Sé que muchas veces pensaste que mandarlos al jardín es un paso demasiado grande para bebés tan pequeños. Pero tu trabajo, los ritmos de la casa y las necesidades te recuerdan que tampoco es la mejor opción dejar a tus hijos en casa mientras vos estás trabajando. Entonces, ¿Qué hacer?
¿Qué es un jardín rodante?

En principio, no preocuparte. El jardín rodante es una buena solución para combinar las dos necesidades que tenés: brindarles a tus hijos un espacio educativo sin tener que salir de tu casa.
Esta nueva tendencia está siendo cada vez más perfeccionada y, por haberlo probado, creéme que sirve. A continuación te cuento todo lo que tenés que saber sobre el jardín rodante.
¿Qué es el jardín rodante?
En principio, rompamos un mito: el jardín rodante no es una variante de las guarderías. En todo caso, es una variante del jardín de infantes: tiene objetivos pedagógicos y de enseñanza con lo cuál, lo importante no es cuidar a los chicos mientras los padres están ocupados sino enriquecer su desarrollo y crecimiento.
Se trata de un grupo de docentes de nivel inicial que trabaja en tu casa: lleva sus materiales y propuestas para realizar con los chicos y monta un jardín en un espacio seguro y conocido por ellos.
¿Quiénes pueden participar?
La idea de este jardín es trabajar en la casa con o sin padres. Cada uno puede elegir. Si bien cada jardín tiene sus condiciones, en líneas generales los grupos de trabajo son de entre 3 a 7 chicos y las edades pueden ser desde el año y medio hasta los 5 años de edad. Lo ideal es que te juntes con amigas, vecinas o conocidas que tengan hijos de la misma edad y se organicen.

¿Cuáles son los pro y los contra?
Lo mejor del jardín rodante es que su trabajo es muy individualizado y las docentes conocen en profundidad a cada chico. Esto favorece el crecimiento de tu hijo pero también sus medios de comunicación: pedirle una opinión, hablar para ver cómo está o escuchar un consejo son trabajos diarios y más personalizados.
Además, la idea del jardín rodante soluciona los miedos del jardín: enfermedades, contagios, traslados y adaptación son ideales en esta propuesta.
Como contra, el jardín rodante no es para todos los chicos: si son muy apegados a la familia y a su casa esta propuesta les va a costar mucho. A veces tener que superar la salida de su hogar para entrar a un nuevo ámbito educativo es un gran crecimiento.

¿Cómo elegir el mejor?
Lo que primero tenés que tener en cuenta es con qué objetivo estás buscando un jardín rodante. Si tu idea es darle un ámbito de desarrollo educativo a tu hijo mientras vos estás en el trabajo, esta opción me parece la ideal.
Además, esta metodología de jardín es propicia para chicos más chiquitos: a partir de los 3 años es recomendable que asistan a una institución para que la socialización y la escolaridad comiencen a ser parte de su vida.
Lo importante es buscar un jardín rodante donde las maestras sean docentes de nivel inicial. Muchas veces estos grupos están organizados por profesores de educación física o gente de recreatividad y si es así, su objetivo va a ser entretenerlos y pasar el rato. Mi recomendación es que ni te gastes: va a ser lo mismo que dejarlos con una niñera.
Buscá gente que haya trabajado en jardines y que los objetivos estén trazados por contenidos educativos para cada edad. En general, suelen trabajar con planificaciones igual que en el jardín tradicional.
Que aprendan, que crezcan y que se sientan en un ámbito seguro es el objetivo del jardín rodante.
¿Ya conocías esta opción? ¿Qué te parece? ¿Te sirvió esta nota?








