MARTÍNEZ, California. – Pese a que los cinco sospechosos vinculados al tiroteo de Halloween en la ciudad de Orinda llevan cuatro días bajo arresto, las autoridades aclararon que hasta el momento no se han presentado cargos criminales contra ningún individuo.
Fiscalía: no hay cargos criminales contra ningún detenido por el tiroteo de Halloween en Orinda
El alguacil del condado de Contra Costa informó que varios de los sospechosos detenidos tras el tiroteo estaban afiliados a pandillas, mientras que dos de las víctimas mortales llegaron armadas a la fiesta y contaban con antecedentes criminales.

Funcionarios de la Fiscalía del condado de Contra Costa se reunieron este lunes con oficiales de la Oficina del Alguacil para revisar la evidencia sobre el tiroteo que dejó cinco personas muertas durante una fiesta clandestina realizada en una casa rentada a través de la plataforma Airbnb, y a través de un breve comunicado informaron que la investigación continúa abierta.
Apenas el viernes pasado David Livingston, alguacil del condado de Contra Costa, informaba en una rueda de prensa que los arrestos de los cinco sospechosos se lograron luego de que varias agencias del orden llevaron a cabo operativos en las ciudades de Marin, Antioch, Vallejo, San Mateo y Orinda, pero hasta el momento se desconoce la situación de los detenidos.
La mañana del jueves agentes armados con equipo táctico allanaron una vivienda ubicada en la cuadra 200 de Drake Avenue, donde pusieron bajo custodia a varias personas vinculadas a la balacera del pasado 31 de octubre en una casa alquilada a través de la plataforma Airbnb.
El @CoCoSheriff hizo públicas las fotografías de los sospechosos acusandos de homicidio por el tiroteo durante una fiesta de Halloween en @CityofOrinda. pic.twitter.com/dMgfAlWrDy
— Noticias14 (@noticias14) November 16, 2019
El sheriff detalló que Lebraun Tyree Wallace, Jaquez Deshawn Sweeney y Shamron Joshua Mitchell contaban con antecedentes criminals relacionados con posesión ilegal de armas, almacenar mercancía robada, asalto a mano armada y pandillerismo, entre otros. Los tres detenidos, junto con Jason D. Iles, enfrentan cargos de homicidio y conspiración.
El quinto arrestado, a quien las autoridades identificaron como Devin Isiah Williamson, enfrenta cargos por posesión de arma de fuego, vandalismo y conspiración. El alguacil dijo que Williamson era el promotor de la fiesta y es el único al que se le fijó una fianza de medio millón de dólares.
Enfrentamiento entre pandillas
Livingston, quien fue uno de los primeros en entrar a la casa de Orinda, describió la escena del tiroteo como “un baño de sangre”, con decenas de casquillos y balas regadas por toda la vivienda. Dijo además que las autoridades lograron recuperar cuatro armas, de las cuales dos estaban en las manos de Javin County y Ramon Hill Jr., dos de las víctimas mortales.
Sin referirse directamente por sus nombres, Livingston señaló que una de las cinco personas que perdieron la vida “era pandillero, estaba armado y había violado su libertad condicional”. Otro de los fallecidos estaba afiliado a una pandilla de la ciudad de Marin y contaba con un amplio historial delictivo.
.@CoCoSheriff releases video of Orinda shooting suspect Shamron Mitchell jumping from a back window to attempt escaping from police. He was arrested shortly after. Charged with murder & conspiracy. Held without bail. @KCBSRadio pic.twitter.com/CqUlXjhG9i
— Carrie Hodousek (@CarrieHodousek) November 16, 2019
“Podemos confirmar que había múltiples pistoleros. Sabemos que varias de las personas acudieron a la fiesta con el propósito de hacerle daño a alguien”, indicó el alguacil.
La nueva información revelada por las autoridades refuerza una de las hipótesis de la investigación: no se trató de un tiroteo aleatorio, sino de un enfrentamiento entre miembros de dos pandillas, una de San Francisco y la otra de Marin.
Los investigadores creen que una vieja rencilla entre ambas agrupaciones criminales pudo haber revivido cuando se encontraron en la fiesta y un posible intento de robo es contemplado con uno de los factores que detonaron la balacera.
El resto de los fallecidos fueron identificados como Tiyon Farley, Omar Taylor y Oshiana Tompkins. Las autoridades informaron que el incidente dejó además a cinco personas heridas de bala, tres con lesiones de gravedad, incluida una que saltó por un balcón de 30 pies de altura para escapar de las balas.
Demanda contra Airbnb
Durante la rueda de prensa, el alguacil del condado de Contra Costa se refirió a los señalamientos contra la compañía Airbnb, así como a la lenta respuesta de las autoridades, e indicó que “la única culpa recae sobre las personas que llevaron pistolas a la fiesta, jalaron el gatillo y asesinaron a alguien”.
Sin embargo, la plataforma de viviendas compartidas no se ha salvado de acusaciones en su contra por el poco escrutinio al que someten a los usuarios de su plataforma.
Días después de la balacera, Airbnb anunció que prohibiría las fiestas no autorizadas y bloquearía de su plataforma las viviendas usadas para ese propósito. Además, en lo que pareciera un intento por aplacar a la opinión pública, dijo que iba a pagar por el funeral de las cinco víctimas que fallecieron en el tiroteo.
Aun así, el abogado de la familia de Ramon Hill Jr., advirtió que la oferta de Airbnb es solo “una respuesta reaccionaria” para evitar la mala publicidad y que interpondrán una demanda civil para recibir una compensación económica por “la muerte sin sentido” del hombre de 24 años.
El evento de la noche de Halloween se había promocionado en redes sociales como "fiesta en una mansión de Airbnb". La casa de cuatro dormitorios había sido alquilada por una mujer que le dijo al propietario que su familia tenía asma y necesitaban escapar del humo de los incendios forestales de los alrededores.
El propietario, Michael Wang, dijo que su esposa contactó a la inquilina el jueves por la noche después de que los vecinos le llamaran para quejarse de que estaban haciendo una fiesta en la casa alquilada. La arrendataria alegó que solo había una docena de personas en la casa, pero Wang dijo que podía ver a más personas en video desde la cámara del timbre.












