Condenan a cadena perpetua a narco que participó en asesinato de agente de la patrulla fronteriza en 2010

El oficial Brian A. Terry realizaba un operativo en Nogales como parte de la unidad de élite BORTAC el 14 de diciembre de 2010, cuando fue atacado a balazos por siete criminales que se dedicaban a robarles cargamentos de marihuana a quienes la cruzaban por esa región.

Brian Terry era parte de un equipo de fuerzas especiales de la Patrulla Fronteriza en Arizona. Fue asesinado a finales de 2010 por ladrones de narcotraficantes.
Brian Terry era parte de un equipo de fuerzas especiales de la Patrulla Fronteriza en Arizona. Fue asesinado a finales de 2010 por ladrones de narcotraficantes.
Imagen Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP)

Un traficante de drogas que participó en el homicidio a tiros de un agente de la Patrulla Fronteriza en el desierto de Arizona en 2010 fue sentenciado el miércoles a cadena perpetua.

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El oficial Brian A. Terry realizaba un operativo en Nogales como parte de la unidad de élite BORTAC el 14 de diciembre de 2010, cuando fue atacado a balazos por siete criminales que se dedicaban a robarles cargamentos de marihuana a quienes la cruzaban por esa región. A esos ladrones les dicen 'bajadores'.

Dos rifles de asalto que quedaron en la escena estaban registrados en el inventario de la fallida operación del gobierno estadounidense ‘Rápido y Furioso’, que le entregó intencionalmente armamento a carteles mexicanos. Pero el plan de la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) le perdió la pista a unos 2,000 rifles, escopetas y pistolas. La mayoría terminó en manos de sicarios del Cartel de Sinaloa.

Otra arma vinculada a ‘Rápido y Furioso’ fue usada para asesinar al agente federal Jaime Zapata, del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE), en México en el año 2011. Zapata es el segundo oficial del orden de EEUU que ha muerto a manos de la delincuencia en el vecino país desde 1985.

En dicha operación encubierta, el gobierno federal les permitía a los criminales comprar armas en tiendas del área de Phoenix con la intención de rastrearlas una vez que llegaran a México. Cuando se reveló que ese propósito había fallado se desató una tormenta política, derivó en investigaciones del Congreso y se convirtió en una distracción importante en el primer período del gobierno del presidente Barack Obama.

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“Hoy (miércoles) nos acercamos a la justicia por el asesinato del agente Brian Terry", dijo el jefe del sector Tucson de la Patrulla Fronteriza, Roy Villareal, en un comunicado. “La sentencia hace que un momento doloroso se acerque a su fin y sirve como recordatorio de los graves peligros que enfrentan nuestros agentes en su compromiso desinteresado con la seguridad de sus comunidades y su país”.


Siete personas han sido acusadas por ese crimen. Heraclio Osorio Arellanes es el sexto que es llevado ante la justicia en este caso. Un juez federal en Arizona lo condenó el miércoles a pasar el resto de su vida tras las rejas. En febrero de 2019, un jurado lo declaró culpable de nueve cargos, incluyendo asesinato en primer grado, atacar a cuatro agentes fronterizos y portar un arma de fuego durante un delito violento.

Osorio Arellanes, de 41 años, fue detenido en 2017 por las autoridades mexicanas en el estado mexicano de Chihuahua, con base en una orden de detención provisional emitida por este país. Fue transportado a la Ciudad de México y lo extraditaron el 1 de agosto de 2018.

Según las pruebas presentadas en el juicio, el 14 de diciembre de 2010, la unidad de élite BORTAC del agente Terry se encontraba en una zona rural al norte de Nogales, Arizona, para atrapar a un grupo armado que estaba asaltando a narcotraficantes, una actividad ilegal común en ese territorio.

El equipo de BORTAC observó a un grupo de cinco hombres que portaban rifles de asalto caminando por la zona. Cuando los oficiales fronterizos les pidieron que se entregaran comenzó un tiroteo. Una bala impactó la espalda baja del agente Terry, quien resultó herido de muerte.

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Otros cinco implicados en este crimen han recibido condenas de entre ocho años de cárcel y cadena perpetua. Un séptimo acusado, Jesús Favela Astorga, fue detenido por la Policía mexicana en noviembre de 2017 y está pendiente su extradición.

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