Esta latina fue de vacaciones y la asesinaron: la Policía atrapó a los sospechosos gracias a sus celulares

Marisela Botello Valadez desapareció al salir de un club nocturno de Dallas, Texas, y su cadáver fue localizado cinco meses después en una zona boscosa de Wilmer. Las torres de comunicación en esos lugares facilitaron la captura de tres sospechosos, de acuerdo con la Fiscalía.

Video A Marisela Botello la llevaron a una casa en Mesquite, Texas, donde alguien la mató, según autoridades en Dallas

Varios asesinatos resueltos revelan que los celulares se han vuelto los peores enemigos de los criminales, porque estos dejan un rastro de información que pueden seguir los detectives. Fue la técnica que ayudó a la Policía de Dallas, en el norte de Texas, para detener a tres sospechosos de matar a una joven hispana que vacacionaba en esa ciudad a principios de octubre de 2020.

Marisela Botello Valadez, de 23 años, salió acompañada de un hombre del club nocturno Select Star durante la madrugada del 5 de octubre. Ella estaba en ese municipio visitando a un amigo y el día que la vieron por última vez debía tomar un vuelo para volver a su casa en Seattle, Washington, según las autoridades.

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Su desaparición fue reportada el 6 de octubre y comenzó una intensa búsqueda. Cuando se cumplían 10 días sin saber nada de ella, su madre Ernestina Valadez le dijo a Univision Dallas que aún tenía esperanzas de encontrarla con vida. "Tenemos mucho miedo que la hayan golpeado, que la hayan asaltado. No sabemos qué haya pasado con ella", expresó con pesar.

Pero cinco meses después, el 24 de marzo de este año, su cuerpo fue encontrado por una persona en una zona boscosa cerca de la intersección de las carreteras Post Oak y East Belt Line, en Wilmer, Texas.

La fiscalía de Dallas informó que los registros de teléfonos celulares ayudaron a los investigadores para descubrir que Botello Valadez estuvo en una casa de Mesquite, al este de Dallas, con los tres acusados: Charles Anthony Beltrán, de 32 años; Nina Tamar Marano, de 49, y Lisa Jo Dykes, de 58.

Esa misma información reveló que los celulares de Dykes y Marano estuvieron durante la noche del 5 de octubre en el mismo lugar en Wilmer donde localizaron el cadáver de la joven.

Además, encontraron manchas de sangre en la casa de Mesquite, donde vivían Beltrán y Dykes. “Se encontró que la evidencia de ADN tomada de las alfombras del dormitorio de Beltrán coincidía con Botello Valadez”, señala la Fiscalía en un comunicado.


Los sospechosos habrían intentado borrar las huellas del crimen. De acuerdo con una declaración jurada, ellos limpiaron la casa, pero los detectives encontraron “rayas de color marrón y rojo, con apariencia de sangre, debajo de la alfombra". Al momento se desconoce la causa de muerte de la joven.

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En una cuenta en GoFundMe, un familiar de Botello Valadez así describió el incidente: “Marisela Botello hizo el que creía iba a ser un viaje de fin de semana a Dallas, Texas, pero nunca regresó a casa”.


De acuerdo con testigos, la joven fue sola al club nocturno en un auto del servicio de transporte privado Lyft la noche del 4 de octubre y jamás volvió a la casa de su amigo en Dallas. Desde esa noche no hubo actividad en sus cuentas bancarias, redes sociales, ni en su celular, señala un reporte policial.

A finales de marzo, poco después del hallazgo del cadáver, la Policía arrestó a Marano y a Dykes en operativos separados en Florida. Y el 2 de abril alguaciles federales capturaron a Beltrán en Utah.


“La Policía de Dallas continúa buscando justicia para la familia de Marisela Botello Valadez… La persecución implacable de estos criminales se realiza por nuestras víctimas y sus familias”, dijo Eddie García, jefe de ese departamento, en un tuit que anunció la captura de Beltrán.

Un gran jurado del condado de Dallas acusó formalmente a los tres sospechosos por cargos relacionados con el asesinato de Botello Valadez. Ellos fueron imputados este miércoles.