Hombres latinos cuentan con los peores índices de graduación en Nueva York

Sólo la mitad de los estudiantes hispanos varones termina la secundaria y, en consecuencia, pocos llegan a la universidad. Sin embargo, existen iniciativas que los están apoyando.

Los hombres latinos en Nueva York presentan los peores índices de graduación en la ciudad.
Los hombres latinos en Nueva York presentan los peores índices de graduación en la ciudad.
Imagen diego_cervo/iStock

A pesar de que cada vez más hispanos acaban la secundaria en Estados Unidos, la disparidad entre los estudiantes latinos varones frente a otros grupos continúa preocupando al sector de la educación. Los alumnos hispanos se sitúan por debajo de las latinas en las tasas de graduación del high-school en trece estados, según el último informe de Schott Foundation, así como de los estudiantes de ambos géneros entre blancos, afroestadounidenses y asiáticos. Esto imposibilita su llegada a la universidad y, por ende, su futuro profesional.

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Mientras que Alaska, Maine y Virginia Occidental lideran la lista de los estados con los datos más positivos para los latinos varones, Nueva York, Connecticut y Utah se sitúan a la cola. Según el informe, en los estados con la mayor disparidad entre latinos y blancos la diferencia es de un 21% de media en la tasa de graduación de la secundaria.

En Nueva York, donde un 29% de la población es hispana, las cifras de graduación de la secundaria para los hispanos varones son especialmente bajas. Sólo 573 de cada 1,000 chicos hispanos terminan la secundaria. Nuevamente, esto está por debajo de los asiáticos, los blancos y los de raza negra, según los últimos datos del Departamento de Educación de Nueva York.

La disparidad frente a las latinas en concreto a la hora de llegar hasta la universidad se debe a las diferencias intrínsecas entre ellos, que acaban marcando sus oportunidades académicas. "El problema no está en las tasas de graduación en sí, sino en las oportunidades académicas que recibe cada uno", explica Deborah Santiago, investigadora de la organización Excelencia in Education. De acuerdo a la experta, tres puntos que provocan este desequilibrio:

· En comparación con las latinas, los chicos latinos tienden a escoger menos asignaturas de preparación universitaria durante el secundaria, y eso les afecta negativamente a la hora de postular.

· Los hombres prefieren empezar a trabajar antes, en lugar de continuar con sus estudios.

· Su modo de aprendizaje se basa más en proyectos y métodos prácticos, pero la enseñanza actual fomenta más las lecciones y el conocimiento teórico y conceptual. Por esto, los jóvenes latinos se sentirían alienados durante la experiencia educativa.

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Todo esto provoca que los hispanos salgan menos formados para la etapa universitaria. El principal programa que está intentando mejorar estos negativos indicadores de Nueva York es la Young Men's Initiative (YMI), impulsada por la administración del exalcalde Michael Bloomberg en 2011. A través de mentorías y trabajo en las escuelas, el programa busca reducir el número de suspensiones de los alumnos hombres, algo que afecta especialmente a hispanos y jóvenes de raza negra, y aumenta la probabilidad de que los alumnos dejen la escuela.

Pero para mejorar estos índices es importante desarollar otras habilidades específicas, como escribir una buena carta de presentación para la postulación universitaria o saber cómo solicitar ayuda económica. IMPACT, un programa enmarcado dentro de YMI, está destinado especialmente a esta parte del proceso. En colaboración con City University of New York (CUNY), educa a estudiantes universitarios para que actúen de mentores para alumnos de un diploma de equivalencia escolar o el High School Equivalence Diploma (HSE), un título más alcanzable para estudiantes que no pueden cumplir con las obligaciones de un título convencional. Los resultados ya se están viendo en el Bronx Community College, donde han aumentado los índices de nuevos alumnos latinos y afroestadounidenses, así como el porcentaje de permanencia y graduación.

Otro frente en el que la ciudad está trabajando es en el de los maestros. Hoy sólo un 8,3% de los profesores en Nueva York son hombres de raza negra, latinos o asiáticos. La ciudad está intentando revertirlo con NYC Men Teach, una iniciativa que pretende añadir a 1,000 maestros de minorías a las aulas en los próximos tres años. Esta falta de profesores hombres y latinos genera una brecha entre esta población y el proceso educativo.

