Julián Castro antes de dejar su cargo: “Muchos piensan en la discriminación de vivienda como si fuera algo del pasado, pero hoy es una preocupación real”

El secretario de de Vivienda y Desarrollo Urbano de EEUU, uno de los latinos más importantes en la administración de Obama, cree que la vivienda asequible debe ser un tema que una a políticos de ambos partidos.

El ex secretario de Vivienda y ex alcalde de San Antonio, Julián Castro.
El ex secretario de Vivienda y ex alcalde de San Antonio, Julián Castro.
Imagen Getty Images

En 2015, la Corte Suprema tomó una decisión que, aunque imperfecta, consolidó la forma en que se ha interpretado la Ley sobre Vivienda Equitativa de Estados Unidos. El fallo sobre “el impacto dispar” de esta, afirmó que una política de vivienda que afecta negativamente a las minorías de manera desproporcionada cuenta como discriminación racial, incluso si ese no es el propositivo explícito de tal política. El fallo considera los resultados, no sólo el propósito.

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Esa decisión aseguró que el Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano de EEUU (HUD) —bajo el liderazgo del secretario Julián Castro— podría tomar un paso importante hacia la implementación de la regulación titulada Affirmatively Furthering Fair Housing (Promover la Vivienda Equitativa Afirmativamente o AFFH por sus siglas en inglés), la cual refleja la misión a largo plazo de EEUU de revertir la segregación con la vivienda. Al introducir una nueva herramienta de evaluación comunitaria del AFFH en 2015, el HUD ha logrado un progreso tangible para llegar a esta meta, al darles a las comunidades un plan para construir un futuro menos segregado.

Tanto la decisión de la Corte Suprema como la inauguración de la herramienta para AFFH han hecho que el HUD fuera un departamento particularmente significativo durante el segundo término del presidente Barack Obama. Y el fuerte impacto de la crisis nacional en cuanto a alquileres asequibles ha vuelto al HUD todavía más importante. Esta crisis de vivienda es amplia y profunda, atraviesa fronteras políticas y demográficas y afecta a hogares en cada lugar del país.

Por esto causó cierta conmoción (o tal vez no fue ninguna sorpresa) cuando el presidente electo Donald Trump nombró a Ben Carson —antiguo candidato presidencial quien sugirió que no tenía la experiencia para administrar una agencia a nivel del gabinete— como el sucesor del secretario Castro. A medida que Castro se prepara para entregar su puesto al próximo secretario, habla de sus logros en cuanto a la vivienda equitativa y asequible, el impacto de la acechante reforma tributaria en la vivienda por todo el país y sus creencias sobre lo que debe ocurrir después.

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¿Cómo está pasando su último mes en la administración Obama?

Estamos trabajando hasta el último día. Hace poco logramos la aprobación de la prohibición de fumar en la vivienda pública. Tenemos un par de otros fallos en los que estamos trabajando. El presidente ha encomendado a todos —tal como ha dicho muchas, muchas veces— a cerrar nuestro periodo con fuerza y eso es lo que haremos. Seguiremos adelante hasta el final y usaremos cada minuto de las oportunidades que tenemos para atender al pueblo estadounidense, especialmente familias con pocos recursos que necesitan personas que estén trabajando a su favor.

¿Ha tenido algún contacto con el equipo de transición? ¿El HUD ha recibido algunos memorandos preguntando sobre políticas o personal, tal como los memorandos recibidos por los Departamentos de Energía y del Estado?

Me he reunido con cuatro miembros del equipo de transición, el cual fue encabezado por John Bravacos. Me reuní con ellos hace aproximadamente dos semanas y tuve una reunión muy buena. Ellos se han reunido con muchos individuos diferentes dentro del HUD. Hay un proceso que el equipo de transición ha estado pasando. También me comuniqué con el doctor Carson la semana pasada. Tuvimos una oportunidad —de manera muy introductoria— de conectarnos y hablar sobre la importancia de la misión del HUD. Le aseguré que queremos hacer todo lo que podamos para tener una transición fácil y proveerle cualquier información que él o su equipo necesiten a medida que él se prepara para sus audiencias de ratificaciones.

Para contestar tu otra pregunta, no sé de ningún otro tipo de pedido parecido para ese tipo de información como el que vimos con el Departamento de Energía. Que yo sepa, nada parecido ha sido solicitado de HUD.

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¿Carson tuvo algunas preguntas para usted?

No en este momento. Fue una llamada muy, muy introductoria. Sólo unos cuantos minutos para decir que nos reuniremos pronto. Espero que cuando empiece el nuevo año que nos reunamos durante la primera o segunda semana de enero. No entramos en una conversación sobre políticas ni preguntas sobre operaciones en el departamento. Fue una llamada de muy alto nivel.

