La niñez es increíble. El modo en el que los más pequeños perciben la realidad es asombroso y nos suele dejar a los adultos descolocados en ciertas situaciones, sin saber qué decir ante sus preguntas o conclusiones que, por cierto, tienen pura lógica. Esta tierna niña que vemos en el video es el claro ejemplo de ello, explicándole a su padre la razón por la que no quiere tener hijos.
Ella descubrió la verdad y ahora se rehúsa a tener bebés (de la manera más tierna)

Vio en una película por dónde nacen los bebés y esto no le gustó para nada. Se dio cuenta de lo doloroso que es y parece mantenerse firme en su decisión de no ser madre. Quizá aún no se pregunte cómo llegó el bebé allí, si bien tiene muy en claro por donde sale. Pero, ¿qué decir cuando surge la inevitable pregunta sobre cómo se hacen los bebés?
Cómo se hacen los bebés: explicándoles a los niños

Es inevitable. Tarde o temprano aparece tu pequeño o pequeña con la clásica pregunta sobre el origen de los bebés. Y la verdad es que la respuesta no necesita ser un tabú. Y tampoco está mal que titubees a la hora de encontrar las mejores palabras para formular una respuesta.
De acuerdo con la guía Construyendo sexualidades, de la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres del Alumnado (CEAPA), lo más interesante en ese tipo de indagación es fortalecer el vínculo y la confianza entre padres e hijos. En ese sentido, el texto insiste en que «es más importante cómo lo cuentas, que lo que cuentas».
«Si creemos que la sexualidad es algo más que la reproducción, no nos conformemos con hablar solo de cómo se juntan las semillitas (no una, sino dos, que la mujer también pone una) o los penes y las vaginas. Muchas veces, a parte de eso, también se juntan afectos, compromisos, deseos, amor, placer, ilusiones... así que éste puede ser un buen momento para contar más cosas, sobre todo cuando es verdad que se juntaron, y así no quedarnos únicamente en “lo fisiológico-reproductivo”», recomienda la guía.
Y para desdramatizar un poco el tema, una dosis de humor nunca cae mal. Y es que este tipo de situación puede generar dudas y titubeos, pero de tan normal llega a ser gracioso, como nos muestra la animación a continuación.
Solo esperemos que nuestra respuesta no le genere ningún tipo de trauma al niño o niña, para que no terminen tomando la misma drástica decisión de la pequeña que ya sabe que no quiere ser madre a tan temprana edad.
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