
María McFarland Sanchez-Moreno, codirectora del programa de Estados Unidos de HRW, dijo a Univision Noticias que en Manhattan, Nueva York, los negros incluso tienen 11 veces más probabilidades de ser detenidos que los blancos. En estados como Iowa o Dakota del Norte el chance es de seis a uno.
"Pobres y afroamericanos son desproporcionadamente más detenidos", explica McFarland y enumera las consecuencias: "En algunos casos pierden sus viviendas, el derecho a votar en elecciones, sufren de discriminación a la hora de buscar empleo de nuevo y el estigma de haber sido condenados por un delito".
El estudio concluye que existen "disparidades consistentes" en el número de detenciones entre negros y blancos para todos los tipos de drogas, no solo cuando se trate de marihuana.
A la cárcel por unos gramos
Recién en agosto, el presidente Barack Obama conmutó las sentencias de 214 presos federales que habían cometido delitos no violentos y cumplían largas sentencias, incluyendo a 197 individuos condenados a cadena perpetua. Se trató entonces del mayor perdón otorgado por presidente alguno desde el año 1900.
En esa ocasión, el presidente urgió al Congreso trabajar un proyecto de ley que permita reformar el sistema penal vigente. Más temprano, en marzo, Obama había pedido dedicar menos recursos a la criminalización de los adictos y más para sus tratamientos.
Human Rights Watch plantea esta realidad a través de las historias de los condenados. Durante su investigación, entrevistaron en prisión a más de 100 personas en estados como Texas, Louisiana, Florida y Nueva York, todos procesados por tener cantidades de droga que "claramente" eran para uso personal, precisa HRW.
En el caso de Texas, más de 78% de quienes fueron arrestados por esta razón en 2015 poseían menos de un gramo y aún así fueron sentenciados a prisión.
Así, por ejemplo, presentan el caso de Bill Moore, un hombre de 66 años que vivía en Dallas y que cumple una pena de tres años de cárcel por 0.0202 gramos de metanfetaminas. Y el de Héctor Ruiz, a quien le ofrecieron seis años de prisión por haber acumulado 0.007 gramos de residuos de heroína en un bolso vacío.
Para la codirectora del programa de Estados Unidos de HRW, María McFarland Sanchez-Moreno, resulta "extraño' que la policía realice una "inversión masiva de recursos" en este tipo de delitos. "Si el objetivo es disminuir el consumo de drogas la decisión es absolutamente ineficaz, porque el consumo no ha bajado en los últimos 40 años", asegura.
En 2015, Obama informó alarmado que la tasa de muertes por sobredosis de heroína se había cuadruplicado entre 2002 y 2013. Habló de la "epidemia" de las drogas.
La solución es clara para McFarland: "Se debe despenalizar el consumo e invertir recursos en programas que informen sobre los riesgos y en tratamientos para quienes lo necesiten".
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