Cuando nacen nuestros hijos, pero también a medida que van creciendo, la mayoría de las mamás sentimos esa necesidad y ese deseo fuerte de estar junto a ellos a cada segundo. No queremos despegarnos de su piel tersa y no queremos perdernos tampoco de ninguno de sus gestos. Pues sin duda durante los primeros años la presencia materna resulta vital, y seguir este impulso es más que natural.
Si eres mamá deberías dedicar un tiempo para estar a solas, y estas son las razones

También es cierto que el tiempo a solas se reduce a cero durante largos períodos de tiempo. Hoy te contamos las razones por las que deberías recordar la importancia del tiempo a solas y cómo hacer para lograrlo, ¡sin culpas!
Un descanso REAL

La idea de ser padres suele estar teñida de color rosa. Vemos en anuncios y en las redes sociales incontables fotos de padres con niños felices y bien arreglados. Pero, seamos sinceros, la realidad suele ser bastante diferente. La maternidad tiene sus luces y sus sombras, y resulta muy sanador poder asumirlas.
Para transitar este proceso de manera respetuosa y amorosa (no solo con nosotras mismas, sino también con nuestros hijos) hace falta tomarnos un verdadero descanso que implique de veras desconectarnos de las tareas diarias. Quizás sea leer un libro, salir a caminar, escuchar música o simplemente sentarte en un parque a ver la gente pasar. Este es un tiempo que, aunque breve, repercute de manera sensible en nuestra salud, tanto física como emocional.
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Suelta la culpa

¿Suena lejano? ¿Un trabajo demasiado duro, tal vez? Pues a decir verdad puede que al principio cueste un poco porque pensamos que con otras personas nunca estarán tan bien como con nosotras o sus papás, o porque simplemente imaginamos que nuestro deber es estar las 24 horas del día 7 días a la semana al pie del cañón.
Liberarnos del lastre de la culpa no solo nos habilitará la posibilidad de hacer aquello que nos gusta con más frecuencia, sino también de ir dejando espacio a nuestros pequeños para que interactúen con otras personas. Recuerda que este tiempo para ti no implica que los estés abandonando, más bien todo lo contrario: estás pensando un momento en ti para poder estar bien a gusto y disfrutarlos a pleno.
Vale la pena, entonces, generar un espacio al día (al menos 10 minutos) en el que podamos tomarnos unas «minivacaciones» de nuestro rol. Cuanto más vayan creciendo nuestros hijos, mayores serán estos tiempos, pero recuerda que es saludable tomártelos desde el principio y sin atisbo de culpa.
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