¿Qué sientes cuando tu hijo se mete los dedos en la nariz? Muchas personas piensan que los niños muestran este comportamiento porque están algo nerviosos o ansiosos. Sin embargo, hurgarse la nariz no es necesariamente una señal de que tu hijo está demasiado ansioso: los niños suelen tocar su nariz porque tienen algo en ella que les molesta. Podría tratarse de una alergia, de piel reseca en esa zona por alguna razón, de estar apunto de resfriarse, de tener parásitos, y un largo, largo etcétera.
¿Por qué los niños se meten el dedo en la nariz?

¿Quiénes encabezan la lista? Los que viven en ambientes demasiado secos y los niños con alergias. En ambos casos el gran flujo de mucosidad, que luego se convierte en duras costras, les dan una sensación de que en su nariz hay "algo que deben sacar", lo que les dificulta dejar su nariz en paz.
Además, no olvides que si la calefacción o el equipo de aire acondicionado están secando las fosas nasales de tu hijo muy probablemente necesite tocarse la nariz todo el tiempo porque la siente seca o, en consecuencia, le pica.
¿Qué hacer si tu hijo se mete el dedo en la nariz?
A pesar de que hurgarse la nariz se considera como un hábito "de mala educación" no es malo en sí mimo. Lo que es malo son sus consecuencias, porque los gérmenes en que los dedos podrían introducir en su nariz y en las pequeñas heridas que realizan al quitar las costras pueden infectarse. Además, esos dedos que han estado en la nariz seguramente han de diseminar los resfriados y la gripe al tocar manijas de puertas, la mesa, los útiles escolares, etc.

Cómo impedir que tu hijo hurgue en su nariz
1. Remedia la deshidratación o la congestión de su nariz.
2. Enseña a tu hijo a usar un pañuelo en lugar de los dedos. Esta puede se la forma más fácil de eliminar este odioso hábito.
3. Observarlo sin que se dé cuenta para poder determinar si se trata de un hábito nervioso o si realmente tiene algo allí que le molesta demasiado.
4. Motívalo a lavar sus manos con frecuencia.

Entonces, para finalizar, ocúpate en eliminar sus alergias, manténlo hidratado, hidrata un poco el aire de tu casa, mantén sus manos ocupadas con juegos para armar, marcadores, rompe cabezas, etc., Motívalo a lavar sus manos con frecuencia, y enséñale cómo utilizar un pañuelo. Si todo esto fracasa, intenta ignorarlo por un tiempo: a medida que vaya creciendo quizá vaya dejando atrás este particular hábito.









