Los morrales de los guerrilleros: las fotos que retratan cómo la vida solo podía pesar 25 kilos

Esta serie de retratos, realizada por el fotógrafo colombiano Federico Ríos Escobar, habla del desarraigo, de cómo la selva pudre todo con su humedad, de como en la guerra no puedes tener ni una foto de tus seres queridos, todo a través de retratar los morrales de las Farc.

El fotógrafo Federico Ríos Escobar hizo una serie de retratos en donde se ve lo que los guerrilleros cargaban en sus morrales.
El fotógrafo Federico Ríos Escobar hizo una serie de retratos en donde se ve lo que los guerrilleros cargaban en sus morrales.
Imagen Fotografía: Federico Ríos Escobar

25 kilos. Solo 25 kilos puede pesar tu vida, esa que llevas a cuesta en un morral. A 25 kilos tienes que reducir tu cama, tu comida, tu baño, tu pasado y sobretodo la posibilidad de mantenerte vivo. Ese es el peso máximo que podía llevar un guerrillero de las Farc mientras militaba en las montañas de Colombia, porque en la selva hasta una crema de dientes pesa.

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Los guerrilleros nunca dormían por más de dos noches en un mismo lugar. Eran nómadas eternos que nunca tenían un lugar a dónde volver y esa fue una realidad que el fotógrafo documental y de guerra Federico Rios Escobar empezó a retratar en sus múltiples periplos narrando los avatares de la guerra.

esta serie de retratos fue tomada en las selvas del Choco en Colombia.
esta serie de retratos fue tomada en las selvas del Choco en Colombia.
Imagen Fotografía: Federico Ríos Escobar

“Cuando estás metido en el monte empiezas a entender que cualquier peso te quita ligereza en el combate, que la humedad te pudre hasta las uñas y que entre tus cosas no puede haber nada que delate quién eres”, cuenta Federico quien después de muchas gestiones logró que varios guerrilleros le dejaran retratar ese kit de supervivencia.

Sobre unos tablones de madera que improvisaban una mesa, y como si se tratara de esa vieja costumbre de fotógrafos y editores de retratar qué llevan en su bolsa, el fotógrafo colombiano logró que varios guerrilleros mostraran ese nivel de intimidad máximo, su propio morral. “Nadie que no haya vivido la guerra se puede imaginar lo que significa empacar una maleta. Imagina que te dijeran que vas a emprender un viaje y que solo puedes llevar un morral para el resto de tus días. ¿qué llevarías? Esa inquietud motivó todo esta serie de retratos”.

Todo lo que llevan los guerrilleros entre sus morrales se los ha dado la guerrilla.
Todo lo que llevan los guerrilleros entre sus morrales se los ha dado la guerrilla.
Imagen Fotografía: Federico Ríos Escobar

En esa particular exposición de objetos, Federico empezó a darse cuenta de que había elementos que se repetían. Las bolsas de plástico, lejos del anónimo protagonismo que tienen entre los habitantes de la ciudad, en la selva son objetos preciados, claves para que la manigua no te pudra todo. Cada cosa que va dentro del morral se envuelve en plásticos, la ropa, la cama, la carpa, las medias, porque si algo se moja va a tardar días en secarse.

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“Lo primero que encontré cuando empecé a hacer los retratos fue el desarraigo, el guerrillero es desarraigado de casi todo, no tiene un espacio que llama casa. Pero además del desarraigo de los espacios físicos, lo tienen también de los objetos. En esos morrales no hay nada personal, todo se los ha entregado la guerrilla. Ellos no tienen nada que puedan llamar como propio, algo que los identifique. Ni siquiera una estampita, o una fotografía, porque una foto que quede caída en un campamento por accidente es una pista que puede delatar su posición y lo que es peor que puede dar pistas de quiénes son ellos y sus familias”, cuenta el fotógrafo.

Los objetos más preciados en la selva: el plástico y un talco de pies.
Los objetos más preciados en la selva: el plástico y un talco de pies.
Imagen Fotografía: Federico Ríos Escobar

Aunque hay una plena ausencia de objetos suntuosos, hay dos elementos que fueron un hallazgo en las pesquisas de este fotógrafo por su rareza. Todos los guerrilleros tienen un tarro de talco de pies en su maleta. Los pies son quizás los que más sufren en las largas travesías que hacen los guerrilleros. Mantener la salud de los pies es vital para sobrevivir.

Todos tienen también un tarrito de perfume. “Hasta el francotirador que es el que va de primeras y lleva más peso a cuestas tenía un pequeño perfumito en su maleta”, dice Federico quien después de toda esta evidencia al ver en la distancia las fotos logradas cree que este trabajo no tiene otra función más que darle una dimensión humana a los guerrilleros. “Ver esas maletas, ver una vida reducida a esos objetos, es de alguna manera entender la dimensión de lo que para estos sujetos significó meterse en una guerrilla”.

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