La Tropa J (PSP) de la Policía Estatal de Pensilvania presentó cargos penales contra un exempleado de PennDOT acusado de usar su cargo en el gobierno para facilitar un esquema de fraude que permitía a los conductores no elegibles operar vehículos motorizados.
Policía arresta a hispano empleado de PennDOT por presunto fraude con licencia de conducir
La policía afirma que muchos de los solicitantes eran inmigrantes, pero sus solicitudes carecían de verificación de su estatus migratorio o de ciudadanía. La Unidad de Investigaciones de Fraude de Vehículos contactó a los solicitantes en los casos en que se sospechaba de un delito penal. Un total de 35 solicitantes respondieron a las entrevistas policiales.

Ángelo Carrión supuestamente solicitó dinero a los clientes a cambio de su ayuda con las pruebas de conocimiento mientras trabajaba para PennDOT como asistente del examinador de licencias de conducir, según la PSP.
Carrión trabajó en dos centros de licencias de conducir en el condado de Lancaster. Renunció en abril después de que la oficina de gestión de riesgos de PenDOT identificara irregularidades en 268 transacciones de licencias o tarjetas de identificación que procesó entre octubre de 2021 y marzo de 2022.
Algunas de estas irregularidades incluyeron:
Patrones de prueba inusuales
Solicitudes incompletas
Ausencia de los documentos requeridos
Soborno y explotación sontra hispanos
La policía afirma que muchos de los solicitantes eran inmigrantes, pero sus solicitudes carecían de verificación de su estatus migratorio o de ciudadanía. La Unidad de Investigaciones de Fraude de Vehículos contactó a los solicitantes en los casos en que se sospechaba de un delito penal. Un total de 35 solicitantes respondieron a las entrevistas policiales.
La investigación policial determinó que Carrión explotaba a los clientes de habla hispana, que en su mayoría eran inmigrantes, y los obligaba a pagarle en efectivo a cambio de asistencia en las pruebas. Los solicitantes que habían sido entrevistados le dijeron a la policía que le pagaron a Carrión entre $20 y $350 por su ayuda con las licencias de conducir.
Muchos de los entrevistados dijeron que Carrión los llevó a una habitación privada y les administró pruebas en papel que, según la política de PennDOT, deberían haber sido leídas a las personas en lugar de proporcionarles la copia física. Carrión también supuestamente proporcionó respuestas a los solicitantes.
Todos los clientes en la investigación estaban en Estados Unidos legalmente y eran elegibles para solicitar una licencia de conducir, según un comunicado de la PSP.
Los clientes que habían trabajado con Carrión debían someterse a pruebas para asegurarse de que tenían el conocimiento y las habilidades de un conductor seguro. Sin embargo, muchos no pasaron el proceso de prueba, según la Policía Estatal.
Carrión está acusado de 17 delitos graves de soborno en asuntos oficiales, un delito grave de robo por engaño y uso delictivo de una instalación de comunicación, y 17 delitos graves más 35 delitos menores de manipulación de registros o información públicos.










