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Hábitos de sueño en niños de 5 a 11 años

Cuando los niños están en edad escolar sus hábitos de sueño son diferentes a los de etapas anteriores. Lo que puede ser apropiado en los preescolares ya no lo es más en los chicos mayores. Conocer esa rutina es esencial para el buen desarrollo de tu hijo. Veamos cómo son los hábitos de sueño en niños de 5 a 11 años.

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Hábitos del dormir en niños de 5 a 11 años

Niños más jóvenes: 5 a 6 años

Imagen Thinkstock

Los niños de esta primera etapa escolar necesitan 12 horas de sueño cada noche. Los padres deben establecer rutinas predecibles para asegurarse de que su hijo logre descansar lo suficiente. Si los chicos están muy alterados antes de dormir, probablemente no quedarán rendidos enseguida.

Para ayudar a que los niños duerman bien hay que lograr que las actividades nocturnas cotidianas sean calmadas y rutinarias. Un patrón muy saludable es ir al baño, ponerse el pijama, cepillarse los dientes y leer juntos una buena historia.

La mayoría de los chicos de esta edad no necesitan el horario de la siesta, así pues hay que garantizar que duerman correctamente de 10 a 12 horas diarias.

Niños mayores: 7 a 11 años

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Los niños de 7 a 11 años suelen necesitar menos tiempo de sueño, aproximadamente 10 horas diarias. Varía ahora el momento en que deben irse a la cama, pues depende de la hora en que se despertarán al día siguiente. Es posible que estos chicos tengan más actividades nocturnas que realizar, que los niños de 5 a 6.

La rutina antes de dormir en esta edad consiste en ir al baño y luego leer un libro, aunque estas actividades suelen ser más independientes de la compañía paterna. Solo asegúrate de que tu hijo duerma las horas requeridas y dale mayor libertad para organizar su horario.

Problemas: rechazo a dormir

Hay unas cuantas cosas que puedes hacer si tu hijo se niega a dormir cuando llega la hora. Primero, pregúntate si el niño está durmiendo lo suficiente. Los niños que rechazan dormir son generalmente los que más necesitan hacerlo. Atente a una rutina y apoya al menor en sus actividades.

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Segundo, elimina toda actividad estimulante alrededor, de modo que el niño no se entretenga. Baja las luces, apaga el TV y descorre las cortinas. Mientras menos distracciones haya, más fácil le será al chico calmarse y prepararse para dormir.

Por último, sé constante. Mantener cada noche la misma rutina crea en el niño una expectativa, que finalmente llega a ser asumida y entendida por este. Con el tiempo se convierte en un hábito fácil de seguir.

Recuerda que el sueño es muy importante para los niños de todas las edades pues les proporciona un crecimiento y desarrollo óptimos. Asegúrate de que tu hijo disfrute las horas necesarias de sueño estableciendo rutinas constantes y un ambiente relajado y predecible. El organismo infantil lo agradecerá.