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CityLab Política

En mapas: la profunda desigualdad en las ciudades de EEUU

Tres tipos de visualizaciones muestran las marcadas divisiones por ingresos en las urbes estadounidenses.
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6 Mar 2018 – 05:46 PM EST
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Las zonas anaranjadas son aquellas donde predominan los ingresos más bajos. En azul, las ciudades donde predomina el ingreso alto. Crédito: ESRI

En el centro de Filadelfia habitan sus residentes más acomodados. Ellos pueden pagar más por ese vecindario verde, transitable y ameno. Pero justo al otro lado del río, a pocas cuadras de las exuberantes instalaciones de la Universidad de Pennsylvania y la Universidad de Drexel, el paisaje visual se transforma: casas de empeño, restaurantes de comida rápida, tiendas con la fachada rematada por tablones y viviendas en ruinas. Solo muy contadas áreas del oeste de Filadelfia son más prósperas y ( más blancas). El resto continúa padeciendo una pobreza concentrada y los efectos del declive económico.

Naturalmente, no se trata de una situación que afecte solo a 'Philly'. Para visualizar el panorama de la disparidad económica en las urbes de Estados Unidos, los expertos de la compañía ESRI han diseñado un cautivador mapa con múltiples capas de información. Este ilustra la seria desigualdad de ingresos y, en los pocos lugares donde existe, la diversidad de ingresos.

Pero adentrémonos aún más en Filadelfia para comprender los tres indicadores de que se vale ESRI. El primer tipo de mapa divide las áreas censales en cuatro categorías de colores distintos, basándose en los niveles de ingreso del tipo de familia 'predominante' o más numerosa.

Los puntos anaranjados apiñados muestran las áreas en que el tipo más común de hogar hace menos de 25,000 dólares al año; los rosados, aquellas donde los hogares que ganan entre 25,000 y 50,000 son los más frecuentes; los púrpuras, entre 50,000 y 100,000 dólares; y los azules señalan las áreas de hogares más ricos, que ganan más de 100,000 dólares al año, son mayoría. Nótese algo: cuanto mayor es el punto en el mapa, más poblada el área censal que representa; y cuanto más brillante, mayor la concentración del grupo de ingreso 'predominante'.

En Filadelfia, se puede apreciar cómo los puntos azules brillan, particularmente, en el área del centro.

Grupo de ingreso predominante en Philly. (ESRI)


El segundo de los indicadores métricos da una medida de cómo el porcentaje de los grupos, tanto de un extremo como del otro del espectro de ingresos, se compara con el promedio nacional. De este modo, las concentraciones de puntos anaranjados en el mapa siguiente indican las áreas en que la cantidad de hogares que ganan menos de 25,000 dólares al año es mayor que el porcentaje medio nacional de 22.3%. Los azules, por su parte, representan el número de hogares que, ganando más de 100,000 dólares anuales, es superior al global nacional de 24.6%. Mientras más brillen los puntos, mayor la brecha entre el porcentaje de un área censal y el de la nación. Dicho de otra manera, este mapa muestra los extremos de pobreza o riqueza. El oeste y el norte de Filadelfia, como se evidencia a continuación, contienen abundantes proporciones de rojo.

Los extremos de Filadelfia: bajo el promedio nacional en rojo/naranjo, los más altos en azul.


Entretanto, el tercer tipo de mapa, inspirado por el índice de diversidad de USA Today , examina la probabilidad de que los hogares pertenezcan a diferentes niveles o grupos de ingresos dentro de un área censal determinada. Los verdes son más diversos; aquí es más probable que se encuentren personas de diferente extracción económica. Los rosados lo son menos; la mayoría de los hogares en estas zonas pertenecen a un mismo nivel de ingreso, sea alto, bajo o moderado. Si bien el centro de Filadelfia y algunas áreas del oeste pueden contar con altas concentraciones de gente rica y pobre, respectivamente, también tienden a tener un poco más de diversidad económica que regiones al norte.


ESRI tiene en cuenta a su vez un puñado de ciudades donde han identificado patrones propios. A continuación, un mapa muestra a Los Ángeles, donde los residentes de latinos y afroestadounidenses son la mayoría, aunque hay una profunda diferencia de ingresos. Las familias de bajos ingresos (menos de 25,000 dólares), en anaranjado, se agrupan en áreas que incluyen el centro de la ciudad y los valles de San Fernando y San Bernardino.


En Chicago, las zonas al oeste y al sur se componen de hogares con mayores concentraciones de habitantes pobres (anaranjado) si se las compara con el promedio nacional.


Y luego está Detroit, que se ve en el próximo mapa. Incluso cuando la ciudad se está recuperando y está llamada a ser un actor regional clave, la urbe aún debe distribuir mejor sus ganancias con los más vulnerables. Un cuarto de sus residentes vive en la pobreza, usualmente en el centro de la ciudad que, por lo general, tiene muy pocos hogares de otros perfiles económicos.


En resumen, el modo en que la desigualdad económica se manifiesta geográficamente puede ser cuantificado de varias maneras, las cuales tienen sus pros y contras. Pero precisar dónde residen los ricos y los pobres sigue siendo un ejercicio sociológico de suma importancia. Las zonas prósperas tienden a “compartir sus recursos en pos del exclusivo beneficio de sus habitantes”, escribe el economista político, Robert Reich, en el New York Times:

El énfasis renovado en la “comunidad”, visto últimamente en la vida norteamericana, ha venido a justificar y legitimar los enclaves económicos más prósperos. Si su generosidad y su solidaridad terminan en manos de propiedades de similar valor, entonces las familias de mayores fortunas pueden, a un muy bajo costo, convertirse en familias virtuosas. Debido a que la mayoría de los residentes de un vecindario o pueblo es igualmente rica, no hay motivo para tener una conciencia culpable. Y si los habitantes de otras áreas son más pobres, que se las apañen como puedan. ¿Por qué deberíamos nosotros pagar por sus escuelas?


En términos más simples: los ricos son cada vez más ricos, y los pobres, cada vez más pobres, ya que los efectos de residir en un barrio necesitado se transmiten de una generación a la siguiente. Es por ello que desmantelar los silos económicos dentro de una ciudad puede reimpulsar su bienestar general y su salud económica.

Este artículo fue publicado originalmente en inglés en CityLab.com

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