¿Qué esperar en la primera visita al psicólogo infantil?

En diversas ocasiones ya sea por recomendación escolar o simplemente porque deseamos que nuestro hijo crezca con una buena salud emocional, decidimos que es momento de llevarlo con un psicólogo infantil. Como papás podemos sentir muchas inquietudes respecto al tema, ya que erróneamente creemos que solo cuando a los pequeños les ocurre un evento traumático como un divorcio o la muerte de un ser querido es momento de llevarlos a terapia, y esto no necesariamente es así, ya la primera visita al psicólogo infantil debe de ser a muy temprana edad para ayudar a nuestro pequeño a formarse una buena salud emocional.

Prepararnos para ir al psicólogo

Para prepararnos mejor ante la primera visita al psicólogo infantil, lo primero que necesitamos hacer es investigar al terapeuta, es decir comprobar si tiene una especialidad en psicología infantil y que tipo de área es la que estudió. Recordemos que dentro de la psicología existen muchas ramas, la humanística, la gestalt, solo por mencionar algunas.

Puede ser que nuestro pequeño se muestre algo nervioso ante la visita con el terapeuta, lo mejor es hablar con nuestro hijo y explicarle qué es un psicólogo y cuál es la razón por la que él irá a terapia.

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Durante la primera sesión el psicólogo nos pedirá a ambos padres que pasen para hablar con él a solas, de esta manera él conocerá a nuestro hijo por medio de nosotros, después de la primera sesión nuestro hijo comenzará a entrar solo a la terapia psicológica.

Es muy importante que como papás estemos tranquilos, el psicólogo infantil es un profesional que sabrá ayudar a nuestro hijo por medio de los juegos y las canciones, hasta que logre crear un vínculo con él.

¿Cuánto esperar para ver cambios?

Es muy probable que deseemos ver resultados instantáneos y ver cambios de aptitud en el pequeño. Pero debemos recordar que la terapia psicológica es un proceso largo, con paciencia y tiempo los resultados comenzarán a hacerse notar.

La terapia puede ayudar a nuestros hijos a aumentar de manera positiva su autoestima, a fomentar el compañerismo y las buenas relaciones con los demás, además de reforzar los vínculos afectivos de padres e hijos. Un niño que va a terapia psicológica es más seguro de mismo y sobre todo feliz.

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Escoger a un buen terapeuta que nos haga sentir respetados e importantes en nuestro papel de padres y primeros educadores de nuestros hijos nos dará la confianza de saber que estamos haciendo bien al llevar a nuestro pequeño. Recordemos que una buena salud emocional es una parte importante en la vida de nuestros hijos.