Mi hijo no quiere comer: ¿por qué?

Puede ocurrir que cuando toca ponerse en la mesa para comer este se convierta en un momento tedioso tanto para padres como para niños. El pequeño no quiere comer y el padre/madre se arma de paciencia para que lo haga, pero, ¿por qué no quiere comer?

Lo realmente importante no es que el niño coma a toda costa, lo importante es que si no quiere comer, lo padres averigüen qué es lo que le ocurre al niño y por qué se comporta así. 

¿El tamaño de la ración es la adecuada?

No siempre es fácil acertar con el tamaño de las raciones cuando se es padre primerizo y se pasa de los biberones a los platos de papilla o alimentos sólidos. 

Quizá le pongas más comida de la que tu hijo puede comer y es por ello que se queja y llora. Así que piensa primero cuánta cantidad de comida le das a tu hijo. Si tu pequeño está sano y fuerte no te preocupes si come menos de lo que tú quieres, lo importante es que se alimente con una dieta completa y equilibrada. 

O también puede ocurrir todo lo contrario, que le des menos alimento de lo que necesita y llore porque quiere comer más hasta poder quedar saciado. 

¿Hay cambios en el hogar?

También puede ocurrir que estén habiendo problemas o cambios familiares que le afecte al pequeño y le haga tener inapetencia. Cualquier motivo puede afectarle, como la falta de atención de un hermano o de los padres, ambiente tenso, discusiones familiares, el nacimiento de un hermanito, únicamente llamar la atención, etc. 

¿Te pones nerviosa al darle de comer?

SI te pones nerviosa o tensa cuando le estás dando de comer, claramente intoxicas el ambiente y si encima le das de comer con prisas o amenazas, es totalmente comprensible que tu hijo no quiera comer, te está diciendo que no le gusta que lo hagas así, que le haces sentir mal. Ponte en su lugar, ¿cómo te gustaría que te dieran de comer?

Debes implicarte de forma activa para que el momento de la comida sea agradable, tranquilo y lleno de afectividad y amor, ya verás como así tu hijo aceptará más la comida y mejorará vuestro vínculo.

¿Cuál es el horario de las comidas?

Tu hijo debe tener un horario de comida adecuado y que sea siempre el mismo. Que coma a deshoras sólo para que se calle es un grave error. Asegúrate que come bien cuando le corresponde y así te evitarás posibles desajustes porque si le das unas galletas antes de cenar, es normal que después te diga que no quiere comer. 

Así que no te olvides de mantener una buena disciplina en el horario de comidas en casa.

¿Tu hijo está malito?

Puede ser que tu hijo coma normalmente de forma habitual y sin saber por qué no quiera comer o se sienta desganado. ¿Está malito? ¿Piensas que puede sentirse mal? Quizá tenga mocos o esté constipado.

Si tu hijo se encuentra mal y le quieres obligar a comer, puedes sin darte cuenta que le introduzcas factores emocionales negativos y que la comida se vuelva como un rato de lucha y resistencia. Es por eso que si tu hijo se encuentra mal, no le obligues a comer, ya verás que cuando se encuentre mejor volverá a comer normal.

Aunque si come poco o nada y te sientes preocupada porque le notas decaído, acude al médico lo antes posible para que puedan ver qué es lo que le está provocando la desgana a tu pequeño.

Estoy segura que cuando descubras cuál es el motivo de inapetencia de tu hijo y lo solucionéis, todo mejorará y comerá mejor.