Coronavirus
Kilómetros de "calles fantasma": así luce San Francisco desde el aire a dos semanas del toque de queda
El toque de queda para casi ocho millones de residentes en el Área de la Bahía fue extendido por otras tres semanas con reglas más estrictas sobre el distanciamiento social que limitan las actividades al aire libre, así como nuevos lineamientos para los negocios considerados esenciales.

Trenes varados. Aunque son considerados servicios esenciales, varios sistemas de transporte en la Bahía de San Francisco están limitando sus operaciones a causa de la pandemia del coronavirus. El tren ligero y el transporte subterráneo de la agencia Muni, en San Francisco, suspendió su servicio esta semana citando una baja considerable en el número de usuarios.
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Carreteras sin tráfico. Las autopistas del Área de la Bahía están clasificadas entre las peores de todo el país debido a sus embotellamientos que se pueden prolongar por varias millas. Sin embargo, las postales que dejan en medio del toque de queda, como esta de la interestatal 280, contrastan con los niveles de tráfico que atraviesan a diario los residentes de la región.
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La calle más visitada. Los principales puntos turísticos de San Francisco lucen desolados desde que entró en vigor el toque de queda. En la imagen, la popular calle Lombard, que día con día se encuentra saturada con turistas de todo el mundo, se observa completamente desierta, una postal poco usual para los residentes del lugar.
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Sin sus millones de turistas. La famosa Lombard Street en el barrio Russian Hill de San Francisco no es una calle cualquiera. Tiene apenas 600 pies (183 metros) de longitud, pero por su superficie adoquinada y llena de flores cruzan cada día 6,000 personas durante los meses de verano. Al año, entre residentes locales y turistas, los visitantes rebasan los 2 millones.
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Escuelas vacías. Las normas de distanciamiento social impactan de forma directa la educación de decenas de miles de estudiantes en la Bahía de San Francisco. La preparatoria George Washington es uno de los cientos de centros educativos que problablemente permanecerán cerradas por el resto del ciclo escolar debido a la pandemia de coronavirus.
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La popular calle Market. Ni tranvías llenos de turistas ni residentes realizando compras. El entronque de las calles Markey y Powell, en San Francisco, parece sacado de una película. Este es uno de los cruces más transitados de la ciudad y hoy en día luce completamente abandonado.
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Parque Salesforce. El toque de queda para casi ocho millones de residentes en la Bahía de San Francisco fue extendido por otras tres semanas con reglas más estrictas sobre el distanciamiento social que limitan las actividades al aire libre, así como nuevos lineamientos para los negocios considerados esenciales.
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Kilómetros de calles vacías. La medida, que fue anunciada hace dos semanas por seis condados del Área de la Bahía y la ciudad de Berkeley, tenía vigencia al 7 de abril. Sin embargo, en un esfuerzo por no desbordar la capacidad de los hospitales en la región ante el aumento de los casos de coronavirus, las autoridades de salud decidieron ampliarla hasta el próximo 3 de mayo.
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Fisherman's Wharf. Esta zona turística y restaurantera de San Francisco es una parada obligada para los turistas. Los populares establecimientos de mariscos en la calle Taylor tuvieron que cerrar sus puertas ante la falta de comensales. En un día normal, suelen tener filas de visitantes en sus puertas.
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Herencia culinaria. Algunos restaurantes como Pompeya y Alioto's, en Fisherman's Wharf, acumulan tres generaciones familiares de experiencia. Cerca del Pier 45 hay una capilla en memoria de los "pescadores perdidos" de San Francisco y del Norte de California.
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Terminal del Ferry Golden Gate. Los condados Alameda, Contra Costa, Marin, Santa Clara, San Francisco y San Mateo acordaron en conjunto no solo ampliar la duración del toque de queda parcial, sino también endurecer las normas que les permiten a las personas salir de sus casas casi a lo más vital: acudir al médico en caso de emergencias, comprar alimentos y cargar gasolina.
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Bulevar Geary. Las nuevas restricciones buscan en gran medida limitar la presencia de gente en parques y centros de recreación, al igual que mantener una distancia social adecuada en los negocios esenciales que permanecen abiertos.
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Battery Street, en el distrito financiero. El toque de queda regional operará de manera paralela al mandato estatal que el gobernador Gavin Newsom anunció el pasado 19 de marzo y que obliga a los 40 millones de residentes de California a permanecer en sus casas. Su importancia es clara, pues los condados tienen la facultad de imponer reglas más estrictas y modificar las clasificaciones de negocios esenciales.
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Parque Golden Gate. Como parte de las nuevas normas, queda prohibido el uso de zonas de juegos infantiles, parques para perros, áreas para realizar picnics y otros espacios de recreación, los cuales deberán permanecer cerrados al público en general.
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Conservatorio de las flores. Bajo el decreto actualizado, todos los comercios esenciales tienen hasta el 3 de abril para desarrollar protocolos que cumplan con las normas de distanciamiento social, entre estos las funerarias, que solo permitirán un máximo de 10 personas en las exequias para un fallecido. Además, deberán operar con el mínimo personal requerido para funcionar de manera adecuada.
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