Dos residentes de Austin que dieron positivo de coronavirus este martes pidieron a un juez estatal que se les permita votar de forma extraordinaria debido a su condición médica para participar en la segunda vuelta de las primarias en Texas.
Dos votantes enfermos de covid-19 demandan para votar de forma extraordinaria en Texas
El estado que otorga la segunda mayor cantidad de votos al Colegio Electoral de Estados Unidos ha celebrado la segunda vuelta de las primarias, postergadas por la pandemia y en medio de récords de contagios por coronavirus.

En una demanda presentada en un tribunal en el condado de Travis, Linda Elizabeth Harrison y su esposo, Vernon Webb, han argumentado el criterio de la actual legislación texana para quienes sufran de alguna condición médica y así puedan acceder a su derecho al voto.
Texas es uno de los once estados del país que restringe el acceso al voto por correo: solo los mayores de 65 años, quienes estén en la cárcel o fuera de su distrito, o bien sufran de alguna condición médica pueden acceder a esta opción. No obstante, esta opción se debió haber pedido con anticipación, lo que hace extraordinaria la petición de Webb y Harrison, que apelan a una cláusula en la ley que permite a los enfermos pedir una boleta de emergencia de contar con un permiso médico.
La fecha límite para pedir una boleta por correo era el 2 de julio y el coronavirus ha sido un motivo de polémica y debate entre los partidos sobre el voto por correo en Texas, una situación que ha llevado a tribunales a demócratas y republicanos.
Harrison ha argumentado, de acuerdo con el Texas Tribune, que comenzó a sentir síntomas de covid-19 el mismo 2 de julio, y que recibió su diagnóstico de positivo hasta una semana después: el 9 de julio.
Un camino inédito
La pareja comenzó entonces a averiguar sobre sus opciones para ejercer su voto, según dice el texto de la demanda que han presentado en la capital de Texas.
La demanda es respaldada por la organización Texas Civil Rights Project y busca una opción para que la oficial del condado, Dana DeBeauvoir, pueda otorgar una boleta de emergencia sin la receta médica. Más allá del desenlace, lo ocurrido es otra manifestación de las extraordinarias circunstancias en las que se realizan esta segunda vuelta de primarias en Texas, las primeras elecciones que se organizan en el estado tras el inicio de la pandemia.
Los comicios son la continuación del Súpermartes, el 3 de marzo, y estaban previstos a celebrarse a finales de mayo. Pero fue precisamente la pandemia la que hizo que el gobernador republicano Greg Abbott decidiera en abril postergar estas elecciones siete semanas: del 26 de mayo al 14 de julio.
Una prueba rumbo a noviembre
En las últimas tres semanas, Texas ha visto un aumento significativo en el número de casos de coronavirus en el estado, que ha registrado unos 275,000 contagios ( más de 10,000 en las 24 horas del lunes 13 al martes 14) y al menos 3,331 muertes.
Por tanto, el reto de organizar las elecciones en persona ha convertido a esta segunda vuelta, que si bien no congrega a una asistencia de votantes como lo hace la primera ronda de las primarias o las elecciones generales, en una prueba para que los funcionarios electorales pongan a prueba los protocolos de seguridad que implica votar en tiempos de pandemia.
Algunas de estas medidas son la recomendación de equipo protector para los votantes, aunque esto ha caído en contradicción con la excepción que hizo el gobernador Abbott con los votantes en su reciente orden sobre el uso obligatorio de mascarilla en el estado. Los electores no estaban obligados a hacerlo y esto, de acuerdo con al menos seis condados, ha afectado a una docena de centros de votación.
A lo largo de la jornada electoral no se han registrado grandes concentraciones, pero las cifras de participación han sido mayores a las registradas hace dos años, de acuerdo con cálculos oficiales.

















