Nueva York anunció que interrumpirá en 2019 el servicio del tren L por 18 meses, aislando de Manhattan a los barrios hípsters de Brooklyn. Entre bromas irónicas y genuina consternación, los jóvenes (las familias latinas) del barrio de Bushwick, en Brooklyn, luchan por adaptarse, empleando las herramientas de que disponen. El resultado: estos formidables mapas que, basados en datos, revelan el verdadero impacto del anuncio del MTA (Autoridad Metropolitana del Transporte, por sus siglas en Inglés).
“(El cierre) tiene gran repercusión en nosotros”, dice a CityLab Stuart Lynn, de la empresa de mapeo CARTO. “Nosotros estamos integrados a la comunidad”.
Cuatro mapas explican el efecto del cierre del tren L en Nueva York
En estos gráficos es posible ver los vecindarios más afectados y cómo sus residentes tendrán que buscar alternativas.


El L funciona en algunas áreas de escaso transporte público
La ciudad de New York puede tener el sistema de transporte más extenso del país, pero no todos sus barrios están igualmente dotados de medios para moverse. A propósito, el tren L circula por zonas carentes de estos medios.
El primer mapa de CARTO, a continuación, muestra las calles recorridas más comúnmente (y a una distancia correspondiente a 30 minutos a pie) por quienes viajan a diario buscando acercarse a una estación de la L. Mientras más gruesa sea la línea rosada en el mapa, mayor será el número de personas que caminan ese trayecto:
En el noroeste y suroeste de la ruta, la red de líneas color rosa se extiende más allá del eje de la L, lo que sugiere que las personas caminan mayor distancia para tomar el tren. Los diseñadores del mapa agregan lo siguiente:
"Mientras más lejos del L radiquen las personas del este, más alternativas viables tienen para llegar hasta Manhattan en el mismo o similar tiempo de viaje, cambiando a otra línea antes del túnel (por ejemplo, la A en el complejo de estaciones Broadway Junction)".
Muchas familias de bajos ingresos dependen del L
El segundo de los mapas muestra los índices de pobreza en zonas aledañas al L. Mientras más ligero el púrpura sobre un barrio, mayor su número de residentes con bajos ingresos. En total, los creadores del mapa estimaron que 18,889 familias de dicho grupo dependen de este servicio. Si el cierre del Metro de DC indica algo, es que son los pasajeros pobres quienes cargan todo el peso de las interrupciones por mantenimiento.
Dónde hay mayor necesidad de ayuda
Para llevar su análisis demográfico un poco más lejos, CARTO examina grupos de barrios con indicadores de pobreza similares. Bushwick, Brownville y East New York, y South Williamsburg se cuentan entre los de más alta pobreza (en púrpura), según el estudio. Greenpoint, por su parte, tiene barrios pudientes (en verde).
El propósito de este mapa consiste en aislar las áreas “que no tendrían recursos financieros ni flexibilidad laboral para absorber una crisis aún mayor del transporte”, señalan los gestores del mapa, de modo que la ciudad pueda definir bien qué zonas debe asistir durante la interrupción.
Las mejores rutas alternativas
Tras el anuncio del cierre, quienes toman a diario el L han estado considerando vías alternativas. Es posible que la ciudad emplee autobuses adicionales durante la interrupción para favorecer la ida y la vuelta de estos pasajeros entre Manhattan y Brooklyn. Para la elaboración de este mapa, los chicos de CARTO asumen que estos buses sustitutos van a moverse entre las paradas de Lorimer, en Williamsburg, y Union Square, en Manhattan. Sin tráfico, ese viaje tomaría unos 20 minutos, estiman.
Basados en esta realidad, los creadores del mapa creen que l a mayoría de los usuarios llegarían más rápido a Manhattan si cambian a una línea de metro diferente lo antes posible, en lugar de tomar el autobús todo el trayecto. Aquellos que viven en zonas próximas a las sombreadas de amarillo en el siguiente mapa, por ejemplo, harían bien si cambiaran al tren M en la parada de Myrtle-Wyckoff. Por su parte, los pasajeros en la región azul deberían cambiar a la línea A en Broadway Junction. Únicamente aquellos que vivan cerca de las cinco estaciones del L más próximas a Manhattan se beneficiarían tomando el bus que cruza el Puente de Williamsburg.
Este artículo fue publicado originalmente en inglés en CityLab.com.









