“Escapamos. No fuimos liberados", afirma uno de los hombres secuestrados en una sinagoga en Texas

Jeffrey R. Cohen, uno de los cuatro rehenes que estuvieron en cautiverio por casi 12 horas dentro de la sinagoga en Colleyville, recurrió a las redes sociales para compartir su testimonio sobre cómo lograron escapar de su secuestrador.

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COLLEYVILLE, Texas. - Otro de los rehenes que estuvo en cautiverio durante más de 10 horas el pasado sábado en la congregación Beth-Israel, de Colleyville, acudió a las redes sociales para dar su testimonio sobre la situación que vivió junto a sus compañeros en cautiverio.

Jeffrey R. Cohen publicó en Facebook que los cuatro rehenes escaparon poco después de que el atacante, Malik Faisal Akram, les ordenara que se arrodillaran. “Escapamos. No fuimos liberados”, insistió el creyente, quien aseguró que todos tenían "capacitación sobre qué hacer en caso de un tiroteo activo”.

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Dijo que defenderse no era una opción, porque significaba acercarse al pistolero armado. Aun así, dijo que se había preparado mentalmente para usar su manto de oración alrededor del cuello o de la mano del secuestrador que sostenía el arma, pero no tuvo la oportunidad de hacerlo.

"Parecía tranquilo y feliz"

Jeffrey R. Cohen contó que cuando él ingresó a la sinagoga el sábado por la mañana, fue y se presentó con Malik Faisal Akram, quien estaba hablando por teléfono, pero saludó y sonrió. A su juicio, el británico de 44 años “parecía tranquilo y feliz” de estar sin frío.

“Sus ojos no se movían; sus manos estaban abiertas y tranquilas, saludaba y sonreía”, dijo Cohen.

El sobreviviente relató que usualmente tiene consigo su teléfono durante los servicios y eso fue clave, porque le ayudó a marcar rápidamente al 911.

“Puse la pantalla del teléfono hacia abajo en la silla y me moví, según lo ordenado. Pero no exactamente como se ordenó. En lugar de ir al fondo del templo, me quedé en la fila de una de las salidas”. Según su testimonio, cuando el oficial de policía llegó a la puerta de la entrada de la sinagoga, el atacante se agitó más y él aprovechó para acercarse a la puerta de salida.

Más tarde, ayudó a uno de sus compañeros, acercándolo a la puerta de la salida mientras frotaba sus hombros. En algún momento en que recibían una pizza, Cohen dijo que le sugirió a un tercer rehén que se acercara a la salida, en donde todos estaban a unos 20 pies de distancia de la puerta. “Esto fue crítico para nuestro escape”, consignó.

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Entre las estrategias que los ayudaron mencionó que estuvieron tranquilos, no alzaron la voz y mantuvieron al pistolero ocupado.

“Hablamos con él. Él nos sermoneó. Le hice preguntas que pueden haber sido útiles para el FBI. Pero mientras él hablara y estuviera un poco tranquilo, le ganamos tiempo al FBI para posicionarse”, dijo Cohen.

El rabino le gritó que corriera

Luego de que Malik Faisal Akram les indicó que se arrodillaran, Cohen dijo que se levantó de la silla y lo miró con severidad.

“Me miró fijamente, luego se movió hacia atrás para sentarse. Fue en ese momento cuando el rabino Charlie (Cytron-Walker) gritó corre”. “Shane tenía un paso sobre mí. Lo agarré y lo empujé a través de la puerta (estábamos tan cerca que el informe decía que solo salieron 2 personas, éramos tres)” añadió.

Cohen dijo que al salir por la puerta se tropezó con algo y cayó al suelo, perdiendo sus anteojos, mientras escuchaba a su atacante abrir la puerta.

“Pensé que estaba más abajo de lo que estaba. De hecho, estaba bastante expuesto”, recordó el creyente. “Cuando escuché que la puerta se cerraba y un oficial gritaba, me levanté y corrí”, agregó .

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