Comandantes de EEUU estiman que un ataque a Corea del Norte dejaría unos 10,000 soldados heridos o muertos

Las estimaciones son el resultado de un simulacro de guerra realizado hace varios días en el Comando del Pacífico en Hawaii. Las bajas civiles serían aún mayores.

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Un simulacro de guerra organizado por comandantes de las fuerzas armadas de Estados Unidos la semana pasada determinó que en la eventualidad de un ataque militar a Corea del Norte el número de muertos o heridos dentro de las fuerzas estadounidenses podría ascender a 10,000.

La operación, denominada "ejercicio de mesa" estuvo encabezada por el jefe del Ejércirto, general Mark A. Milley, y el jefe del Comando de Operaciones Especiales, general Tony Thomas, entre otros.

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Los planes han sido adelantados ante la posibilidad de que la crisis por el desarrollo del programa nuclear norcoreano con fines bélicos termine en un conflicto, en caso de que las presiones internacionales no den resultados para que el régimen de Kim Jong Un ponga fin a sus pruebas de misiles balísticos y bombas atómicas.


Entre los retos que enfrentaría un ataque de esas proporciones es la habilidad de las fuerzas estadounidenses en la Península de evacuar a sus heridos, especialmente si se produce un contraataque norcoreano con armas químicas, algo muy probable.

Los datos del simulacro a los que tuvo acceso el diario The New York Times , detallan que las fuerzas armadas estadounidenses tendrían que movilizar un gran número de aviones de vigilancia desde el Medio Oriente y Africa hacia el Pacífico.

Los generales fueron claros al afirmar que este ejercicio no significa que ya se haya tomado una decisión de atacar a Corea del Norte, especialmente por la insistencia del presidente Donald Trump en torno a que todas las opciones están sobre la mesa y que el régimen de Pyongyang enfrentará "fuego y furia" en caso de que no ponga fin a su programa nuclear.

Ya el propio secretario de Defensa, Jim Mattis, reconoció que un ataque tendría consecuencias "catastróficas", por lo que la vía de las presiones diplomáticas sigue siendo el camino de mayor consenso.


En todo caso, si se llegase a producir el conflicto, además de los 10,000 soldados estadounidenses muertos o heridos, cientos de miles de civiles morirían, especialmente si se toma en cuenta que una gran ciudad como Seúl, la capital de Corea del Sur, está a pocas millas de la frontera con Corea del Norte, donde habitan unas 10 millones de personas, aunque si se habla de su área metropolitana ese número se eleva a unos 25 millones.

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"El potencial costo humano de una guerra fue tan grande que en un punto durante el ejercicio el general Milley recalcó que 'la brutalidad de esto será más allá de la experiencia de cualquier soldado vivo'", reseña el Times citando oficiales que participaron en el simulacro.

Los juegos de guerra se llevaron a cabo en Hawaii, sede del Comando del Pacífico.

Estos ejercicios ocurren en momentos de distensión tras los Juegos Olímpicos de Invierno llevados a cabo en Corea del Sur, donde las delegaciones de las dos Coreas desfilaron juntas en su inauguración e incluso el equipo de hockey sobre hielo femenino estuvo integrado por atletas de ambos países.

Las fuerzas militares estadounidenses también hacen la salvedad de que cualquier operación militar debe contar con el visto bueno de Corea del Sur.