“Queremos que el gobierno funcione como un catalizador, no solo como proveedor de servicios”, dijo Gabriella Gomez-Mont, la fundadora y directora de Laboratorio Para La Ciudad, en la conferencia CityLab 2016 en Miami este lunes.
Cómo fomentar la participación cívica en una época de desilusión política
El Laboratorio para la Ciudad, en la capital mexicana, compartió sus métodos en la conferencia de CityLab 2016.

Es una meta ambiciosa, pero la urbanista enumeró varios programas que han promulgado en el laboratorio para lograrlo: el ley de la Ciudad Abierta en México, el proceso de “crowdsourcing” para la constitución de la ciudad, y el programa de “ Los Peatoniños”, que cierra las calles a los autos para que los niños puedan jugar libremente.
Pero lo más impresionante de su presentación fue el proyecto de “mapatón”, el cual intentó contribuir a resolver el serio problema de transporte público en el DF. En esta ciudad de 22 millones de personas, solo un 30% de la población usa auto privado. El metro subterráneo mueve a 5 millones de personas cada día, pero la mayoría de la ciudadanía se transporta usando el enorme e informal sistema de microbuses, con unos 14 millones de viajes en estos cada día. Por ser un sistema informal, el gobierno municipal no tiene el conocimiento de lo más básico: las rutas de cada microbús. Sin esto, no pueden realistamente ejecutar cualquier mejora para el sistema, explica Gómez-Mont.
Pero mapear tantas rutas diversas es una tarea enorme. Y aquí es donde introdujeron un método de participación cívica que podría sonar poco efectivo: conseguir ciudadanos voluntarios hicieran esta tarea a través de un juego en el teléfono móvil. Laboratorio para la Ciudad hizo un concurso por toda la ciudad, en donde jugadores podían conseguir puntos por cada ruta que mapeaban en el app. La reacción fue sorprendente hasta para ellos: 4,000 personas participaron, jugando unos 700 juegos. En cuatro semanas, pudieron mapear la misma cantidad de rutas que a ellos les habría demorado un año y medio.
“¿Por qué participó la gente?”, dijo Gómez-Mont . “En esta época de desconfianza en el gobierno, por qué nos querían ayudar?”. La urbanista mantiene que esto es una cuestión de la sociedad, más que del gobierno. Ella opina que hay interés en la ciudad en participar en la vida pública. “Pero tenemos que hablar en su lenguaje”, dice.
Aquí puedes ver un video sobre por qué un joven del DF quiso participar en el juego del mapatón. Él ha mapeado 17 rutas solo.“Aquí yo vi una oportunidad a conocer otras partes de mi ciudad”, explicó.
“En Ciudad de México, un 50% de nuestros ciudadanos tienen menos de 30 años. ¿Cómo creamos un gobierno que sea emocionante para esta generación que sí quiere participar cuando hablamos en su idioma?”, dijo Gómez-Mont, al terminar su charla. El trabajo realizado por el Laboratorio de la Ciudad parece un buen punto de partida para responder esta pregunta.










