Mucho se habla en nuestros días sobre desinformación e indiferencia relativa a temas políticos. En el marco de las elecciones presidenciales en México, algunos se preguntan de dónde surge este desinterés y si se puede remediar dando educación política a las generaciones más jóvenes. La respuesta de los expertos es que sí, de hecho es casi un deber de padre propiciar esta inclinación de estudio.
Esto es lo que todos deberían saber sobre sus hijos en la época electoral


En entrevista con VIX, la Maestra en Políticas Públicas, Lisset Anais Pineda Espinosa, egresada de la Universidad Iberoamericana, explica que la edad ideal para fomentar la democracia en los niños es aquella en la que salen del "confort" de la convivencia con sus padres y empiezan a comprender lo que implica la interacción con otros niños:
«Desde muy pequeños, alrededor de los 3 años, pueden ir aprendiendo los conceptos básicos sobre democracia y procesos electorales mediante juegos: elegir por turnos o compartir los juguetes. Es en esta etapa cuando comprenden que son parte de un núcleo social en el que todos tienen los mismos derechos y que sus derechos no pueden estar por encima de los derechos de otros».
Lisset, cómo politóloga y madre primeriza de una niña, indica además que alrededor de los 7 años suelen iniciar las primeras elecciones formales en la vida de un niño (jefe de grupo, capitán del equipo, etc.). Destacó que en esta edad es importante que los padres expliquen el porqué de los resultados y la importancia de respetarlos. Agregó que los juegos en grupo son fundamentales para desarrollar habilidades sociales y aprender a respetar las opiniones ajenas.

Una investigación de Cambridge respalda las afirmaciones de Lisset. El afamado politólogo Johb B. Holbein asegura de acuerdo con sus estudios, hay varias razones por las cuales las habilidades sociales desarrolladas en la infancia pueden aumentar la participación política en la adultez.
«En primer lugar, es en la infancia cuando se desarrolla la capacidad de empatizar con los demás al reconocer los problemas sociales de su entorno (por pequeños que sean percibidos a temprana edad). Votar es percibido como un "procedimiento tedioso" (hay que levantarse temprano, hacer fila, a veces recorrer grandes distancias, etc.). Si desde la infancia se reconoce la diferencia que hace un voto, al crecer se tendrá mayor disciplina para cumplir con la responsabilidad social que implica cada sistema de gobierno o cada ideología».

En lo que respecta a diferentes ideologías (izquierda, derecha, centralista) Lisset recomienda que una vez que han entendido las reglas básicas de la convivencia con sus semejantes, la iniciativa por entender diferentes sistemas de mandato suele iniciar en los pequeños:
«Ellos mismos empiezan a cuestionar qué pasa si alguien impone sus ideas o si tienen dos jefes de grupo en la escuela. Es importante que los padres estén al tanto de la educación de sus hijos. Alrededor de los 10 años ya deben tener una base mínima de conocimientos de historia y geografía para poder analizar a manera de relato o cuento, las consecuencias de los tipos de gobierno en otros países».

Al ser Lisset madre de una niña y recordar que en medio de este proceso electoral México se quedó sin la única candidata en la carrera presidencial al dimitir la Lic. Margarita Zavala, la experta nos explicó si es o no indispensable hacer diferencias entre niño y niña al momento de hablar sobre procesos electorales. Lisset dio una respuesta puntual:
«El reto es justo lo contrario: se les debe explicar por qué no existe diferencia entre niños y niñas especialmente en el entorno social mexicano, dónde se enfatizan las disparidades de género. Los niños son siempre bombardeados con estereotipos (...) El desafío de los padres es explicarles que aunque existen diferencias biológicas, éstas no son un impedimento para que las niñas ejerzan papeles de liderazgo. No obstante, tampoco hay que caer en el error de provocar situaciones de condescendencia (“le toca elegir a ella porque es niña”)».

Lisset comentó que el bombardeo de estereotipos para las niñas es inevitable, por lo que constantemente se les debe hablar sobre mujeres célebres y relevantes en ámbitos que popularmente son percibidos cómo exclusivos para varones. Es primordial que las pequeñas tengan un modelo a seguir que les enseñe que pueden ser destacar en dónde se lo propongan.
Puede parecer que la política es "cosa de adultos", pero de manera inevitable los niños la viven también en su día a día. El interés que tengan por ella y por su gobierno en el futuro, dependerá en gran medida del interés que les fomenten los padres.
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