Trump está cerca de eliminar cláusula que garantiza la cobertura de métodos anticonceptivos

La Casa Blanca planea revocar un mandato impulsado por Barack Obama, en el marco del ACA, que obligaba a los empleadores a proporcionar cobertura de control de natalidad en los planes de seguro de sus trabajadores, independientemente de su fe religiosa. Esto podría afectar a millones de mujeres que usan métodos de control de natalidad en Estados Unidos.
El 30 de mayo, la Oficina de Administración y Presupuesto de la Casa Blanca informó en su sitio web, que se encontraban revisando una “regla final provisional” para flexibilizar ese requisito, un procedimiento legal que habitualmente precede a la emisión de la norma final. Un día después, la página web, Vox, obtuvo una copia del documento que se estaría revisando.
En el texto, con fecha de 23 de mayo, la Administración justifica la medida explicando que: “Expandir esta excepción remueve obstáculos morales y religiosos que algunas entidades o individuos pueden tener y que, de no haberlos, quisieran participar en el mercado de salud”.
El mandato para la cobertura gratuita de anticonceptivos fue una de las medidas más controversiales que se adoptaron bajo la Ley del Cuidado de Salud Asequible. Generó decenas de demandas por empleadores que alegaron objeciones religiosas.
Según el bosquejo obtenido por Vox, los empleadores que se apoyen en esa excepción para excluir la cobertura de anticonceptivos, no tendrían que notificarlo al gobierno, pero sí aclararlo en sus documentos del plan de salud y avisar a sus empleados si hay algún cambio en los beneficios recibidos. La regla, también permitiría a las aseguradoras a negar este tipo de cobertura debido a motivos morales o religiosos, aunque se acota que hasta la fecha ninguna aseguradora ha presentado ese tipo de objeciones. De igual manera, individuos podrían negarse a estar en planes de salud que incluyan control de natalidad.
En el criterio de Adam Sonfield, Gerente de Políticas del Instituto Guttmache (una organización que defiende la salud sexual), la implementación de esta norma que se filtró, sería un nuevo golpe dentro de “una serie de ataques sistemáticos en el acceso a anticonceptivos”. “Tiene el potencial de arrebatar la cobertura para el control de natalidad a millones de mujeres”, dijo a Univision Noticias.
De todas formas, no se sabe si este documento ha sufrido modificaciones durante su revisión. Lo que sí está bastante claro es la intención de Trump por eliminar esta obligatoriedad.
Así lo demostró el 4 de mayo cuando emitió una orden ejecutiva encargando a tres departamentos del gabinete que consideran una reglamentación nueva para “abordar las objeciones de conciencia del mandato de cuidado preventivo”, tal y como refiere la agencia de noticias, EFE.
“ Con la firma de esta orden ejecutiva ponemos fin a los ataques sobre su libertad religiosa”, declaró Trump durante una ceremonia en la que homenajeó a la orden religiosa Sisters of the Poor, que se negó a cumplir con el mandato de cobertura de anticonceptivos y llevó su queja hasta la Corte Suprema.
Tom Price, Secretario de Salud y Servicios Humanos, aseguró que tomarían medidas para cumplir las instrucciones del presidente para “salvaguardar las profundas creencias religiosas de americanos que dan seguros de salud a sus trabajadores”.
Tony Perkins, presidente del Family Research Council, aplaudió esta postura. “Aunque el documento filtrado es un bosquejo, es una señal positiva el ver al gobierno federal trabajar para terminar con la hostilidad hacia los cristianos y aquellos que objetan los mandatos de salud de la era Obama. Esto muestra que el secretario Price y el presidente Trump velarán por proteger vigorosamente la libertad de los estadounidenses”, declaró en un documento.
Pero más que un asunto de libertad religiosa, muchos han visto en estas acciones una nueva embestida de la Casa Blanca contra los derechos reproductivos de la mujer. “El enfermizo plan del presidente Trump de revertir el acceso de las mujeres a la anticoncepción negaría a millones de mujeres el acceso a una atención médica básica y preventiva", denunció la líder demócrata de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, en un comunicado.
“ Trump está afectando el derecho de las mujeres al control de natalidad, algo que nunca creí que estaríamos debatiendo en el siglo XXI. La opinión de un empleador no puede obstaculizar el derecho de una mujer a tomar decisiones sobre su salud. Si la Administración sigue adelante con este plan de permitir a los empleadores escoger la cobertura de salud que recibirán las mujeres, lo hará a su propio riesgo. Las mujeres estadounidenses están vigilando”, afirmó la representante Jan Schakowsky.
“Estamos profundamente preocupados por los planes del gobierno de cortar el acceso a métodos anticonceptivos a las más de 17 millones de latinas que obtuvieron la cobertura de anticonceptivos sin costo adicional bajo la ACA", declaró a Univision Noticias Jessica González-Rojas, directora ejecutiva del Instituto Nacional para la Salud Reproductiva de las Latinas ( NLIRH, por sus siglas en inglés).
Subrayó que la atención básica a la salud reproductiva, incluyendo los anticonceptivos, es vital para que las latinas puedan planificar su futuro y sus familias. "Negar estos servicios será una barrera altamente perjudicial para el cuidado de una comunidad que ya tiene poco acceso a los servicios de salud”.
“Arrebatar este beneficio afectaría a católicos y no católicos. Casi 800,000 personas que reciben beneficios a través de hospitales católicos los perderían… Eso sin mencionar a los dos millones de estudiantes y trabajadores que van a universidades con afiliación religiosa”, advirtió la organización Planned Parenthood en su página web.
Más del 99% de las mujeres entre 15 y 44 años de edad sexualmente activas han usado al menos un método anticonceptivo, determinó un informe del National Center for Health Statistics de los CDC en 2013. Otro análisis de los CDC concluyó que 62% de todas las mujeres en edad reproductiva usan un método anticonceptivo.
Las mujeres católicas no son la excepción. 68% de las que están en riesgo de embarazo de no deseado usan un método efectivo para el control de natalidad (como esterilización, la píldora o el IUD), determinó un estudio del Guttmacher Institute.
Antes del mandato de Obamacare, 20% de las mujeres en edad reproductiva tuvieron que hacer desembolsos (out of pocket costs) para pagar por sus píldoras anticonceptivas, cantidad que se redujo a 4% a los pocos años de aprobado el ACA según la Kaiser Family Foundation.
65% de los millennials (jóvenes entre 18 y 29 años) creen que la cobertura de salud a través del trabajo debe incluir anticonceptivos gratuitos.