Ocho bebés mueren en un hospital de La Habana en apenas 16 días, admiten las autoridades cubanas
A través de un escueto comunicado, de apenas 123 palabras, el Ministerio de Salud Pública de Cuba informó que ocho bebés recién nacidos han muerto en el mismo hospital durante los primeros 16 días de este 2023: uno cada dos días, en promedio.
Los bebés murieron en el Hospital Ginecobstétrico Diez de Octubre, en La Habana, debido a que habían nacido “con bajo peso al nacer y prematuridad”, según la información oficial del régimen cubano.
Cuatro de ellos fallecieron en los últimos cinco días: entre el 11 de enero hasta este lunes 16 de enero de 2023, el día en que está fechado el comunicado.
Los cuatro bebés que murieron en los últimos cinco días fallecieron por lo que las autoridades cubanas calificaron como “signos presuntivos de sepsis”: septicemia.¡, una condición causada por una gravísima infección bacteriana, que daña los tejidos y colapsa el funcionamiento de diversos órganos hasta causar la muerte si no es atendida a tiempo.
De los demás, las autoridades se limitaron a informar que los recién nacidos habían muerto por “otras causas relacionadas con su delicado estado de salud”, sin especificar cuáles.
El resto del breve texto informa que “se han adoptado medidas para hacer frente a esa situación”, sin dar mayores detalles y añade que “investiga las causas del hecho”.
Un sistema de salud colapsado, sin medicamentos ni equipos
El sistema de salud cubano, otrora orgullo del régimen que gobierna la isla desde 1959, se encuentra colapsado y sin equipo, de acuerdo con un reporte de la Universidad de Miami de 2017.
“En teoría, es un buen modelo, pero la realidad es muy distinta”, subraya el texto. La atención es gratuita, el problema yace en que no hay medicamentos ni equipo adecuado para los pacientes, indica.
El informe señala que la infraestructura de salud cubana sufre una escasez extrema de recursos. Los médicos y las enfermeras tienen muy pocos equipos para trabajar y los medicamentos son difíciles de conseguir, “incluyendo los antibióticos”, añade.
Antibióticos que sanan infecciones bacterianas que previenen la septicemia: la causa de muerte de al menos cuatro de los bebés, según las autoridades cubanas.
“No hay agua potable. [...] Por ejemplo, las clínicas requieren a los pacientes que lleven su propia roma de cama y comida. Hay deterioro en los procesos de esterilización, reutilizan jeringas, hay falta de equipo, como viejos equipos para sacar radiografías, que no funcionan porque no hay lámina de acetato para imprimirlas. Por ello, el concepto teórico ha colapsado”, señala.
A eso hay que añadir los efectos de la pandemia del coronavirus, que llevaron al presidente Miguel Díaz-Canel a reconocer que el sistema de salud “estaba rebasado” frente a la emergencia sanitaria, que debilitó aún más la infraestructura dedicada a los cuidados médicos en la isla.
Alexander J. Figueredo Izaguirre, un médico cubano, dijo a The New York Times en agosto de 2021 que había sido despedido a inicios de ese año por criticar el pobre estado de los hospitales tras la muerte de su abuelo.
“Los hospitales no dan abasto. Las clínicas no dan abasto. Las funerarias no dan abasto”, comentó entonces. “El sistema de salud de Cuba ha colapsado”. La situación llegó a tal extremo que desató protestas en la isla durante el verano de 2021.
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