Esta administración ha presenciado logros significativos en esfuerzos en cuanto a la desegregación de vivienda. Para empezar, tuvimos la decisión de la Corte Suprema que reconoció el prejuicio implícito en la Ley para la Vivienda Equitativa y luego la implementación de la regla Affirmatively Furthering Fair Housing (Promover la Vivienda Equitativa Afirmativamente). ¿Puede describir cómo se veían esos esfuerzos desde su escritorio?

Hemos tomado pasos audaces para asegurar que haya igualdad de condiciones cuando se trata de oportunidades de vivienda en EEUU. El mejor ejemplo de esto ha sido Affirmatively Furthering Fair Housing (AFHH por sus siglas en inglés) y específicamente la herramienta para evaluar vivienda equitativa que las comunidades entregarán a HUD. Muchas veces las personas piensan en la discriminación en el mercado de vivienda como si fuera algo del pasado, pero hoy es una preocupación real. Asegurar que exista igualdad de condiciones es algo que todos tienen un papel en hacer, desde individuos a organizaciones privadas a organizaciones sin fines de lucro al sector público. Affirmatively Furthering Fair Housing es una manera en que el HUD puede poner su parte para asegurar que exista igualdad de condiciones. Hasta la fecha hemos tenido una implementación exitosa con las primeras comunidades que forman parte de la evaluación de vivienda equitativa. Espero que eso continúe. Le comuniqué al equipo de transición de la próxima administración la importancia de AFFH y de la vivienda equitativa. Mi esperanza es que la labor fuerte en este sentido continúe.

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¿Le preocupa que la administración Trump revierta este progreso en cuanto a la desegregación?

Quizás la mejor forma de decirlo es que me preocupa la idea de retroceder. Hay tanto que hay que hacer para lograr que las condiciones sean iguales, incluso en 2017. Lo que vemos en el mercado de vivienda, lo que vemos en comunidades en todo EEUU, es que tenemos asuntos pendientes cuando se trata de asegurar que todos, sin importar el color de su piel u origen, tengan el mismo nivel de oportunidad para tener éxito. En este país no creemos en garantizar los mismos resultados para las personas, pero sí creemos en garantizar la oportunidad. De eso se trata la vivienda equitativa.

Por supuesto, me preocupa ir hacia atrás. Pero vamos a hacer todo lo que podamos para enfatizarle a la nueva administración la importancia de esta labor. También están nuestros defensores en el Congreso, hay defensores en la comunidad defensora y también en el sector privado para este tipo de labor. Tengo la esperanza de que seguirá.

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Los créditos fiscales otorgados a constructores de viviendas para familias de bajos ingresos (LIHTC por sus siglas en inglés) siguen siendo el mejor instrumento federal para la construcción de nueva vivienda asequible. Sin embargo, el valor relativo de estos créditos fiscales podría cambiar bajo la reforma fiscal. ¿Cómo estos créditos fiscales pueden mantener su utilidad y seguir haciendo el trabajo que hacen en un ambiente en que las tarifas fiscales corporativas serán reducidas enormemente para cumplir con las promesas del presidente electo Trump?

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Primero, los LIHTC son una herramienta indispensable para crear más oportunidad de vivienda asequible. Se necesita más que nunca. Cada año, aproximadamente 100,000 unidades de vivienda asequible se construyen debido a los LIHTC.

No voy a especular sobre cuáles tipos de reforma fiscal quizás funcionen o no, pero sí voy a decir tres cosas. Tu pregunta subraya la necesidad para que cualquier reforma fiscal se realice de manera meditada en cuanto su impacto en los LIHTC y en el mercado de viviendas. Segundo, subraya la necesidad de que los estados sean inteligentes en cuanto a sus QAP ( qualified application plans o planes de asignación de créditos a personas con derecho a recibirlos). Hay mucho trabajo que se puede hacer a nivel estatal para sacar mayor partido del dinero usado para los LIHTC si los estados son inteligentes en cuanto a sus QAP. Y, tercero, resalta algo de la importancia del trabajo que hemos realizado con los LIHTC. Especialmente estoy pensando en los DDA (Difficult Development Areas o Áreas Difíciles de Desarrollar). Básicamente, hemos cambiado a una aplicación más matizada de un estímulo mediante los LIHTC según los códigos postales o secciones censales en lugar de [asignarlas a] áreas completas y realmente dar un estímulo donde es más difícil construir un complejo asequible de vivienda. Ese tipo de trabajo matizado se volverá cada vez más importante para que los LIHTC retengan su valor.

Usted mencionó los papeles de los estados. Quisiera explorar eso. Basado en el plan “Better Way” (Mejor Manera) de Paul Ryan —presidente de la Cámara de Representantes— parece probable que mucha de la ayuda dirigida hacia familias de bajos ingresos en EEUU se convertirá en subvenciones en bloque. Eso pondría estos programas de ayuda bajo mayor criterio de los estados. ¿Piensa que esto significa que estos programas están en riesgo?

