El presidente Donald Trump aterrizó en Dallas el jueves para asistir a una charla de política racial en la que, paradójicamente, no estarán los tres principales encargados judiciales del condado: el jefe de la policía, el sheriff y el fiscal del distrito. Los tres, afroamericanos.
Trump llega a Dallas para recaudar fondos y participar en una charla de diversidad racial
El presidente de Estados Unidos viajó a Texas en su primer viaje con fines abiertamente electorales tras tres meses de pausa debido a la pandemia del coronavirus con el objetivo de continuar la recaudación de fondos para su compaña.

Ha invitado al jefe de policía de Glenn Heights, al sur de Dallas, cuyo 50% de población es de origen afroamericano de acuerdo con el censo de 2010.
El jefe de la policía de Texas, Reneé Hall, no fue invitada. Tampoco la Sheriff del Condado de Dallas, Marian Brown ni el Fiscal de Distrito, John Creuzot.
Creuzot comentó al Dallas Morning News que, en su opinión, Trump no tendría una opinión completa sobre lo que había ocurrido en la ciudad. “No sé de dónde saca su información. Digo, nosotros somos los que estamos en el campo”.
La Casa Blanca ha defendido la decisión y ha insistido en que el presidente Trump escucha una diversidad de ideas.
El presidente fue recibido a las 3:00, hora de Dallas, por el gobernador Greg Abbott, el vicegobernador Dan Patrick y el fiscal texano Ken Paxton, quienes participarán en su charla sobre la diversidad racial.
Trump ha viajado a Dallas para asistir a una cena en la que espera recaudar al menos 10 millones de dólares. La invitación por pareja es por $580,600 e incluye una foto con el mandatario, según su campaña.
Charla sobre diversidad racial
La visita es la primera que el presidente ha hecho con un claro objetivo electoral en al menos tres meses y ocurre a dos días del entierro de George Floyd, afroamericano que murió asfixiado después de que un policía de Minneapolis se arrodilló sobre su cuello durante más de ocho minutos.
También es la primera visita de Trump después de haber insinuado que usaría al Ejército para controlar la ola de protestas desataads después de que la muerte de George Floyd, ocurrida el 25 de mayo
En aquel momento, el presidente dijo que si los estados no podían controlar las manifestaciones, no dudaría en pedir ayuda a las Fuerzas Armadas.
Este jueves, el mayor jefe de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos después del presidente Trump (quien es el comandante en Jefe), Mark Milley, se disculpó por haber posado en la fotografía que el mandatario se tomó tras hacer su advertencia frente a una iglesia vecina a la Casa Blanca con una Biblia.
Miller, jefe del Estado Mayor Conjunto, dijo que había sido “un error” que “creó la percepción de que el Ejército se involucraría en asuntos domésticos en Estados Unidos”, en un mensaje que envió a un grupo de estudiantes en graduación en la Universidad de Defensa Nacional.
El exvicepresidente Joe Biden señaló, a propósito de la visita de Trump a Dallas, que el presidente “estaba más interesado en posar para fotos que en ofrecer una voz de consuelo a una nación en luto”, de acuerdo con un comunicado.
Los demócratas del condado de Dallas organizaron una protesta frente al lugar donde Trump será el anfitrión de la cena en la que espera recaudar $10 millones para su campaña.



















