La niña que llora porque quiere que su hermano sea siempre un bebé

Poco a poco, las arrugas rebeldes comienzan a ganar terreno y finos hilos de plata empiezan a enmarcar nuestro rostro. Es entonces, en general, cuando la realidad nos despierta y nos recuerda nuestra ineludible mortalidad. 

Sin embargo, siempre hay conciencias adelantadas, que mucho antes de los previsto perciben lo efímero de nuestro pasaje sobre la Tierra. Este es el caso de la pequeña Sadie que, como vemos en el vídeo, llora desesperada porque no quiere que su adorable hermanito se convierta en un anciano de cien años.

Sadie no está sola. Lo cierto es que sus lágrimas son las de muchas otras personas. Y es que aceptar el envejecimiento no es nada fácil. Pero, esto no significa que sea imposible. Que la dulzura de Sadie y su hermanito nos sirvan para prepararnos y abrazar el pasaje de los años. En definitiva, envejecer es un privilegio que le es negado a muchos y, por sobre todo, es la manifestación más clara de que estamos vivos.