Los bebés -desde recién nacidos- tienen usualmente dos sectores muy blandos en la parte superior de la cabeza, llamadas fontanelas o molleras, que pueden variar de tamaño. Una de las fontanelas está ubicada en la parte posterior de la cabeza del bebé y tiene una forma levemente triangular. Se la llama fontanela posterior, y como es más pequeña que la otra muchas veces no se siente.
Las fontanelas en las cabezas de los bebés: ¿qué son?
La fontanela o mollera que los padres suelen sentir es la fontanela anterior, que está justo en la parte superior de la cabecita, y es más grande de tamaño. Suele abarcar un área con forma de diamante.
¿Qué son específicamente estos puntos blandos?
La explicación respecto a la existencia de las fontanelas es la siguiente: los huesos de la cabeza del bebé, al momento de nacer, aún no están totalmente unidos entre sí, sino que sólo se mantienen unidos por tejido óseo y son muy blandos. La razón de esta característica de los huesos del cráneo al nacer es que permiten una flexibilidad de los mismos en el momento del nacimiento. La cabeza es la parte más grande del cuerpo del bebé que atraviesa el canal de parto: esta característica blanda de los huesos del cráneo permite que se encimen levemente para permitir un pasaje más fácil al nacer.
Eventualmente estos huesos de la cabeza se cerrarán, uniéndose por completo, y los puntos blandos desaparecerán, pero no inmediatamente al nacer. La fontanela posterior se suele cerrar alrededor de las 6 semanas de vida del pequeño. La fontanela más grande, la anterior, tarda más y termina de cerrarse por completo alrededor de los 18 meses de vida del bebé. En las consultas postparto, tu médico o partera revisará el progreso del cierre de las fontanelas regularmente para asegurar que los huesos de la cabeza progresen satisfactoriamente hacia su unión definitiva.
No debes preocuparte por riesgos de que el bebé se hiera debido a esos puntos blandos: están recubiertos de una gruesa capa de membrana que proteje la cabecita hasta que los huesos se unan. De todos modos es importante que tengas cuidado en no presionar estas areas sensibles.
Esto es un consejo a tener en cuenta sobre todo si tienes otros niños pequeños, para que no toquen fuertemente la cabeza del bebé. Puedes enseñarle a hacerle caricias suaves en su cabeza, guiándolos las primeras veces con tu mano, pero sin presionar.










