“Operación techo azul” va a paso lento en Loíza, donde damnificados no ven la recuperación

Los requisitos y el proceso de solicitud e inspección toma un tiempo considerable y hay vecinos en Loíza que duermen con miedo, sin paredes ni puertas desde hace dos meses.

Video Damnificados en Puerto Rico siguen a la espera de ayuda a pesar de la operación Techo azul

PUERTO RICO. “La operación techo azul” que ha estado realizando el Cuerpo de Ingenieros de los Estados Unidos a través de todo Puerto Rico está bien lenta y pasados 72 días del azote del huracán María sigue siendo un dolor de cabeza para las miles de familias damnificadas.

Univision Noticias visitó hoy el municipio costero de Loíza, al norte de la isla, donde la cantidad de casas con toldos azules mal instalados por los propios residentes son la orden del día.

PUBLICIDAD

Loíza tiene alrededor de 29,000 habitantes. Allí, 2,680 residencias sufrieron daños estructurales a diferentes escalas: 304 fueron totalmente destruídas; 519 sufrieron daños mayores como perder el techo completamente; 487 tuvieron daños menores y 1,370 se vieron afectadas por las inundaciones, precisó el director del Programa Federal del ayuntamiento, Luis Daniel Pizarro.

Una de esas casas con daños mayores ubica en la comunidad Villa Hugo I, propiedad de José Carrasquillo.


El exempleado de construcción de 62 años que recibe un cheque del seguro social, indicó que el Cuerpo de Ingenieros le denegó el techo temporero porque la estructura no tiene “palos” de madera que sirvan de base para instalar el techo azul.

“No tengo ayuda de nadie”, dijo Carrasquillo, quien hace dos meses duerme en su guagua con un machete al lado por temor a ser atacado por delincuentes.

Sostuvo que no ha recibido asistencia de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA en inglés), ni del gobierno estatal, ni de la alcaldesa de Loíza, Julia Nazario.

“Lloro por dentro. Uno con esto va muriendo poco a poco, sentimentalmente y emocionalmente”, indicó Carrasquillo mientras contemplaba su casa sin paredes y con un toldo de lona azul que él mismo colocó gracias a sus conocimientos en carpintería.

“Aquí estamos marginados, como muchos pobres que están pasando hambre. Si nos pueden ayudar, que nos ayuden y si no, que nos ayude Dios”, sostuvo Carrasquillo.

Su compañera Sara Román, una ama de casa de 49 años, destacó que siente temor de dormir porque la casa no tiene pared ni puerta al frente porque se fueron volando con el potente huracán.

PUBLICIDAD

“Las ayudas están bien lentas, bien pésimas y no encuentro justo que él, a la edad que tiene, tenga que estar durmiendo allá afuera en esa guagua por dos meses. Nos sentimos inseguros de dormir aquí porque hay mucho bandolerismo”, dijo Román.

Su historia es similar a la de los vecinos de Villa Hugo II. Gabriel Ortiz dijo que FEMA también le denegó el toldo azul a su esposa, Carlota Ramos, quien había acudido hoy al ayuntamiento para apelar su caso.

De acuerdo con Ortiz, personal de FEMA alegó que fueron a visitarlo, pero no había nadie en el lugar.

“Nunca los vi y yo nunca salgo”, afirmó el empleado retirado.

30 DE NOVIEMBRE DEL 2017, LOIZA, VILLA HUGO 1 HISTORIA SOBRE LOS TOLDO DEL CUERPO DE INGENIERO Y FEMA QUE SIGEN LENTOS EN LA INSTALACIO DE LOS MISMOS EN LA FOTO GABRIEL ORTIZ
30 DE NOVIEMBRE DEL 2017, LOIZA, VILLA HUGO 1 HISTORIA SOBRE LOS TOLDO DEL CUERPO DE INGENIERO Y FEMA QUE SIGEN LENTOS EN LA INSTALACIO DE LOS MISMOS EN LA FOTO GABRIEL ORTIZ
Imagen JUAN ANGEL ALICEA MERCADO/EL NUEVO DIA


La denominada “Operación techo azul” ha tenido varios traspiés. El primero fue que F EMA le concedió un contrato por $30 millones a la empresa Bronze Star del estado de la Florida el cual tuvo que cancelar esta semana tras descubrir que no tenían experiencia en ese tipo de tareas. Ayer, el Cuerpo de Ingenieros de los Estados Unidos reclutó dos empresas locales para colocar los techos temporeros.

A esos desaciertos, se suma que los requisitos y el proceso de solicitud e inspección toma un tiempo considerable.

Así lo confirmó el director regional del área este del Cuerpo de Ingenieros, Eduardo Torres Bonano, quien alertó a los damnificados que los servicios que realizan son gratuitos.

“El tiempo entre la evaluación inicial y el tiempo que el contratista hace la instalación no está en mis manos. En la residencia hacemos la evaluación y orientamos al residente y si no es elegible lo referimos a FEMA y entre el segundo y el tercer paso ese es el tiempo que se desconoce al momento porque todos los casos son diferentes. Tengo casos donde los contratistas tardan un dia o dos en llegar y tengo casos que el contratista puede tardar dos meses o tres”, indicó.

PUBLICIDAD

Entre los requisitos para ser elegible al techo azul destacan: que el techo perdido sea de metal o madera; que tenga pendiente y la residencia tiene que tener más de la mitad de la estructura intacta para que se pueda hacer el trabajo.

“Lo que se va a hacer es instalar un toldo, no reconstruir un techo”, mencionó Torres Bonano.

En Puerto Rico, 250,000 residencias sufrieron daños totales o parciales.