¿Les conviene a los alcaldes acoger una convención política?
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Para los alcaldes con ambiciones políticas elevadas —como por ejemplo, presentarse para un cargo público superior— acoger una convención presidencial como la republicana en Cleveland esta semana o la Convención Demócrata en Filadelfia la semana que viene podría presentar una aparente oportunidad de mostrar orgullosamente tanto sus ciudades como sus propios talentos políticos.
Pero, cuando un alcalde acoge una convención política de uno de los partidos principales, ¿qué tanto le permite avanzar esto en su carrera? ¿Realmente ayuda a llegar a cargos superiores como gobernador o bien congresista?
No mucho que digamos, parece ser la respuesta
Un estudio reciente encabezado por Eric Heberlig —un profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de Carolina del Norte en Charlotte— fue publicado en la revista académica Urban Affairs Review. Este examina varios factores que influyen en el éxito de alcaldes estadounidenses. Un aspecto particularmente interesante del estudio fue un análisis de la trayectoria política de los alcaldes después de haber acogido convenciones políticas. La trayectoria de los alcaldes anfitriones se comparó con las de los alcaldes que solicitaron por las convenciones sin conseguirlas y las de los alcaldes en general. En total los autores del estudio incluyeron los desenlaces políticos finales de alcaldes en 104 ciudades a lo largo de 20 años (entre 1992 y 2012).
Según la investigación, las convenciones presidenciales pueden desempeñar un papel único en los logros y en la carrera de un alcalde. Estos eventos le permiten a un alcalde no sólo demonstrar que pueden traer un evento grande a su ciudad, sino que también permiten aumentar la visibilidad del alcalde frente a miembros influyentes del partido y donantes, lo cual a su vez puede allanar el camino hacia un futuro político de mayor envergadura.
Esto resulta particularmente cierto para los alcaldes que acogen a su propio partido político en su ciudad (el caso con el 58% de los alcaldes que acogieron convenciones, según dice el estudio).
Basados en los datos que los autores del estudio aportaron a CityLab, la tabla que aparece a continuación lista los alcaldes que acogieron convenciones y sus trayectorias políticas subsecuentes.
Anfitrión | Ciudad | Convención | Trayectoria política |
---|---|---|---|
Dianne Feinstein | San Francisco | 1984 DNC | Elegida como senadora de California |
Andrew Young | Atlanta | 1988 DNC | Se presentó a gobernador y perdió |
Sidney Barthelemy | Nueva Orleans | 1988 RNC | Reelegido, se jubiló |
David Dinkins | Nueva York | 1992 DNC | Perdió la reelección |
Bob Lanier | Houston | 1992 RNC | Reelegido 2 veces, jubilado |
Richard M. Daley | Chicago | 1996 DNC | Reelegido 3 veces, jubilado |
Susan Golding | San Diego | 1996 RNC | Reelegida, se presentó a senadora y perdió |
Richard Riordan | Los Ángeles | 2000 DNC | Se presentó a gobernador y perdió |
Ed Rendell | Filadelfia | 2000 RNC | Elegido gobernador de Pensilvania |
John Street | Filadelfia | 2000 RNC | Reelegido, jubilado |
Thomas Menino | Boston | 2004 DNC | Reelegido 2 veces, jubilado |
Michael Bloomberg | Nueva York | 2004 RNC | Reelegido, jubilado |
John Hickenlooper | Denver | 2008 DNC | Elegido gobernador de Colorado |
R.T. Rybak | Minneapolis | 2008 RNC | Reelegido, se presentó a gobernador y perdió |
Chris Coleman | St. Paul | 2008 RNC | Reelegido |
Anthony Foxx | Charlotte | 2012 DNC | Designado Secretario de Transporte de EEUU |
Bob Buckhorn | Tampa | 2012 RNC | Reelegido |
Rick Baker | St. Petersburg | 2012 RNC | Jubilado |
Sin lugar a dudas, algunos de los alcaldes en esta lista son bastante conocidos: Michael Bloomberg, Richard Daley, Tom Menino, Diane Feinstein, Ed Rendell y John Hickenlooper, entre otros.
Sin embargo, según el estudio, acoger una convención no parece tener un efecto significativo en las carreras de los alcaldes en general. Esto se aprecia al observar la comparación de las trayectorias de carrera de los alcaldes que acogieron convenciones con las de los alcaldes que fracasaron en su intento de atraerlas, junto con las trayectorias de un grupo de control de los otros alcaldes.
Los alcaldes que acogieron convenciones fueron más ambiciosos que los otros. Aproximadamente un 27% de sus decisiones en cuanto a sus carreras políticas fueron presentarse a cargos superiores, en comparación con un 9% de las decisiones de alcaldes cuyas solicitudes por convenciones no se dieron y un 8% de todas las demás decisiones de carrera tomadas por los alcaldes.
Pero la ambición no necesariamente condujo al éxito para los alcaldes anfitriones. De los ocho alcaldes que acogieron convenciones que luego se presentaron para cargos públicos superiores, sólo tres ganaron (37.5%), comparado con dos de los cuatro alcaldes que no lograron traer convenciones a sus ciudades (50%) y 29 de 61 alcaldes del grupo de control (47.5%). Por supuesto, es importante tomar en cuenta los tamaños pequeños de las muestras de los primeros dos grupos de alcaldes, tal como nota el estudio.
De acuerdo a esto, acoger una convención no tiene ningún efecto significativo a nivel estadístico en la trayectoria de un alcalde. Si bien los alcaldes piensan que las convenciones con clave para avanzar sus carreras y para conseguir un cargo público superior, estos tipos de megaeventos impresionan poco a los votantes a largo plazo. Tal como Heberlig le dijo a CityLab: “La manera en que la mayoría de los votantes toman decisiones [se basa] en la identificación con el partido y si reconocen el nombre del candidato. Entonces, si bien una convención que dure varios días puede destacar a un alcalde, eso sólo tiene resonancia hasta cierto punto. Una persona que queda a unos condados más allá le preocupa más el crimen y los empleos cuando deciden cómo votar”.
Los hallazgos principales del estudio quizás sean noticias poco alentadoras para alcaldes, pero sí son buenas noticias para ciudades. Los alcaldes —particularmente los que son políticamente ambiciosos— históricamente han solido pasar lo alto los datos que demuestran que acoger un megaevento puede ser un derroche de dinero y hace poco para estimular la economía de una ciudad. Ojalá que lleguen a entender la cruda realidad política que conseguir convenciones presidenciales (sin mencionar los otros tipos de megaeventos) no garantiza para nada que sus carreras políticas avanzarán.
Este artículo fue publicado originalmente en inglés en CityLab.com.