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Elecciones 2016

La ola migratoria que podría cambiarle el color político a Florida

Demócratas y republicanos siguen con atención el impacto electoral que pueda tener el desembarco masivo en Florida de puertorriqueños
18 Nov 2015 – 07:10 PM EST
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Por Fernando Peinado @FernandoPeinado desde Orlando, Florida

En la disputada contienda presidencial por el estado de Florida, votantes como la puertorriqueña Diana Pérez podrían ser decisivos para inclinar la balanza electoral. 

Llegada a Orlando hace dos meses desde la isla, Pérez forma parte de la ola migratoria de puertorriqueños que está transformando la demografía de la región central de Florida, el estado indeciso o swing state más codiciado por los candidatos a las elecciones presidenciales de 2016.


Pero la política es de momento una de las últimas preocupaciones de esta puertorriqueña de 45 años originaria de la ciudad de Mayagüez, que aún tiene que encontrar empleo y casa.  "No sé ni cuándo se vota, mi mente no está en eso", dice acompañada de sus dos hijos, frente a unas mesas para inscribir votantes en un evento comunitario celebrado recientemente en Orlando.

El comportamiento que estos nuevos votantes puedan tener en 2016 es observado con atención por demócratas y republicanos, conscientes de que podrían alterar el complicado equilibrio en el estado, dominado al norte por el color rojo de los republicanos y al sur por el azul demócrata. 


El centro de Florida se ha convertido en la región preferida por decenas de miles de puertorriqueños que huyen de la recesión en la isla, que se prolonga por más de una década.  De acuerdo con el centro Pew, una cifra récord de 84,000 personas abandonó Puerto Rico el año pasado para establecerse en el territorio continental de Estados Unidos, lo que supone un 34% más que en 2010.

Muchos puertorriqueños de Nueva York y Nueva Jersey, estados que durante décadas fueron el destino prioritario de los isleños, también están llegando a la zona, atraídos por oportunidades de empleo en el sector servicios y de turismo.

Según estimaciones del gobierno de Puerto Rico, unas 1,000 familias llegan cada mes al área metropolitana de Orlando, donde ya viven casi 400,000 puertorriqueños.


Indecisos

Mientras que los puertorriqueños establecidos en la parte continental de Estados Unidos desde hace décadas suelen votar abrumadoramente demócrata -83% en las presidenciales de 2012, según la consultora Latino Decisions- los recién llegados desde la isla tienen menos inclinaciones por uno u otro partido.

Soraya Márquez coordinadora en Florida del grupo Mi Familia Vota, que promueve el registro electoral de latinos, dice que los nuevos votantes puertorriqueños tienden a inscribirse como independientes. "Alrededor de un 30% de los inscritos este año no tienen afiliación", dice Márquez. Mi Familia Vota ha inscrito en 2015 a unos 8,000 nuevos votantes en Florida, de los cuales casi la mitad son puertorriqueños.

Por otro lado, queda por ver si esos votantes inscritos normalmente en eventos comunitarios que suelen tener un gancho festivo o de oferta de servicios públicos, realmente acudirán a las urnas el día clave. En la isla, los puertorriqueños suelen votar en masa, pero cuando se trasladan a los estados, y consecuentemente adquieren el derecho al voto en las presidenciales, su participación disminuye, según Matt Barretto de Latino Decisions. 

Barretto atribuye esa abstención a la falta de incentivo para votar en Nueva York o Illinois, estados con gran número de puertorriqueños, donde los demócratas tienen la victoria casi asegurada. En Florida y Nueva Jersey, sin embargo, la participación es algo mayor. "Los puertorriqueños de la isla se movilizan en masa por el asunto de la estadidad o independencia", dice Barretto.

La menor participación de puertorriqueños en los estados con respecto a los isleños también se debe a que muchos de los recién llegados desconocen el sistema político, que es diferente al de la isla, indica la investigadora Ariana Valle, de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA). "Los partidos políticos de Puerto Rico no son paralelos a los de Estados Unidos, no son comparables y eso les confunde", dice Valle.


Una sola voz

Otra pregunta abierta es cuánta influencia tendrá sobre estos nuevos votantes la severa crisis económica en la isla. Hace un mes, cientos de políticos y representantes cívicos de la isla y el resto del país s e dieron cita en Orlando en lo que los organizadores calificaron como el primer intento para que los puertorriqueños tengan una sola voz frente a Washington en la solución de los problemas fiscales y de desempleo en la isla.

La reunión fue organizada por asociaciones puertorriqueñas con la asistencia de la Administración de Asuntos Federales de Puerto Rico, una agencia del gobierno isleño, y se definió como no partidario. Concluyó con el acuerdo de hacer presión común sobre Washington para que atienda los problemas de la isla.

El Congreso se ha opuesto por ahora a peticiones de activistas y representantes puertorriqueños para reformar la ley que impide al territorio declararse en bancarrota. Esa opción aliviaría la presión de los acreedores, que reclaman más de $72,000 millones.

Varios candidatos han hecho promesas de campaña en visitas a la isla. La demócrata Hillary Clinton ha apoyado que la isla pueda declarar bancarrota, una opción que es también respaldada por el aspirante a la nominación republicana Jeb Bush, exgobernador de Florida, pero rechazada por su contrincante, el senador por Florida Marco Rubio.


En este escenario cambiante, los demócratas confían en ganar la fidelidad de los recién llegados.

Barack Obama ganó Florida en 2008 y 2012 gracias a los puertorriqueños, según el demócrata Darren Soto, senador estatal en Florida que compite ahora por un escaño como representante en el Capitolio de Washington. "(Los puertorriqueños) han sido un grupo decisivo en las últimas dos elecciones así que continuarán siéndolo en la próxima", le dice a Univision Noticias. En 2012, Obama ganó Florida por un margen muy estrecho: 50% frente a un 49.1%.

El analista republicano Eduardo Fernández dice que a los votantes puertorriqueños recién llegados les importa la isla, pero la prioridad para ellos será su nuevo entorno. "Lo que les importa es lo de acá, los servicios que les vamos a proveer, como educación o sanidad", dice Fernández. 

Valle, la investigadora de UCLA, que trabaja en su tesis doctoral sobre la ola migratoria en Orlando, dice que la mayoría de los ochenta recién llegados a los que ha entrevistado no se identifica con ningún partido político, pero al mismo tiempo nota poco interés político.

"Pueden tener un impacto fuerte (en el resultado electoral en Florida) si salen a votar, ése es el gran interrogante", dice Valle. 

Si finalmente lo hacen, Puerto Rico, un territorio de ciudadanos que no votan, podría tener un protagonismo inusual en las elecciones de 2016.

Para preguntas, ideas y críticas, fpeinado@univision.net

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