La presión alta después de la semana 20 de embarazo es denominada hipertensión gestacional. Es uno de los síntomas de la preeclampsia, que se presenta también con niveles elevados de proteína en la orina. ¿Cuáles son las implicancias y cuidados necesarios en casos de hipertensión en el embarazo?
Síntomas de hipertensión gestacional en el embarazo

La tensión arterial en el embarazo
En líneas generales, cuanto más elevada sea la presión arterial y más temprano en el embarazo la mujer se encuentre, más alto es el riesgo para la gestación. Por lo general este cuadro se presenta en las últimas semanas -a partir de la semana 36 o 37- y en esos casos el riesgo para el desarrollo del bebé ya no está presente debido a que su gestación está casi completa, pero sí es posible que deba recurrirse a una inducción o una operación cesárea.
Lo importante que tu médico obstetra hará será chequear los niveles de proteína en orina. Si los signos de preeclampsia se confirman, los riesgos al final del embarazo son muchos -ruptura uterina, embarazo prematuro o problemas con la placenta - y la presencia de presión arterial elevada antes de las 30 semanas aumentan las chances de desarrollar preeclampsia. Por eso es muy importante que las mujeres embarazadas controlen su presión arterial con regularidad.

Factores de riesgo para la hipertensión gestacional
Las variables que aumentan las chances de presión alta en el embarazo son:
- Obesidad
- Ser mayor de 30 años
- Tener historia familia de hipertensión gestacional o de preeclampsia
- Tener un embarazo múltiple
- Tener diabetes o enfermedades renales crónicas

Cómo se maneja la presión alta en el embarazo
En primer lugar tu médico ordenará una ecografía para chequear el estado del bebé y que los niveles de líquido amniótico sean adecuados.
También se ordenarán análisis de sangre y orina para descartar preeclampsia. A veces se puede decidir que la mamá quede en observación algunos días, o alternativamente se ordena que tome reposo absoluto en la casa.
Será necesario proveer los medios para que la presión arterial de la mamá embarazada sea controlada con regularidad, y también hacer conteos de los movimientos diarios del bebé y reportarlos al médico obstetra en caso de irregularidades.
Si se presentan otros signos de preelampsia como hinchazón en rostro, manos y pies, dolor de cabeza intenso, visión borrosa o vómitos, habrá que avisar inmediatamente a la guardia obstétrica.
Si la presión alta se da al final del embarazo y el el bebé está a término y se observa que está generando dificultades para el bebé o la placenta, es probable que el médico ordene la inducción del parto o una cesárea para evitar riesgos.
Para más información sobre síntomas a cuidar en el embarazo puedes seguir leyendo: síntomas normales en el embarazo y cuándo preocuparse.









