En primera fila de la resistencia en Nicaragua están los estudiantes, quienes se han llevado la peor parte de la represión. Los jóvenes se pusieron detrás de barricadas y, con morteros, palos y piedras, se defendieron de los ataques de la policía y las turbas sandinistas. Algunos se atrincheraron en la Universidad Politécnica de Managua y desde ahí comenzaron a organizarse para canalizar el descontento del país que pide la salida de Daniel Ortega.