Hace tiempo que en California no se veía una acción policial tan grande contra una pandilla. Sucedió en días recientes en el Valle Central y el objetivo eran los ‘Norteños’, pues dos miembros de esa peligrosa banda han sido acusados de perpetrar una horrenda masacre “al estilo de un cartel” contra seis integrantes de una familia, entre ellos una adolescente de 16 años y su bebé de 10 meses.
Operación Pesadilla: la acción policial que arrestó a 26 pandilleros tras masacre de una familia en California
Varias agencias del orden implementaron un operativo simultáneo enfocado en la pandilla los ‘Norteños’, que está vinculada a la matanza de una familia hispana en Goshen.
Al menos 17 agencias del orden, incluyendo la DEA y el FBI, participaron en la llamada ‘Operación Pesadilla’ que concluyó este viernes con 26 arrestos y decomisos de armas de fuego y droga. Un total de 97 propiedades fueron allanadas en acciones coordinadas que se realizaron durante cuatro días.
Al mismo tiempo, policías ingresaron a celdas de miembros de la banda carcelaria ‘Nuestra Familia’, cuyos cabecillas dirigen las actividades criminales de los ‘Norteños’ y de cientos de pandillas hispanas del norte de California. Los registros sucedieron en varias prisiones del estado, resultando en confiscaciones de varios teléfonos celulares y armas, de acuerdo con las autoridades.
La Oficina de Alguaciles del condado de Tulare, que dirige la investigación de la masacre, indicó en un comunicado que también desmantelaron una “operación ilegal para fabricar armas de fuego”, que consistía en elaborar artesanalmente rifles y pistolas sin número de serie, impidiendo que las autoridades puedan rastrearlos. Estas armas “fantasma” las vendían a otros pandilleros.
En los escondites de la pandilla los policías encontraron partes para ensamblar rifles tipo AR-15 y pistolas automáticas, de acuerdo con el comunicado.
A principios de febrero, las autoridades arrestaron a dos ‘norteños’ que habrían asesinado a la familia en su casa en Goshen en enero. Se trata de Ángel Uriarte, de 35 años, y Noah Beard, de 25.
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En un artículo del diario Los Angeles Times se menciona que uno de los sospechosos, Uriarte, es parte de la familia Anala, que a lo largo de los años ha estado en pleito con los Parraz. Eso incluye tiroteos, ataques violentos y amenazas. Ciertos miembros de la familia Anala, entre ellos Uriarte, están afiliados a los ‘Norteños’; mientras que algunos Parraz son parte de la pandilla rival ‘Sureños’. Ellos viven en el mismo barrio en Goshen, una zona en disputa entre bandas callejeras.
Lo que hasta ahora no está claro es cuál fue el detonante para que Uriarte y Beard irrumpieran en la casa de los Paraz y mataran con saña a seis personas.
El alguacil describe una escena espeluznante, en la que la adolescente Alissa Parraz trató de escapar lanzando a su bebé, Nycholas, por una cerca. Pero no lo lograron. Cuando la policía llegó al sitio los encontró con un tiro de gracia. Otros cuatro familiares suyos también fueron asesinados a tiros.
Las otras víctimas son Rosa Parraz, de 72 años; Marcos Parraz, de 19; Eladio Parraz, de 52; y Jennifer Analla, de 50. Rosa Parraz era la bisabuela del bebé Nicolás. Tres personas sobrevivieron a la masacre.




















