Un empleado de la Oficina de Aduanas y Control Fronterizo (CBP) en California se encuentra bajo custodia federal por ser considerado el principal sospechoso del secuestro y posible muerte de su esposa, una inmigrante de El Salvador que él trajo hace unos años para casarse con ella. La mujer fue vista por última vez el 6 de mayo de 2016, cuando ambos fueron a bailar buscando una reconciliación.
La trajo de El Salvador y se casaron: ahora está acusado de matarla y desaparecer el cadáver
Eddy Reyes, quien trabaja para la Oficina de Aduanas y Control Fronterizo en Los Ángeles, fue arrestado bajo sospecha de haber raptado y asesinado hace cinco años a su esposa, una inmigrante centroamericana. Hasta este momento su cadáver no ha sido localizado.

Eddy Reyes ha negado estar detrás de la desaparición de la madre de su hijo, Claudia Sánchez Reyes. Pero los detectives de la Policía de Santa Ana, en el condado de Orange, en California, afirman tener evidencia suficiente para llevarlo a juicio, como un rastro de sangre de Claudia en una camioneta que Reyes alquiló, mensajes de texto enviados desde el celular de ella que despertaron sospechas y testimonios que lo describen como un marido abusivo y extremadamente celoso.
El sospechoso, quien trabaja en la oficina del CBP en Long Beach, en el condado de Los Ángeles, conoció a Claudia en un viaje que hizo a El Salvador en 2011. Ella tenía 16 años y él 25. Ambos comenzaron un noviazgo a distancia y él viajaba a ese país cada dos meses para verla. La joven se embarazó y nació el hijo de ambos en marzo de 2012. Las autoridades lo identifican con la inicial ‘E’. Dos años después, Claudia y su hijo fueron traídos por Reyes a Estados Unidos.

El drama que Claudia padeció en este país ha sido descrito en una declaración jurada de 81 páginas que redactó un detective de la Policía de San Ana. Una mujer que trabajaba con ella en un restaurante de la cadena El Pollo Loco les dijo a los investigadores que sabía sobre el abuso físico y psicológico que Claudia padecía en su casa, y que en una ocasión fue víctima de una agresión corporal que la hizo sangrar.
También los compañeros de Reyes en el CBP conocían sus pleitos maritales y celos desaforados. Una empleada federal contó a la Policía que en una ocasión él l preguntó si su hijo, quien había estado en una pandilla, estaría interesado en recibir dinero por golpear a quien creía era el amante de Claudia.
A otro compañero, Alex Cruz, lo convenció para que investigara a su esposa tratando de confirmar si lo engañaba. Le pagó 300 dólares. Cruz reveló a los detectives que espió a la mujer afuera del local de El Pollo Loco y le robó el celular cuando esperaba el autobús. Dijo que no aceptó poner cámaras en su apartamento y que salió mal con Reyes cuando le reclamó si estaba coqueteando a su esposa.
Claudia también tenía una mala relación con su suegra: en una ocasión ella la amenazó con matarla y quitarle a su hijo por considerar que “no era digna” de estar casada con Reyes, de acuerdo con la declaración jurada.
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¿Dónde está Claudia?
Los constantes problemas de esta pareja llevaron a una breve separación a finales de abril de 2016, solo unos días antes de que Claudia desapareciera.
Reyes le pidió una segunda oportunidad y la invitó a bailar la noche del viernes 6 de mayo de ese año. Ella salió del restaurante en el que había trabajado unos seis meses y se subió a una camioneta alquilada conducida por su esposo.
“Fue esa noche o la mañana siguiente cuando Claudia fue asesinada”, afirma la Policía.
El domingo siguiente ella no se presentó a trabajar. Sus compañeros en el restaurante y familiares en El Salvador recibieron mensajes de texto desde el celular de Claudia que consideraron extraños. Uno de estos pedía avisarle a su “patrona” que estaba enferma, pero despertó sospechas porque ella siempre se refería a su supervisora como “jefa”.
Al mismo tiempo, la madre de Claudia en Centroamérica recibió un mensaje escrito en el cual le decía que había estado “durmiendo”, que conoció a alguien y había dejado de amar a su hijo y a su esposo. Le dijo que se iría a Nueva York en autobús con un hombre “de ojos azules” y que no tendría conexión telefónica durante varios días. Jamás respondió a las llamadas que le hizo su madre.
“Las personas que recibieron los mensajes de texto los consideraron sospechosos y fuera de lugar para Claudia, a quien describieron como devota y sobreprotectora de su hijo, a quien nunca dejaría”, menciona la Policía.
El 11 de mayo de 2016, Reyes reportó la desaparición de su esposa en la Policía de Santa Ana. Cuando él fue entrevistado por los investigadores afirmó que había visto a Claudia por última vez la noche del sábado 7 de mayo, cuando la dejó en un restaurante McDonald's en Santa Ana, “donde dijo que ella se estaba reuniendo con amigos para ir a clubes”.
Declaró que dejó a Claudia en el lugar y la vio subir a una camioneta de color negro conducida por una mujer desconocida. También aseguró que él había alquilado una camioneta SUV, en la cual la recogió, para hacer un viaje de campamento al día siguiente en la zona desértica en el sureste de California. Reyes ya no quiso seguir hablando con los investigadores y contrató a un abogado.
Al registrar el vehículo que rentó, la Policía encontró una gota de sangre de Claudia y un perro entrenado para localizar cadáveres guio a los detectives hacia el asiento trasero de la SUV. Hasta este momento, la Policía no ha encontrado el cuerpo de esta salvadoreña.
“Existe una causa probable para creer que Reyes (…) usó celulares, una cuenta de Facebook y un auto alquilado en apoyo del secuestro y asesinato de su esposa, Claudia Reyes”, concluye la acusación.
Agentes del Buró Federal de Investigaciones (FBI) registraron el jueves la casa de Reyes en South Park Vine en Orange. Se llevaron objetos que agregaron a la lista de evidencia. Los vecinos dijeron al canal ABC7 que escucharon que los oficiales hicieron perforaciones en el lugar.
Reyes compareció el jueves en una corte federal y por ahora solo se le acusa del secuestro de Claudia.






















