Marjorie Taylor Greene, la congresista republicana por Georgia que ha sido por años una de las más fuertes defensoras del presidente Donald Trump en el Congreso, es ahora la víctima más reciente de sus ataques.
Cómo se inició la pelea y los roces entre Trump y Marjorie Taylor Greene, su otrora aliada ultra-MAGA
Te explicamos el trasfondo de la disputa pública entre el presidente Donald Trump y una de sus más leales aliadas en el Congreso, Marjorie Taylor Greene.

En una serie de publicaciones desde la noche del viernes, Trump la ha llamado desde "lunática gritona" hasta traidora.
"¡Marjorie 'Traidora' Green es una vergüenza para nuestro GRAN PARTIDO REPUBLICANO!", escribió Trump, luego de un extenso mensaje en el que le retiraba su apoyo político.
Trump acusó a la republicana de ultraderecha de Georgia de irse "muy a la izquierda", y de solo "¡QUEJARSE, QUEJARSE, QUEJARSE!" de su gobierno.
En su respuesta en X, Greene escribió el viernes que Trump la “atacó y mintió sobre mí”. Incluyó una captura de pantalla de un mensaje de texto que dijo haber enviado al mandatario sobre la publicación de los archivos del delincuente sexual Jeffrey Epstein, lo cual, según ella, “es lo que lo llevó al límite”.
El rechazo a Greene —que en su día fue el epítome del movimiento MAGA, luciendo su característica gorra roja durante el discurso del Estado de la Unión del presidente Joe Biden en 2024 y que actuó como intermediaria entre Trump y otros republicanos del Capitolio— parecía ser la ruptura definitiva que llevaba tiempo gestándose.
La disputa del fin de semana es el clímax de un distanciamiento que ya se notaba días antes cuando Trump dijo a medios que Greene había "perdido el rumbo".
El presidente reprochó públicamente a la congresista después de que Greene criticara abiertamente el enfoque del presidente, argumentando que estaba dedicando demasiado tiempo a asuntos exteriores y no suficiente a la creciente preocupación de los votantes por la inflación.
Cuando fue consultado sobre comentarios de Greene, Trump respondió: "No sé qué le pasó a Marjorie. Es una buena mujer, pero no sé qué pasó. Ha perdido el rumbo, creo. Pero yo tengo que ver la presidencia como una situación mundial, no localmente... Así que cuando alguien como Marjorie Taylor Greene... empieza a hacer declaraciones como esa, demuestra que no sabe".
Ese mismo día, el pasado martes, llegó la respuesta velada de la congresista.
"El único camino es a través de Jesús. Ese es mi camino, y definitivamente no lo he perdido; de hecho, me esfuerzo mucho por poner mi fe en acción. Mi cargo es representante. Represento al Distrito 14 de Georgia y al pueblo estadounidense, a nadie más. ¡Primero Estados Unidos, solo Estados Unidos!", indicó Taylor Greene.
Marjorie Taylor Greene, Donald Trump y el tema del costo de vida

Greene, quien ha sido una de las defensoras más férreas de Trump en el Congreso, viene desde hace tiempo hablando de la desconexión entre las prioridades de la Casa Blanca y las preocupaciones de la vida diaria de los estadounidenses.
Ella declaró que ver "a los líderes extranjeros venir a la Casa Blanca a través de una puerta giratoria no está ayudando a los estadounidenses". Según Greene, quien es conocida como MTG, por las siglas de su nombre, el enfoque pronunciado de EEUU en la política exterior no está reduciendo el costo de vida, ni resolviendo los problemas del precio del seguro de salud para los ciudadanos comunes.
La congresista, en medio del cierre de gobierno, también ha puesto el foco en los efectos del fin de los subsidios para el Affordable Care Act (Obamacare), el punto central por el que los demócratas han estado peleando en el Congreso. En un mensaje publicado en la plataforma X, dijo que si bien a ella "no le gustaba nada" Obamacare, advirtió: “Cuando los créditos fiscales expiren este año, las primas de seguro de mis propios hijos adultos para 2026 van a duplicarse”, junto "a las de las familias trabajadoras de mi distrito”.
Greene es una de las más fervientes críticas de que los republicanos no estén liderando un camino hacia un mercado de seguros médicos más asequibles. "¡Ni un solo republicano en el liderazgo nos ha hablado de esto ni nos ha dado un plan para ayudar a los estadounidenses a afrontar la DUPLICACIÓN de sus primas de seguro médico!", aseguró.
MTG asegura que la falta de foco en estos temas domésticos está afectando "especialmente a los jóvenes", quienes no pueden pensar en comprar su propia casa porque el costo de la vivienda se ha disparado.