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Eso depende de qué tan seriamente los estados tomen su responsabilidad de asegurar que esos recursos se asignen de acuerdo con la misión a la que estén destinados. Sucede igual con cualquier programa federal: algunos estados hacen un buen trabajo y otros estados no lo hacen tan bien. Eso lo vemos con subvenciones en bloque para el desarrollo comunitario. Los resultados varían. Yo me sentiría más cómodo con dejar a los programas como están en términos de su enfoque porque creo que tenemos un buen equilibrio de fondos que van directamente a los estados frente a fondos que van directamente a las comunidades locales. Con los LIHTC tenemos un enfoque en que el gobierno federal puede colaborar con los estados en cuanto a la manera en que administran el programa. Estoy conforme con estos programas de la manera en que están.

Eso no quiere decir que no puede haber mejorías. Pero no creo que masivas subvenciones en bloque son la solución. Esta idea fue propuesta por lo menos una vez antes a mediados de los años 90, después de que Newt Gingrich y su grupo del 94 tomaron control del Congreso. La idea de convertir al HUD en básicamente unos cuantos programas de subvenciones en bloque. No creo que eso sea la solución. Más bien al contrario, debemos ser más matizados que eso con toda la complejidad de los retos que tenemos.

Durante la administración Obama, hemos visto increíbles avances con la tecnología y especialmente con el papel que desempeña la tecnología en el gobierno. ¿Podría describir algunas de las maneras en que la tecnología ha transformado el trabajo del HUD?

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Uno de los retos más grandes que hemos tenido en el HUD es a nivel operativo, dentro de la organización. Nuestros sistemas de informática son horribles. Muchos son reliquias de décadas pasadas. Uno de los asuntos más grandes que hemos tenido es simplemente mejorar nuestros sistemas. Hemos logrado algunos buenos avances a lo largo de los últimos cuantos años. Hemos empezado a usar servicios compartidos, hemos mejorado algunos de nuestros sistemas informáticos. Hay muchísimas necesidades informáticas que tenemos internamente con las que no se está cumpliendo ahora. Mi esperanza es que se cumplirán con ellas.

Yo vi el otro extremo de esta ecuación como alcalde. El beneficio tremendo que puedes obtener de darle fuerza a una comunidad con la tecnología. Ya sea que consista en permitir a la gente registrar quejas o pagar multas o enterarse de información sobre reuniones de una app o en línea. El HUD ha creado un par de apps, tenemos una app de vivienda equitativa Pero hay mucho que aún podríamos hacer para darle fuerza a la gente mediante la tecnología.

¿La vivienda asequible y la vivienda equitativa son un asuntos bipartidistas?

Hay defensores del tema en ambos partidos. Sin lugar a dudas, hay más defensores en un lado que al otro, pero estos dos asuntos deben ser bipartidistas, porque cada distrito electoral tiene personas que ahora mismo no pueden costear el precio del mercado de vivienda. Tenemos una crisis en cuanto a la asequibilidad de alquileres en grandes ciudades y en pueblos pequeños. En el Estados Unidos rojo y en el Estados Unidos azul. Hay muchos congresistas que tienen votantes que tienen un problema tremendo cuando se trata de la asequibilidad de vivienda.

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Pero actualmente hay una desconexión. Esos representantes o bien no reciben comentarios de [los votantes] o no están necesariamente en sintonía con el asunto. No saben o no están reaccionando ante la naturaleza urgente de ese reto. En alguna parte hay que cerrar la brecha. Hay mucha educción que tienen que ocurrir porque no hay duda de que cuando se trata de asequibilidad, que ésta afecta a las personas sin importar su ideología, sin importar qué tan grande es la comunidad en que viven. Eso se ha vuelto cada vez más cierto a lo largo de los últimos años a medida que hemos visto disparar a los alquileres y a medida que el índice de dueños de casas ha disminuido a uno de sus niveles más bajos en cinco décadas.

En cuanto a la vivienda equitativa, lo mismo. La vivienda equitativa es un asunto que afecta a las personas en todas partes. Lo que sucede es que cuando las personas piensan en la vivienda equitativa, a veces lo limitan al prejuicio racial. Pero nosotros hemos sido muy activos en abordar la discriminación contra las personas con discapacidades, la discriminación contra embarazadas, la discriminación contra personas que quizá hablen un segundo idioma aparte del inglés. Esto afecta a las personas en el mercado de viviendas en lugares grandes y chicos, en lugares conservadores y liberales. Debería ser un asunto bipartidista.

