Policía consigue al dueño de $1,500 dejados en un baño que eran para comprar oxígeno a paciente con covid-19

Como ocurre en muchas otras urbes del mundo, para la policía de la Ciudad de México no hay día normal. Norberto Sánchez, oficial de tránsito de esta capital, lo sabe y el sábado pasado lo pudo comprobar una vez más cuando halló una mochila que contenía 30,000 pesos (unos $1,500) en su interior.

Eran las alrededor de las 16:00 horas, cuando el policía adscrito al Departamento de Tránsito, encargada de las vialidades de la ciudad, se encontraba laborando en la intersección de las calles Luis Moya y Arcos de Belén, en el centro de la capital, cuando sintió la necesidad de ir al baño. El policía abordó su motocicleta de servicio y se dirigió a un mercado cercano.

Al ingresar a uno de los baños del mercado de San Juan, contó a Univision Noticias vía telefónica, halló una pequeña mochila tipo militar que parecía haber sido olvidada en el interior. Al revisarla, se dio cuenta que en una de sus bolsas llevaba varias tarjetas y una hoja con números de teléfono.

En otra de las bolsas encontró medicamento, una manguera y algunos aditamentos parecidos a los que se utilizan para pacientes que utilizan tanques de oxígeno. Pero no solo eso, al revisar un tercer bolsillo halló en su interior un fajo de 60 billetes de 500 pesos, los segundos de más alta denominación en México, que daban un total de 30,000 pesos mexicanos (unos $1,500).

“Al principio pensé en decirle a los policías del mercado, pero dije, soy policía, yo puedo resguardar las pertenencias, creo que me corresponde esa labor a mí y no a los de seguridad del mercado”, dijo el policía de 32 años.

Sánchez salió del mercado con la mochila a la vista y aguardó al exterior del mercado en espera de que el dueño lo abordara; situación que no ocurrió por lo que el oficial volvió a su punto de trabajo. Ahí reportó a su base del hallazgo de la mochila a sus superiores.

Enseguida, con la autorización de un comandante, Sánchez llamó a uno de los teléfonos que estaban escritos que era de la pareja de quien había perdido el objeto. Esa persona le proporcionó el teléfono del hombre al que le pertenecía la mochila, quien la identificó de inmediato.

Unos minutos después, el hombre, de nombre César, llegó al lugar para recuperar la mochila. Ahí, después de recuperarse del sobresalto, le dijo a Sánchez que el dinero que llevaba era para comprar un tanque de oxígeno para un familiar enfermo de covid-19.

La crisis por coronavirus que actualmente aqueja a la Ciudad de México, con un acumulado de casi 446,000 contagiados y 26,732 muertes, ha causado que sea muy difícil encontrar un tanque de oxígeno para tratar a pacientes con esa enfermedad y, cuando se hallan, resulta una odisea el poder recargarlos.

César se mostró agradecido al tiempo que expresó su sorpresa de que un policía, profesión comúnmente ligada a la corrupción en México, haya tenido ese gesto con un ciudadano.

“Yo soy de la idea que para ser una buena persona se debe ser primero desde casa. Yo como padre y como hijo he absorbido todos esos buenos valores que nos enseñan un familiar o un amigo”, indicó el policía con 12 años de experiencia.

En su cuenta de Twitter, el secretario de Seguridad Ciudadana de la ciudad, Omar García Harfuch, expresó el domingo por la tarde su agradecimiento a Norberto por “demostrar lo que es la Policía” y dijo que el ascenso al elemento estaba en proceso.

Al respecto, Sánchez opinó que “no se debe premiar a un policía. No nos deben de premiar por algo que debemos hacer nosotros. Yo sé que debo cuidar bienes materiales y la integridad física, es mi trabajo. Yo lo tengo que hacer porque tengo un sueldo”.

Lo que aclara que sí se debe de premiar es el esmero. “Yo me he arriesgado dos veces a perder la vida. La gente dice: ‘para eso se les paga’. Sí, pero no me pagan para que yo me muera”, sostuvo.

Norberto Sánchez ha sido dos veces nombrado antes como policía del mes. La primera vez, en octubre pasado, por evitar el robo de una camioneta con celulares en una tienda departamental. La otra, en noviembre, por evitar un asalto a una persona.

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