Grandes concentraciones de personas se esperan este sábado, cuando tendrá lugar la segunda convocatoria de protestas denominadas 'No Kings' (No Reyes), promovidas por más de 300 organizaciones civiles y políticas de todo Estados Unidos.
Qué se espera de las protestas 'No Kings' que se realizarán en miles de ciudades contra las políticas de Trump
Más de 2,500 ciudades y poblaciones en todo EEUU se unirán este sábado en una nueva jornada de la protesta 'No Kings' (No Reyes), promovida por más de 300 organizaciones de todo el país.
Las manifestaciones tienen como objetivo lo que consideran políticas autoritarias del presidente Donald Trump y su administración.
Se prevé que más de 2,500 ciudades grandes y poblaciones de costa a costa tengan protestas, que ocurren en un entorno de polémica y enfrentamiento en distintas ciudades entre la población y las fuerzas del orden.
Algunos políticos conservadores han condenado las protestas como manifestaciones de "odio a Estados Unidos", mientras que otros afirman que representan una lucha "patriótica" por los derechos de la Primera Enmienda, que protege la libertad de expresión, de religión o de reunión.
Algunos estados republicanos, como Texas, han prometido desplegar la Guardia Nacional durante las manifestaciones, lo que ha provocado cuestionamientos sobre el derecho constitucional a la protesta.
El primer día de manifestaciones del movimiento 'No Kings' atrajo a multitudes el 14 de junio, mientras Trump organizaba un desfile militar en Washington por el 250 aniversario del Ejército, y que coincidió con el día de su cumpleaños.
Deirdre Schifeling, directora política y de defensa de la Unión Americana por las Libertades Civiles, dijo a los periodistas el jueves que los manifestantes querían transmitir que "somos un país de iguales".
"Somos un país de leyes que se aplican a todos, de debido proceso y de democracia. No nos callarán", afirmó.
Leah Greenberg, cofundadora del Proyecto Indivisible, criticó duramente a la administración Trump por enviar a la Guardia Nacional a las ciudades, tomar medidas enérgicas contra los migrantes indocumentados y perseguir a los opositores políticos.
"Es la clásica estrategia autoritaria: amenazar, difamar y mentir, asustar a la gente para que se someta. Pero no nos dejaremos intimidar. No nos acobardaremos", afirmó Greenberg.
Aumento del compromiso político
Ezra Levin, uno de los principales organizadores de las protestas del sábado, dijo que las manifestaciones son una respuesta a lo que él denominó "la represión de Trump contra los derechos de la Primera Enmienda".
Levin, codirector ejecutivo de la organización sin fines de lucro Indivisible, señaló la amplia represión migratoria de Trump, sus promesas sin precedentes de utilizar el poder federal para influir en las elecciones de mitad de mandato, las restricciones a la libertad de prensa y las represalias contra los opositores políticos.
Dijo que esas medidas representaban en conjunto una amenaza directa a los derechos protegidos por la Constitución.
Se han planeado protestas desde la ciudad más grande del país, Nueva York, hasta pequeñas comunidades rurales no incorporadas como East Glacier Ridge, Montana, con unos 300 habitantes.
Randi Weingarten, presidenta de la Federación Estadounidense de Docentes, lo calificó como una "obligación de luchar por el pueblo estadounidense".
Afirmó que los manifestantes estaban comprometidos con garantizar que "este sea un país en el que veamos avanzar la democracia, no retroceder".
Los organizadores considerarán que el día ha sido un éxito, dijo Levin, si la gente se siente motivada para involucrarse más en la política de forma continua.
Represión a las protestas
La represión de Trump contra las protestas, especialmente en las ciudades demócratas, se ha intensificado desde las marchas de junio. Desde entonces, ha enviado tropas de la Guardia Nacional a Washington DC y Memphis, Tennessee. Sus esfuerzos por desplegar tropas en Chicago y Portland, Oregón, se han estancado en los tribunales federales.
Los organizadores en Chicago esperan que decenas de miles de manifestantes se reúnan en un popular parque del lago Michigan, seguido de una marcha por el centro de la ciudad.