¿Puede discutir el papel de la oficina del Fiscal General de EEUU en hacer cumplir las estipulaciones de la Ley de Vivienda Equitativa, las estipulaciones que ahora mismo usted estuvo discutiendo? ¿Y cómo funciona esa relación a nivel operativo? ¿Quién llama a quién?

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El HUD y la oficina del Fiscal General colaboran estrechamente, particularmente nuestra oficina de vivienda equitativa. Obviamente, han colaborado estrechamente en casos de bancos hipotecarios. Pero también ha colaborado en casos más tradicionales de la vivienda equitativa. En cuanto a quién llama a quién, creo que eso fluye en las dos direcciones. Hay profesionales que han estado haciendo esto durante mucho tiempo que entienden estos asuntos y han colaborado entre sí. Tienen relaciones estrechas. Tienen buenas relaciones de trabajo en el área de carreras. En parte, eso es lo que me da esperanza, francamente, en cuanto al asunto de la vivienda equitativa. A la mayoría de las personas que trabajan en este asunto no les importa su aspecto político. Están comprometidos con la esencia del asunto, la misión del asunto. Hay un respeto mutuo entre nuestros profesionales del HUD y los profesionales del Departamento de Justicia y esa relación laboral seguirá.

Si le dieran otro periodo más a cargo del HUD, ¿qué temas son los que intentaría promover?

Hay muchos. Estuve aquí durante dos años y medio. Siento que hemos logrado mucho pero hay tanto que hacer. Un par de cosas que mencionaría: número uno, luchar para más recursos en un mercado de vivienda que está muy duro. Con una crisis de asequibilidad de alquileres que están afectando a tantas familias, con un nivel de propiedad de viviendas que está bajo comparado con estándares recientes. Creo que estamos en un momento en que podemos tomar las lecciones de los últimos diez años para que no retrocedamos.

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Al mismo tiempo, quiero asegurar que las personas que son responsables y que pagan sus hipotecas puedan obtener buen acceso a crédito. En septiembre 2014, dije en mi discurso en el Centro de Políticas Bipartidistas que yo creía que era hora de superar el estigma de propiedad de vivienda. Sigo creyendo eso. Necesitamos llegar a un medio fuerte, un equilibrio fuerte. Entonces ese es un tema, seguir trabajando en eso.

Segundo, mi razonamiento para este departamento ha sido un departamento de oportunidad. Para asegurar que las familias con recursos modestos sean el sol alrededor del cual orbitan los servicios de oportunidad, todo con la meta de aumentar su movilidad social y reducir la pobreza entre generaciones. El mejor ejemplo de esto fue ConnectHome. Unir a los proveedores de servicio de internet, unir organizaciones sin fines de lucro, como los Boys & Girls Clubs y varios otros, crear una conexión de banda ancha, para que más de estos niños podrían sacar buenas calificaciones en la escuela y tener una mayor probabilidad de graduarse de la escuela secundaria (preparatoria) y asistir a la universidad y evitar la pobreza entre generaciones. Quisiera gastar más tiempo en seguir haciendo esa visión realidad.

Tercero: he estado frustrado con la falta de datos sólidos que nos permitirán evaluar resultados cuando se trata del dinero que gastamos. Particularmente cuando gastamos dinero en cosas como la capacitación laboral e iniciativas educativas. Quiero saber lo que está funcionando, qué diferencia marca en la vida de cada persona a la que llegamos y cómo estamos impactando el ascenso social para que la gente realmente pueda alcanzar sus sueños. Estamos tan lejos de poder medir esos resultados tan bien como yo quisiera.

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Hemos hecho algunos avances. Firmamos un [memorando de entendimiento] con el Departamento de Educación para mejorar en cuanto a compartir datos. Hay detalles positivos dentro del sector de vivienda pública, [tal como] autoridades de vivienda pública que están haciendo un buen trabajo con distritos escolares en sus áreas para mejor entender el progreso realizado por estudiantes que viven en vivienda pública. Recientemente invertimos en algo llamado Project SOAR, el cual fue un esfuerzo —que será medido— de financiar navegadores educativos en nueve comunidades diferentes de vivienda pública a lo largo del país para aumentar el porcentaje de estudiantes de último año de secundaria (preparatoria) que realmente llenan la Application for Federal Student Aid (Solicitud para Ayuda Federal para Estudiantes o FAFSA por sus siglas en inglés). Las investigaciones son concluyentes que el FAFSA es un poderoso instrumento de entrada. Es mucho más probable que uno realmente asista a la universidad si llena ese documento. La gente llega a comprender el proceso —“Ah, ahora entiendo cómo funciona, realmente puedo obtener dinero para asistir a la universidad, no será 20,000 dólares por semestre, será 4,000 dólares”— o algo que es mucho más asequible. Hemos avanzado mucho con esto, pero aún hay tanto que hacer.

Este artículo fue publicado originalmente en inglés en CityLab.com.