“Esta campaña está muy viva”, afirmó el exvicepresidente Joe Biden en el último evento que organizó su campaña antes de la votación, este lunes en Houston.
El ascenso de Biden en Texas sepultó la campaña de Bloomberg
La racha triunfal del vicepresidente, que le consiguió la victoria en el segundo estado que más delegados otorgó este Súpermartes, acabó con la campaña más cara en la historia del estado.


El esfuerzo del candidato demócrata trajo frutos el Súpermartes, cuando en una jornada de infarto superó en la madrugada a Bernie Sanders con un 34% sobre un 30%. Texas, que con 228 delegados es el segundo estado que más delegados otorgó en estas primarias, dio a Biden su más importante victoria hasta ahora.
Pero el más afectado por el ascenso de Biden fue el multimillonario Michael Bloomberg, que había hecho de Texas uno de sus principales objetivos en su campaña presidencial, la más cara en la historia del estado.
Bloomberg fue, de lejos, el candidato que más atención, y dinero, dedicó a Texas. Visitó el estado siete veces (más que nadie), gastó ahí 54 millones de dólares, diez veces más que cualquiera de los otros candidatos, y montó el mayor equipo: 19 oficinas con 160 empleados en todo el estado.
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Pese a todo, el multimillonario se quedó en tercer lugar con un 14,4% (sin opción a recibir delegados estatales) y ganó en un puñado de distritos, seis en total. Sumó apenas 10 delegados.
Las alarmas se dispararon en su campaña después de la victoria de Biden en Carolina del Sur el sábado y tras la avalancha de apoyos que recibió el exvicepresidente en los siguientes días. Su equipo de campaña en Texas dejó de dar entrevistas el domingo y el exalcalde decidió cancelar su asistencia a un evento en San Antonio en el último minuto.
El multimillonario anunció que, de cualquier forma, mantendría algunas de sus oficinas en Texas en apoyo del candidato demócrata, sea quien sea. “Aunque no sea el nominado, no huiré de la batalla política más importante de mi vida”, afirmó en un comunicado.
Una victoria en el último minuto
El condado de Harris ( Houston), el sitio que Biden eligió para cerrar su campaña en primarias texanas, muestra la racha que culminó en una muy valiosa victoria. Mientras que en el voto adelantado tanto él como Sanders registraron un empate técnico (36,412 de Biden frente a 36,094 del senador), el día de la votación la diferencia aumentó a casi 30,000 votos: 84,799 contra 55,806.
En Dallas, el efecto fue similar. En el voto adelantado, Biden superaba a Sanders por una diferencia mínima; el día de la elección, duplicó la cifra de votos (67,714 frente a 38,615).
El aspirante sumó victorias en más de 220 de los 254 condados texanos, entre ellos las zonas con mayor población urbana, Dallas, Houston y Fort Worth. Consiguió también un sólido respaldo en los suburbios y en los distritos rurales como East Texas, West Texas y Panhandle. Sanders, por su parte, consiguió sus mayores victorias en Austin y San Antonio.
Biden consiguió el triple de votos de afroamericanos, que representa una quinta parte en Texas, que Sanders. El senador, por su parte, duplicó la cifra que consiguió su contrincante entre la población de origen latino.
El ascenso de Biden es aún más sorprendente si se tiene en cuenta que su campaña gastó menos de 100,000 dólares en el estado, una cifra mucho menor que los 5,5 millones de dólares que gastó Sanders y estratosféricamente lejos de los 54 millones que desembolsó Bloomberg.