Las críticas de Greene se hicieron especialmente estridentes después de que los republicanos tuvieran una mala performance en las elecciones por la gobernación de Nueva Jersey y Virginia, donde el alto costo de vida fue una preocupación principal para los votantes.
La inflación que Trump dice haber vencido
El corazón de la disputa entre Trump y MTG radica en la percepción de la economía estadounidense, particularmente la inflación. Trump ha afirmado que ya ha derrotado el problema de los precios altos.
Trump aseguró que las tasas de inflación bajarán más muy pronto, y que los precios de los alimentos y la energía están "muy a la baja". Además, el presidente insiste en que el alza de precios se debe únicamente a su predecesor, el demócrata Joe Biden.
Sin embargo, los datos económicos disponibles públicamente muestran diferentes patrones. La inflación general se ha acelerado nuevamente desde que Trump lanzó su política de aranceles país por país en abril, pasando de una tasa anual del 2.3% a 3% en septiembre. A pesar de esto, Trump parece confiar en que los votantes confiarán en su palabra. Mientras que los precios de la gasolina han caído, el promedio es de $3.07 por galón, una bajada marginal respecto al año anterior.
¿Una carrera al Senado que no fue?
Este año, también Taylor Greene anunció que no competiría por un escaño en el Senado por su estado, Georgia. Su decisión fue publicada el viernes 9 de mayo en una declaración extensa en redes sociales, donde expresó su frustración con el funcionamiento del Senado, y dijo que estaba “roto”.
Su nombre había circulado como una posible candidata republicana después de que el gobernador Brian Kemp descartara enfrentar al senador demócrata Jon Ossoff en la próxima contienda. Greene sostuvo que aunque haya “algunos buenos republicanos en el Senado, nada cambia”, y presentó ese argumento como la razón principal para no buscar el cargo.
La situación política en Georgia es un poco más compleja para los republicanos que años atrás. Aunque Trump ganó el estado en 2024 por alrededor de dos puntos porcentuales, el panorama se ha vuelto más competitivo. Actualmente, Georgia cuenta con dos senadores demócratas —Ossoff y Raphael Warnock— mientras que los republicanos mantienen la gobernación y el control legislativo estatal. El estado ya no es considerado un bastión seguro para ninguno de los dos partidos.
En su momento, circularon informaciones sobre que el presidente Trump no apoyaría la candidatura de Greene al Senado, algo que no se ha confirmado. Esos mismos rumores son señalados por algunos como otra razón del aparente distanciamiento entre Trump y Greene.
Los archivos del caso Epstein e Israel:
Greene y la 'guerra civil' de los republicanos
Greene ha sido criticada por haberse vuelto más vocal y crítica con el Partido Republicano recientemente, lo que incluye la " fallida liberación de los archivos de Epstein", algo que los seguidores de Trump han venido pidiendo desde la campaña presidencial y sobre lo que Trump ha cambiado de postura.
La congresista se ha presentado como una de las voces más fuertes para que se liberen los archivos en los casos de abusos sexuales de menores que cometió el fallecido financista. También ha criticado la inactividad de la Cámara Baja, con mayoría republicana, en ordenar la publicación de los archivos.
Taylor Greene también ha sido una de las que rompió con su partido en cuanto al tema de Israel. Ha sido una crítica de las acciones militares de los israelíes en Gaza, muchas veces con argumentos políticos y otras con argumentos religiosos (siendo ella cristiana).
Eso ha hecho que quede como una de las caras más visibles de las 'facciones' del Partido Republicano, que se enfrentan principalmente porque una parte de la base quiere mantener el status quo con apoyo irrestricto de EEUU a Israel y la otra cuestiona el envío de dinero y ayuda militar a Israel, porque cuestionan la guerra en Gaza o porque simplemente consideran que 'ya fue suficiente' y que ese dinero podría usarse en EEUU.
Los dos años de guerra en Gaza han sido catalizadores de esas tensiones. Y Greene, de hecho, ha sido la primera congresista en llamar "genocidio" al desastre humanitario de Gaza.
Apenas días atrás, la congresista ha sido señalada como 'culpable' de una tensión más profunda dentro del Partido Republicano. El líder de la Coalición Judía Republicana (RJC), Matthew Brooks, ha nombrado a Greene, junto con la influencer conservadora Candace Owens, por supuestamente contribuir a un cisma interno. Esta división ha sido calificada por Brooks como las " etapas iniciales de una guerra civil no declarada" relacionada con Israel y el antisemitismo.
Esta preocupación por la propagación de voces anti-judías se puso de manifiesto cuando días atrás, el presidente de Heritage Foundation, Kevin Roberts, defendió al presentador Tucker Carlson, (cercano a Greene y a Trump) quien había acogido en a Nick Fuentes, un activista de extrema derecha conocido por haber dicho que el Holocausto fue exagerado y por creer en una conspiración judía global.







