Heridas de la infancia: ¿Qué pasa cuando una niña no se siente amada por su madre?
No existe algo más doloroso y destructivo que la falta de amor de una madre a su hija. Cuando dicen que los primeros años de vida son los más importantes no sólo se refiere al desarrollo físico, ya que el entorno emocional donde se desenvuelven los niños determinará en gran medida sus relaciones de adulto.
En la actualidad, una gran parte de los problemas de pareja son resultado de algunas heridas de la infancia. Es realmente impactante para una niña no sentirse amada y segura al lado de su madre.
Las heridas de la infancia pueden manifestarse de diversas maneras en la edad adulta: depresión, ansiedad, miedo al fracaso y alguna que otra obsesión. Por ejemplo, una mujer a la que muchos ven como controladora esconde un gran temor a que los otros le fallen.
¿Por qué algunas personas buscan tanto la aceptación?
Los expertos en salud mental de Psychology Today explican que a veces los niños fingen aceptar una situación, pero sus acciones demuestran que en realidad están molestos.
Igual sucede con una hija que creció sin sentirse amada por su madre: cuando crezca, podrá enmascarar sus emociones y reacciones para no discutir con su pareja, pero tarde o temprano habrá un detonante que la haga explotar.
Las mujeres con heridas de la infancia intentan reprimir sus emociones en busca de aceptación; pero no sólo de su pareja, también necesitan la aprobación de sus amigas, compañeros de trabajo y hasta de sus vecinos.
¿Cómo se comporta una mujer con heridas emocionales de la infancia?
En el sitio Discovering Therapy se explican algunas de las heridas de la infancia que puede desarrollar una niña no se siente amada por su madre. Aquí puede estar la clave de algunas rupturas amorosas.
#1 Miedo a ser abandonadas
Los expertos señalan que esta herida está relacionada con niñas que sintieron una profunda soledad. Quizás mamá no estaba presente, o sí estaba físicamente, pero no se generó ninguna conexión.
En la vida adulta, estas mujeres suelen ser bastante complacientes con su pareja para evitar volver a sentir soledad.
#2 Miedo a ser rechazadas
El sentimiento de que mamá no las acepta por completo puede generar que crezcan con una gran inseguridad para entablar relaciones de pareja. Las personas con esta herida prefieren huir de las relaciones estables y cuando se sienten ignoradas pueden desaparecer sin dar explicaciones.
#3 Miedo de ser traicionada
La traición de una madre puede ser una de las más difíciles de superar. Los expertos aclaran que las personas con esta herida se sienten tan decepcionadas, que para no repetir esa experiencia prefieren tener siempre el control.
Les cuesta mucho confiar en su pareja o hasta en su equipo de trabajo, y si descubren alguna mentira o falla difícilmente se sentirán tranquilas. Además, buscan parejas que se dejen controlar para nunca sentirse vulnerables.
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