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"Hay una desconexión cultural, los profesores han tenido que aprender cuáles son las experiencias de sus estudiantes, cuando los para la policía casi todos los días, qué pueden traer a las aulas que sea relevante para sus vidas diarias, y qué están haciendo: '¿Reprimendo más a las chicas? ¿Me fijo siempre en el mal comportamiento entre los chicos? ¿Cuando un chico se comporta mal, lo castigo en lugar de intentar entenderle?", explica Adriana Villavicencio, investigadora en la Universidad de Nueva York (NYU).

Más profesores latinos y hombres ayudarían a entender mejor los problemas por los que pasan los estudiantes. "La mayor inversión en relación a los maestros ha sido formarles en Educación Culturalmente Relevante. Se trata de una pedagogía enfocada a retar a los profesores a que hagan relevantes sus enseñanzas para la cultura, la raza y las circunstancias de cada alumno", explica Villavicencio. "Y también, y esta es la parte difícil, anima a los profesores a que sean conscientes de sus propios prejuicios, pues una gran mayoría de los profesores de Nueva York son blancos, y estamos hablando de una iniciativa para jóvenes de color".

Los expertos dicen que es importante tener en cuenta que el joven latino toma muchas de sus decisiones guiándose por su grupo de amigos, y a la hora de escoger su camino educativo, suele mirar a sus compañeros para encontrar la respuesta. Por esta razón, los grupos de apoyo que ha implementado la secundaria High School of Law and Public Service son una pieza fundamental en los buenos resultados de esta escuela. Esta iniciativa busca que los propios alumnos sean mentores para el resto de la clase, animándose a obtener buenas calificaciones y luchando juntos en el reto de llegar hasta la universidad. "Es muy poderoso, he asistido a varios de estos talleres y ves a los chicos apoyándose entre ellos", explica Villavicencio sobre la iniciativa de esta escuela del norte de Manhattan. " Esto no se ve normalmente. Se aplauden cuando consiguen una buena calificación. Uno de ellos logró un 80% en el GPA y le congratularon. No se sienten 'too cool to do well in school'. Es muy especial verlos".

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Bajo esta premisa nació también Urban Ambassadors, un programa del Departamento de Educación que escoge a estudiantes de distintas escuelas y los prepara para entrar en las universidades más prestigiosas del país, aquellas que no habrían considerado. Realizan intensas sesiones de orientación durante más de dos años. A su vez, son aconsejados por mentores individuales, y los preparan para el exigente proceso de las aplicaciones de acceso. De momento, el alcance del programa no tiene la suficiente extensión para valorar su éxito a gran escala, pero los buenos resultados que está dando en escuelas como la Brooklyn School for Math and Research aportan esperanza. “Para nosotros, se trata de que todos lo logremos", dijo el dominicano Efrin Martínez, del centro educativo de Brooklyn a Chalkbeat, "porque quiero que mis hermanos también lleguen lejos".

La participación de la familia es otro de los retos pendientes, especialmente entre latinos. "Muchos padres no saben ayudar a sus hijos a entrar en la universidad", señala Villavicencio. "Les gusta estar más cerca de sus hijos en la etapa elemental y la media, pero una vez llegan a la secundaria se implican menos. No es porque no les importe, sino porque sus hijos ya son mayores, la relación es diferente, y se piensan que el colegio ya está haciendo todo esto", añade la investigadora, "y a veces están demasiado ocupados, tienen dos trabajos, ellos mismos no fueron a la universidad, ¿cómo se supone que van a ayudar a sus hijos?".

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Mirando al futuro, desde Excelencia in Education solicitan mayor inversión en la familia, y subrayan la necesidad de que ya desde la escuela primaria se marquen los pasos para que el alumno continúe su desarrollo educativo hasta la universidad y obtenga las capacidades necesarias para una carrera profesional satisfactoria. También piden fomentar el interés entre los latinos por las asignaturas STEM (Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas). Por último, señalan la importancia de formar al profesorado, y de que haya maestros latinos para inspirar a los alumnos.

Pero el ejemplo de otros también tendrá una labor importante en resolver este problema y eso se puede lograr con matrículas universitarias más asequibles. "Necesitan ver a gente como ellos en la universidad", concluye la investigadora Deborah Santiago.