Hablemos de sexo...con los niños

Todos sabemos la forma en la que una nueva vida llega a este mundo: envuelta cuidadosamente y transportada por una cigüeña, la cual deposita al bebé frente a la puerta, la cuna o en los brazos de la madre para después partir y continuar con sus entregas. Absurdo, sí, pero durante mucho tiempo fue la única respuesta admisible a las "incómodas" preguntas que los niños hacían al respecto. Eso o que venían de una maceta o una col, como los célebres Cabbage Patch Kids.

La educación sexual es un tema complicado para los padres debido a la escasa información que poseen, la carga religiosa y los prejuicios. Sin embargo, darles estos contenidos trae ventajas no sólo en la niñez, sino a lo largo de su vida.

La jefa del Programa de sexualidad de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México, Ofelia Reyes Nicolás, destaca la importancia de abordar la sexualidad con los pequeños de forma clara y explícita, pues generalmente cuando hacen preguntas al respecto la mayoría de los adultos optan por ignorarlos y evitan responder. "Cuando hay una escena en la televisión les tapan los ojos o los sacan de la habitación. Con ello envían el mensaje de que está mal, prohibido, que de eso no se debe hablar", explica Reyes. La especialista aconsaja que se debe permitir que los niños exploren su cuerpo y conozcan sus genitales, los cuales poseen un nombre específico, ya que es habitual que exista curiosidad al ser una parte normal del desarrollo. No obstante los padres o cuidadores requieren hacer énfasis en que observarse o tocarse es una práctica privada que el menor debe hacer por su cuenta, en un lugar donde se sienta tranquilo.

Es recomendable decirles que su cuerpo es bello tal y como es, que cuidarlo y explorarlo es una forma de darse amor uno mismo para así reforzar la autoestima. Reyes sugiere evitar la típica reacción de susto: reprimirlos, decirles que “se dejen ahí”, que son sucios o cochinos . Eso genera culpa, vergüenza y rechazo al cuerpo.

Información es protección

Según cifras del sitio Child Trends Data Bank , la edad con mayor rango de abuso sexual infantil en Estados Unidos abarca de los cero hasta los siete años, e incluye a un 8.5% de niños hispanos. Si bien los primeros tres años es muy complicado compartir herramientas a los niños, es importante que a partir de los cuatro se les de orientación, " cuando el menor tiene información sexual es consciente de que nadie puede violentar su cuerpo porque le pertenece y nadie lo puede tocar si no es con su consentimiento previo, a menos que sea un caso especial, como ir al médico. Se debe dejar claro que el tacto debe ser siempre en presencia de los padres", apunta Reyes.

Un niño informado tiene seguridad y autonomía sobre su cuerpo, lo anterior es un indicador de que son respetados desde la familia ya que muchos abusos ocurren al interior de la misma, o bien porque tienen carencias afectivas y los adultos se aprovechan de la falta de contacto para atacarlos. Se les debe enseñar a reconocer la diferencia entre un saludo y una caricia, a un tocamiento con la intención de erotizar o provocar una agresión.

Oportunidad para padres e hijos

Uno de los principales obstáculos para que los padres hablen de sexo con sus hijos es la falta de de conocimiento sexual entre los adultos. La especialista señala que muchos crecimos en el silencio, el miedo y los tabúes hacia todo lo relacionado con la sexualidad, lo que propicia vivirlo como una situación vergonzosa, desagradable y amenazante. Algunos padres creen que conversar sobre sexualidad volverá a los infantes precoces, promiscuos o que los incitará a comenzar una vida sexual activa.

Ofelia Reyes aclara que la información proporcionada es de acuerdo a su edad y capacidades cognoscitivas, "es muy básica, conforme van creciendo se incorporan otros temas para que vean que es natural, que todos los seres se reproducen. Así entienden cómo se formaron, de dónde vienen (una de las preguntas más comunes) y que más adelante podrán decidir si ellos quieren tener hijos o no. Son programas diseñados por profesionales". Una educación a esta edad no incluye posturas, descripción de actos sexuales ni materiales pornográficos, algo que en su experiencia los progenitores creen con frecuencia.

Darle esta información a sus hijos los protege, previene la violencia de género, los embarazos no deseados y las enfermedades de transmisión sexual. De no hacerlo contribuimos a fomentar el silencio, la vergüenza, el miedo y el desprecio a la diversidad. Uno de los mejores regalos que los padres pueden hacer a sus hijos es una educación sexual de calidad que promueva la salud y el autocuidado. Si no sabe cómo tocar el tema, la especialista recomienda acercarse a profesionales capacitados, buscar libros y tener cuidado de lo que se encuentra en internet.

Hablar abiertamente de sexo es una gran oportunidad para que los padres aprendan y derriben barreras y mitos. Dotar a sus hijos de información útil y veraz le traerá la posibilidad de ejercer una sexualidad placentera, saludable y libre de prejuicios en el futuro.

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