El presidente Donald Trump, miembros prominentes de su movimiento MAGA y la viuda de Charlie Kirk despidieron este domingo al asesinado activista conservador elogiándolo como una fuerza singular cuyo trabajo deben impulsar.
Despiden a Kirk como una fuerza del movimiento conservador en un funeral que mezcló política y religión
El asesinato de Charlie Kirk desató un feroz debate sobre la violencia y la libertad de expresión en una era de profunda división política. Miles lo despidieron este domingo en Arizona.

El acto de homenaje para Kirk, a quien Trump atribuye un papel fundamental en su victoria electoral de 2024, atrajo a decenas de miles de dolientes, incluidos el vicepresidente, JD Vance, otros altos funcionarios del gobierno y jóvenes conservadores influenciados por el activista de 31 años.
"Es ahora un mártir de la libertad de Estados Unios. Hablo por todos los que estamos aquí cuando digo que ninguno de nosotros olvidará a Charlie. Ni tampoco lo hará la historia", dijo Trump.
"Charlie Kirk quería a Estados Unidos con todo lo que tenía y como podemos ver hoy Estados Unidos lo quería (...) Siempre podría congregar a multitudes", dijo Trump. "Era un maestro formador de gente (...) era quien daba, no quien pedía", agregó el presidente, quien por momentos se desvió de la rigurosidad de un funeral para hablar sobre asuntos políticos y arremeter contra los que considera rivales.
Los oradores destacaron la profunda fe de Kirk y su fuerte creencia de que los jóvenes conservadores deben casarse, formar familias y transmitir sus valores para seguir construyendo su movimiento. También dijeron repetidamente a los activistas conservadores, a veces con un tono agresivo, que la mejor manera de honrar a Kirk era redoblar su misión de mover la política estadounidense más hacia la derecha.

“¿Pensaste que podrías matar a Charlie Kirk? Lo has hecho inmortal”, dijo el subjefe de despacho de la Casa Blanca Stephen Miller. “No tienes idea del dragón que has despertado, no tienes idea de cuán decididos estaremos para salvar esta civilización", agregó.
El asesinato de Kirk, perpetrado el 10 de septiembre en un campus universitario de Utah, marcó un punto de inflexión en el movimiento conservador moderno. También desató un feroz debate sobre la violencia y la libertad de expresión en una era de profunda división política.
El ataque también ha generado temor entre algunos estadounidenses de que Trump trate de aprovechar la indignación por el asesinato como justificación para suprimir las voces de sus críticos y oponentes políticos.
Trump, de hecho, tomó unos momentos de su discurso en el funeral para decir que no quería que a sus oponentes le fuese bien. Habló otra vez de los "lunáticos" que buscaron silenciar a Kirk.
Fuertes medidas de seguridad en el estadio para despedir a Charlie Kirk
Los más cercanos a Kirk rezaron y el suelo tembló con el bajo de las bandas de rock cristiano mientras en el hogar de los Arizona Cardinals de la NFL se percibía el ambiente de una ceremonia en una megaiglesia.
“Charlie veía la política como una vía de acceso a Jesús”, dijo el reverendo Rob McCoy, pastor de Kirk.

El público comenzó a hacer fila antes del amanecer para asegurar un lugar dentro del State Farm Stadium al oeste de Phoenix, donde está basada la organización Turning Point de Kirk. La seguridad fue estricta, similar a la del Super Bowl u otros eventos de alto perfil. Los oradores pronunciaron sus discursos de homenaje detrás de un cristal a prueba de balas.
El estadio, con capacidad para 63,400 personas, se llenó rápidamente de personas vestidas de rojo, blanco y azul, como sugirieron los organizadores.
“Creo que esto va a cambiar las cosas, y pienso que él hizo una gran diferencia”, dijo Crystal Herman, quien viajó desde Branson, Missouri. “Él merece que estemos aquí”.
Los comentarios sobre Kirk se han convertido en objetivo del gobierno de Trump
Trump ha culpado a la “izquierda radical” por la muerte de Kirk y ha amenazado con ir tras organizaciones y donantes progresistas u otras personas que, en su opinión, difaman o celebran la muerte de Kirk.
Docenas de personas, desde periodistas hasta maestros y el presentador nocturno Jimmy Kimmel, han enfrentado suspensiones o han perdido sus empleos al tiempo que prominentes activistas conservadores y funcionarios gubernamentales revisan los comentarios sobre Kirk que consideran ofensivos o celebratorios. La represalia, a su vez, ha encendido un debate sobre la Primera Enmienda en un momento en que el gobierno republicano promete arremeter contra aquellos que expresen lo que se considera comentarios despectivos tras la muerte del activista.