Los agentes federales de inmigración han detenido a más de 1,000 personas en Chicago, la tercera ciudad más grande del país, con tácticas cada vez más agresivas desde septiembre. Las protestas han sido frecuentes y han contado con una gran participación en las últimas semanas, y han desembocado en intensos enfrentamientos fuera de un centro federal de tramitación de inmigración en las afueras.
"La gente está más enojada. Se siente mucho más cercano", dijo Denise Poloyac, de Indivisible Chicago. "Están muy preocupados por lo que está sucediendo en Chicago y en todo el país".
Los organizadores de "No Kings" han impartido numerosas capacitaciones virtuales sobre seguridad antes de las protestas con la ayuda de la Unión Americana de Libertades Civiles, que figura como socio oficial en el sitio web de "No Kings".
Las capacitaciones informaron a los espectadores sobre sus derechos durante las protestas, como si es necesario llevar identificación o si se permite llevar cubrebocas (ambos varían según cada estado), y enfatizaron las técnicas de desescalada para los encuentros con las fuerzas del orden.
Cada protesta oficial tiene un plan de seguridad, que incluye médicos designados y puntos de encuentro de emergencia.
Respuesta mixta de los funcionarios electos
Las protestas ya han suscitado una rápida condena por parte de algunos de los principales políticos del país, y el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, calificó el evento como la "manifestación contra Estados Unidos" en una conferencia de prensa celebrada el miércoles.
Algunos líderes estatales, como el gobernador republicano de Texas, Greg Abbott, han decidido a ctivar la Guardia Nacional antes de las protestas.
"Texas disuadirá los actos delictivos y colaborará con las fuerzas del orden locales para detener a cualquier persona que participe en actos violentos o cause daños a la propiedad", afirmó Abbott en un comunicado.
El gobernador demócrata de California, Gavin Newsom, se mostró más optimista y dijo que espera que los californianos acudan en gran número y mantengan la paz. Afirmó que Trump "espera que haya disturbios y violencia" que pueda aprovechar.
Protesta mayoritariamente pacífica en junio
Los organizadores de la primera protesta de No Kings, en junio, calificaron en ese momento el desfile militar en la capital del país como una "coronación" que simbolizaba lo que ellos caracterizaban como la creciente extralimitación autoritaria de Trump.
Los enfrentamientos fueron aislados y las protestas transcurrieron en gran medida de forma pacífica.
En Los Ángeles agentes policiales usaron gas lacrimógeno y munición antidisturbios para dispersar a los manifestantes una vez finalizado el acto oficial. Una situación similar ocurrió en Portland, Oregon.
Un manifestante murió durante la marcha de Salt Lake City, en Utah, en junio. Un voluntario de seguridad disparó a una persona que supuestamente apuntaba con un rifle a los manifestantes, pero sin querer alcanzó y mató al manifestante Arthur Folasa Ah Loo, un querido diseñador de moda.
Cuatro meses después, nadie ha sido acusado. Los expertos han dicho que las leyes estatales sobre armas pueden proteger tanto al tirador como al hombre que blandió un rifle pero no disparó.
Jamie Carter, uno de los organizadores de la manifestación del sábado, dijo que los activistas de Utah consideraron no participar en esta ronda de manifestaciones de "No Kings", pero "también sentimos que realmente teníamos que volver a salir a la calle".
Los organizadores no están afiliados a los grupos que organizaron la manifestación de junio que se tornó mortal. Habrá voluntarios de seguridad presentes, pero desarmados, y todos han recibido capacitación para reducir la tensión, dijo Carter, de Salt Lake Indivisible. Se ha pedido a los asistentes que no traigan armas.
"Realmente queremos que este sea un evento muy estimulante y feliz en el que la gente se reúna en una comunidad para intentar borrar y reemplazar algunos de los malos recuerdos", dijo.
La preocupación por las grandes manifestaciones políticas sigue siendo elevada en Utah, donde el activista conservador Charlie Kirk también fue asesinado durante un acto público el mes pasado.
El movimiento "No Kings" está organizando incluso eventos en Canadá, con manifestaciones previstas en Toronto, Vancouver y la capital, Ottawa.
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