LOS ÁNGELES, California.- Parecía un viaje en crucero ideal para reconciliar a un matrimonio roto de California. Volaron a España para abordar un barco pero, cinco días después, ella desapareció mientras navegaban el mar Mediterráneo. Entonces, nadie dudó que se había tratado de una terrible tragedia.
Engañó a su exesposa con una reconciliación en un crucero, pero su plan era matarla y cobrar $1 millón
Un abogado de Florida fue encontrado culpable por el asesinato de su expareja hace 14 años en el mar Mediterráneo. Los detectives descubrieron que la llevó de paseo para matarla y quedarse con la herencia.


El cadáver de Micki Kanesaki, de 52 años, fue descubierto flotando la tarde del 27 de mayo de 2006 en la costa de Paola, en Italia. Unas horas antes su exesposo, Lonnie Loren Kocontes, voló de regreso a California.
La historia dio un viraje dos años después, cuando el Buró Federal de Investigaciones (FBI) descubrió que Kocontes, quien era abogado, intentó transferir $1 millón que había heredado por dicha muerte a varias cuentas bancarias que tenía con su nueva pareja. Parte de ese dinero provenía de la venta de una casa donde vivió el matrimonio en Ladera Ranch, un vecindario adinerado del sur de California.
La Fiscalía federal confiscó el dinero y presentó un caso de decomiso de bienes en un tribunal.
Al seguir la madeja, los detectives encontraron suficiente evidencia para acusar a Kocontes del asesinato de Kanesaki. La Fiscalía del condado de Orange, en California, presentó cargos en su contra el 13 de febrero de 2013 y, dos días después, fue arrestado en su nuevo hogar en Safety Harbor, Florida, al otro lado del país. Desde entonces ha permanecido tras las rejas.
Este lunes, tras deliberar durante menos de una hora, un jurado lo declaró culpable.
A jury deliberated for less than an hour today before convicting an ex-lawyer of strangling his ex-wife and throwing her body overboard during a Mediterranean cruise 14 years ago. Press Release:https://t.co/lds9vgxtQ3 pic.twitter.com/dz38jmfQJg
— OCDA Todd Spitzer (@OCDAToddSpitzer) June 16, 2020
En el juicio, los fiscales dijeron que el 21 de mayo de 2006 la pareja había volado a España para subirse a un crucero que recorrería el Mediterráneo. El 25 de ese mes pasearon por la ciudad de Messina, en Italia, y regresaron al barco. Ella fue vista por última vez alrededor de las 11 pm.
Esa misma noche o durante la mañana siguiente, Kocontes la estranguló y lanzó su cuerpo al mar. Más tarde la reportó como desaparecida. El día 27 encontraron su cadáver.
Kocontes dijo en el juicio que se había divorciado de Kanesaki, se había vuelto a casar y luego se había divorciado nuevamente para cuando reservó el crucero. Afirmó que se habían reconciliado y planeaban volver a contraer matrimonio.
“Yo no maté a mi esposa”, declaró ante el jurado, alegando que había tomado una pastilla para dormir en el barco y que al despertar ya no encontró a su mujer.
Pero los investigadores creen que el viaje en crucero fue solo una trampa para asesinarla y fingir que se había tratado de un accidente fatal.
“El acusado pensó que cometió el crimen perfecto al arrojar a la víctima por la borda desde el balcón de un crucero en medio del océano”, dijo el fiscal del condado de Orange, Todd Spitzer, en un comunicado el 15 de junio.
“Pero cometió un error. A pesar de toda su laboriosa planificación para elegir el barco perfecto, la habitación perfecta y el momento perfecto para cometer el asesinato, el hecho de que la estranguló antes de arrojarla por la borda nos dio la evidencia para condenarlo por asesinato”, señaló el fiscal.
La autopsia determinó que Kanesaki falleció por asfixia, no por ahogamiento. El dictamen forense dejó a Kocontes como uno de los principales sospechosos del homicidio.
Este hombre se enfrenta ahora a una condena de cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional. Su sentencia se programó para el 18 de septiembre.
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