Algunos oradores en el homenaje dijeron que Kirk luchaba contra el mal y definieron vagamente al enemigo como “ellos”. Otros fueron directos.
“Charlie se unió a una larga lista de hombres y mujeres valientes que fueron martirizados por sus creencias”, dijo Donald Trump Jr., el hijo del presidente que tenía una relación cercana con Kirk.
“Charlie era mi hermano. Charlie era mi oficial al mando”, agregó Jack Posobiec, un influencer de extrema derecha, en su discurso de homenaje. “Y nunca, nunca dejaremos que la izquierda, los medios o los demócratas olviden el nombre de Charlie Kirk”.
Kirk fue una persona con palabras provocadoras que, en ocasiones, hizo declaraciones que algunos calificaron de racistas, misóginas, antiinmigrantes y transfóbicas. Eso generó reacciones de conservadores que ven las críticas como una selección de momentos específicos para insultar el legado del que consideran un líder conservador inspirador.
Un hombre de Utah de 22 años, Tyler Robinson, fue acusado de matar a Kirk y enfrenta la pena de muerte si es condenado por los cargos más graves. Las autoridades no han revelado un motivo claro en su ataque, pero los fiscales dicen que Robinson escribió en un mensaje de texto a su pareja después del tiroteo que “ya había tenido suficiente” del odio de Kirk.
Turning Point, el grupo que Kirk fundó para movilizar a jóvenes cristianos conservadores, se convirtió en una operación multimillonaria bajo su liderazgo y adquirió un alcance enorme. La multitud de este domingo fue un testimonio de la enorme influencia que acumuló entre los conservadores estadounidenses con su capacidad para movilizar a los jóvenes.
El impacto de la retórica de Kirk
Su impacto en el conservadurismo moderno trascendió las fronteras de Estados Unidos.
Kirk “fue muy efectivo porque estaba convencido de sus puntos de vista y sabía cómo argumentarlos”, dijo la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, en un mitin político el domingo en Roma. “Pero nunca dejó de sonreír, nunca dejó de respetar a su interlocutor y a cualquiera que lo desafiara”.

Kirk fue una celebridad MAGA con seguidores leales que acudían a apoyarlo o a discutir con él cuando viajaba por el país para eventos como el de la Universidad del Valle de Utah donde murió baleado. Kirk hizo crecer la organización, en gran parte, gracias a la fuerza de su personalidad y habilidades de debate.
“Él derrotó a la ignorancia”, dijo la directora de Inteligencia Nacional, Tulsi Gabbard. “Supo identificar y pasar por alto las mentiras. Despertó las mentes de las personas, inspiró los corazones de las personas e impartió su sabiduría todos los días”.
Orador tras orador, incluidos el secretario de Defensa, Pete Hegseth, y el secretario de Estado, Marco Rubio, expresaron su asombro por la capacidad de Kirk para entrar en lo que muchos conservadores veían como la guarida del león para presentar argumentos conservadores: los campus universitarios.
“¿Por qué no empiezas en algún lugar más fácil?”, bromeó Rubio cuando escuchó por primera vez sobre Kirk hace años. “Como, por ejemplo, la Cuba comunista”.
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